¿Quién dijo que un viudo no podría volver a enamorarse?

8) Posible acercamiento

POV Matthew

-Katheryn, despierta. -La tengo cogida en brazos y la agito. Ella no abre los ojos y algo dentro de mi se remueve.

Emily esta llorando asi que vino corriendo Eva, la cocinera. La cojo en brazos y la subo al dormitorio de invitados, en lo que llega el médico.

Esta muchacha no pesa nada... La tumbo despacito en la cama, ahora mismo la miro y la veo tan indefensa que me da pena.

No se porque, acaricio su cara y me quedo observándola... Katheryn, no puede pasar esto...

Empiezo a llorar, no puede morirse ella también, es una excelente niñera. En cuanto llega el médico me retiro de un golpe.

-Señor Matthew por favor espere fuera, en lo que le hago su estudio. -Asiento y me voy fuera. Pasan cinco minutos y no sale...

Ya van diez minutos y no ocurre nada, empiezo a morderme mis uñas, casi nunca lo hago pero estoy muy nervioso... Después de quince minutos la puerta se abre. Enseguida me acerco.

-Señor, no debe preocuparse, ella está bien. Le ha dado un golpe de calor, hoy debe reposar todo el día. Por favor recuérdela que siempre debe beber agua y alimentarse, está muy delgada. -Asiento y le doy las gracias. Le acompaño a la puerta.

-Eva, ¿Y la niña? -Me indica que esta dormida asi que voy a ver a Katheryn. Subo las escaleras en silencio, no quiero despertarla.

Entro y cierro sigilosamente. Me siento a su lado y la observo. Vaya susto me ha dado.

No se que me está pasando pero no puede haber nada entre nosotros dos, es un error... Me quedo hundido en mis pensamientos mientras la observo, parece un ángel.

Después de unos minutos decido ir a ver a mi princesa.

Llego a su habitación y ella también está dormida. Que bonita es, ojalá estuviese aquí su mamá para verla. Le acaricio la cara suavemente y me quedo sentado en la silla que hay al lado de la cuna.

Emily mi amor, todo lo que hago es por ti. No te quiero perder, te quiero con locura. Se que el trabajo me quita tiempo de estar contigo pero lo hago por tu bien, para que nunca te falte de nada.

Pensándolo bien, la semana que viene podemos ir a la playa. Es una buena idea. Estoy tan hundido en mis pensamientos que no me doy cuenta de que la niña esta despierta hasta que no empieza a balbucear.

-Hola mi amor, ya veo que has dormido muy bien, dormilona. -La revuelvo el pelo y empieza a reírse. Justo cuando la cojo de la cuna escucho el timbre, que extraño ni espero a nadie.

Llego abajo y me encuentro con Cyntia, mi hermana. Esta con Maya.

-Hermanito, ya no dais señales de vida. -Ambos reímos y nos damos un abrazo.

-¿Dónde está Katheryn? -Normal que me pregunte, yo debería de estar trabajando y ella con la niña, pero por lo ocurrido hoy y mañana, no iré a trabajar.

-Le dio un golpe de calor y esta tumbada arriba. -Ella se sorprende y no dice nada más. Cogemos a las niñas y vamos a merendar en la terraza. Son las cinco y media de la tarde, aún es pronto.

-¿Qué tal estas Maya? -Beso su mejilla y me siento a su lado.

-Tito, te echaba de menos. Quiero bañarme en la piscina. -No es lista ni nada, Cyntia y yo empezamos a reírnos, que cosas tiene.

-Pues mañana después de comer vienes y nos bañamos juntos. -Mi hermana me asesina con la mirada y yo le lanzo un beso.

Merendamos tranquilamente, entre risas y conversaciones del trabajo.

-Bueno nosotras nos vamos a casa, mañana venimos. -En cuanto se levantan Emily empieza a llorar y tiende los brazos hacia arriba. Ella se acerca y la coge en brazos, se esta volviendo una niña caprichosa. La calma y cuando voy a cogerla yo, empieza a llorar de nuevo.

-Emily, la tía se va, ven aquí. -Así estamos unos diez minutos pero no me quiere.

-Hermanito dejala venirme a dormir a casa, asi juega con Maya y mañana venimos todas. -Después de muchas suplicas al final acabo rindiéndome... Mando a Eva preparar su bolsito con todo lo necesario.

-No estoy contento con esto Emily, mañana cuando vengas hablamos. -Mi hermana se ríe de mi, pero no voy a tolerar que se vuelva tan caprichosa.

Antes de irse le doy mil besos, siento como que un pedacito de mi se va. Esto me recuerda a cuando se va con mis suegros, que por cierto este fin de semana les toca con ellos...

Les doy un beso a mi hermana y a mi sobrina y decido irme arriba a ver como va Katheryn.

Abro sigilosamente y justo la veo levantarse de la cama. Cuando esta de pie se tambalea y corro hacia ella. La agarro y los dos nos quedamos a escasos centímetros. Nuestros alientos chocan, nuestras miradas están clavadas en la del otro y ninguno dice nada.

Al final decido hablar yo.

-Katheryn no te puedes mover de la cama, te has desmayado porque te dio un golpe de calor. -Ella me mira como si no entendiese nada.

-Pero... ¿Y Emily?

-La niña se ha ido con mi hermana, mañana vienen a casa después de comer para bañarnos en la piscina. Ahora siéntate otra vez, que me has dado un susto de muerte. -Ella me hace caso y con cuidado la vuelvo a sentar.

-Pero Matthew tengo que ir a mi casa. -No va a ir ninguna parte.

-Ahora le digo a tu mamá que no estas bien que te quedas aquí a dormir. -Ella me mira y me niega con la cabeza.

-No la preocupes, bastante tiene con su enfermedad. La llamo yo y le digo que me quedo a pasar la noche porque Emily no está bien. -Asiento y me salgo de la habitación, para dejarla privacidad. Mientras habla con su madre, decido ir a por su merienda.

-Eva prepara la merienda para Katheryn. -En lo que ella lo prepara, me siento y me quedo mirando la piscina.

Ese acercamiento entre Katheryn no fue nada incómodo... es una cosa extraña, no se que esta pasando. Hoy cuando se desmayó creía que también iba a perderla a ella, me da miedo.

-Señorito le hice un batido de frutas y unas crepes con chocolate. -Yo asiento y cojo la bandeja.

Llego y toco la puerta, cuando oigo un adelante, paso con cuidado.

-Matthew, no me apetece comer nada. -Empiezo a negar con la cabeza, esto no puede ser.

-Señorita vas a comer todo esto, el médico dijo que estas muy delgada. No me voy a ir de aquí hasta que no acabes todo. -Dejo su bandeja en la mesilla y me siento al otro lado de la cama, bien separado.

-Pareces mi padre. -Empiezo a reírme y come sin decir nada más. Será un día extraño pero a la vez tranquilo.