Capítulo veintiocho

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Analizo la situación: Maylen me tiene amarrada de brazos

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Analizo la situación: Maylen me tiene amarrada de brazos. A mi lado, el soldado nos escolta. Ya no oigo las quejas y gritos de Theo, pues nos hemos alejado de la sala de control y nos encontramos justo frente al ascensor. Esperamos unos minutos incómodos a que la caja metálica se abra para nosotros. Cuando lo hace, un soldado inconsciente en el suelo de esta aparece en nuestro campo de visión. El mismo al que he golpeado anteriormente.

-¿Tu hiciste esto?- Pregunta la morocha con enojo.

-¿A tí qué te parece?

-Perra estúpida.- Me obliga a meterme dentro sin nada de delicadeza. -Suena una canción ridícula en los amplificadores del ascensor, lo cual solo incrementa la tensión en el lugar. El sonido es relajado... que irónico considerando el estado de presión en el que me encuentro. Salimos de este cuando se detiene en la planta baja. Caminamos por el pasillo y me pregunto dónde es que me llevan para terminar conmigo.

-Siempre supe que eras rara, tu no encajas aquí.- Muerdo la punta de mi lengua.

-Y yo siempre supe que eras una zorra asesina.- A propósito, golpea mi gemelo con su pie justo donde tengo la herida cicatrizante. Suelto una maldición.- No vas a terminar bien de esta manera, la ciudad va a enterarase de todo esto tarde o temprano y tu, junto con todos los demás, van a pagarla.

-¿Y quien va a salvar el día? ¿Tú lo harás?- Ríe con burla, una risa chillona y escandalosa.- Tú no estarás ahí para ser la heroína.

-Muérete.- Escupo.

-Oh, no cariño. Parece que la que va a morir serás tú.- Noto cuánto disfruta esto, noto cuánto está ansiando llegar al momento en que ponga una bala en mi cabeza y de pronto me pregunto, ¿Por qué me detesta tanto?

-¿Tu odio hacia mi se debe a él, cierto?- Pregunto, tomándola completamente desprevenida. Lo sé porque oigo como entreabre sus labios para retrucar pero los vuelve a cerrar luego sin nada que decir.- A Theo.

-Te odio porque te crees la gran cosa y no eres nada.- Sonrío levemente ante su respuesta, sabiendo que en realidad esa no es la razón.

-Y también porque quisieras que él te preste la atención que me da a mi.- Sus manos me empujan hacia delante con brusquedad, como si eso hiciera que cierre mi boca. El soldado se adelanta un paso para caminar a la par mía.- Oh vamos, voy a ser asesinada. Al menos dame el gusto de admitirlo.

-No sé qué es lo que ve en ti.- Sentencia con repulsión.- Pero supongo que el tipo de Theo son las flacuchas insulsas y no las mujeres de verdad.- En algún otro momento, lo que dijo me hubiera lastimado. Quizás me hubiera cuestionado mi insipidez y hubiera deseado poder ser esbelta, imponente y seductora. Pero ahora, sus palabras no causan en mí el efecto que ella espera. Doblamos en la esquina para meternos en un otro pasillo, ese que lleva a la entrada del edificio.- De todos modos, cuando te borren a ti de su memoria seré yo quien saldrá ganando.- Aprieto mis puños cuando la oigo decir aquello. El hecho de que él vaya a olvidarme cuando manipulen sus recuerdos, me pone la carne de gallina. No quiero desaparecer de su vida, me da pánico que Theo no me recuerde y que yo no haya significado nada en su vida. Me revuelve el estómago imaginarme a Maylen sacando provecho de su olvido para atraerlo.

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