𝑬́𝒍𝒊𝒕𝒆 𝒁𝒐𝒅𝒊𝒂𝒄𝒐 [𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂]

Capítulo 8

"Yo no quiero hacer lo correcto"

Grecia caminaba imponentemente frente a la mirada de los alumnos de las encinas, principalmente frente a la mirada de Adrián, el cual la miraba con gran recelo.

Cuando la chica se encontró frente al rubio, el cual se encontraba guardando sus cosas en el casillero, no dudo en comenzar a hablarle.

- Buen día chico nuevo,- dijo la castaña de forma coqueta- bienvenido a las encinas.

- Muchas gracias, un gusto conocerte,- respondió el chico- soy Michael Stewart.

La chica Montesinos notó de inmediato que las palabras del chico eran algo forzadas y su boca no modulaba las palabras a la perfección, lo que le dió a entender que era un jóven extranjero.

- Mi nombre es Grecia Montesinos, la reina de las encinas,- alzó su mano hacia el chico, el cual la tomó de la mano y beso en forma de respeto- mira nada más, que caballero,- sonrió- y se puede saber de donde vienes.

- Vengo de Estados Unidos, perdón si mi pronunciación no es muy buena pero al menos entiendo y hablo la mayoría de las palabras en español- dijo con una mirada de niño pequeño.

- Bueno, no debes preocuparte, yo tampoco soy española, soy mexicana, y de hecho fuí la única de esa nacionalidad por mucho tiempo, pero eso terminó cuando llegó la cholita esa- dijo lanzando una mirada a Alejandra.

- ¿Cholita?- preguntó confundido.

- Cierto, olvidé que no entiendes algunas palabras- soltó una risita- pero bueno, eso no importa, solo quería darte la bienvenida.

- Me alegra que una chica tan bella lo haya hecho por mi- dijo haciendo sonreír a Grecia.

- Oye Michael, ¿te han dicho que eres una principe en persona?- dijo dulce.

- Si tu eres mi princesa me parece bien- el chico se acercó a Grecia para plantar un beso en la mejilla de la mexicana y después retirse como todo un campeón, dejando a la chica con una sonrisa involuntaria.

Poco después, la chica se giró hacia sus amigas notando sus rostros sorprendidos. Caminó hacia ellas para pronunciar una palabras.

- ¡Losers!- dijo para después alejarse y hacer que las chicas rodaran los ojos.

Valentina, ignorando la escena de la mexicana, se giró hacia la rubia y la pelinegra para pronunciar unas palabras que lograban ponerla nerviosa.

- Laura- dijo Valentina con la voz un poco temblorosa- ¿crees que podrías hacer algo por mi, como amigas?

La rubia asintió con la cabeza mientras que Sara solo las miraba con curiosidad.