𝑬́𝒍𝒊𝒕𝒆 𝒁𝒐𝒅𝒊𝒂𝒄𝒐 [𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂]

Capítulo 10

"Do that"

La misma tarde en que los jóvenes visitaron la correccional, Carlos le daba la bienvenida a Esperanza a su casa, la cual al tocar el timbre fue recibida por una de las empleadas del lugar.

- Buen día, ¿a quién busca?- preguntó la mujer en forma amable.

- Buscaba a mi amigo Carlos- ella misma se sorprendió al llamarlo su amigo- quedamos en vernos a esta hora, pero si no está...

No pudo terminar de hablar ya que el joven Grajera apareció bajando las grandes escaleras del lugar.

- ¡Déjala pasar, Rita!- ordenó- vino a verme a mi.

La empleada le permitió entrar para que después la pelinegra pudiera observar el lugar, el cual era bastante lindo y espacioso.

- ¿Qué?, ¿te sorprende mi humilde hogar?, creí que tu también eras rica- carcajeó.

- Si lo soy, es solo que tu casa tiene una pinta a Versace, mientras que la mía es un poco más moderna- se alzó de hombros.

- Mira que Versace es moderno, solo que de una manera un poco distinta- rió- me alegra saber que ya me consideras tu amigo.

- No te emociones, ¿vale?, que solo lo dije para que me dejaran entrar- se excusó.

- Ya, voy a hacer como que te creo- sonrió el ojiazul- ¿vamos al cine?

- Creí que nos quedaríamos aquí, así que no he cargado con pasta- dijo extrañada.

- No hablo de ese cine, sino de mi sala de cine, tengo una aquí en casa- la chica abrió los ojos como platos al escucharlos.

- Y yo que creía que estaba forrada, tu me superas por mucho, chaval- carcajeó.

Pasaron unas horas viendo películas de todo género, comiendo palomitas y sodas, y una que otra cerveza para acompañar.

- Mi madre me contó que en su adolescencia su madre la obligó a hacer una fiesta de halloween en su casa- contó Esperanza- la abuela invitó a todos los compañeros de mamá por un mensaje con la palabra "halloween" mal escrita, y a pesar las vergüenzas la fiesta fue buena.

- ¿Y porqué me cuentas esto?- preguntó el chico.

- Porque mi madre dice que sería genial hacer otra con mis amigos, pero yo me cago en la puta si destruyeran algo de mi casa- dijo la pelinegra- y a Emilio le da igual, a él no le interesa lo que nuestros padres hayan hecho para conseguir todo lo que tenemos.

-¿Fue muy difícil terminar forrados?- preguntó el chico.

- No es eso, es solo que mi abuela manejaba drogas, y mi madre no quería eso para nosotros, así que se esforzó y consiguió el dinero de forma limpia- explicó- y todo a la mierda, porque Emilio y yo nos drogamos.