Capítulo veintisiete

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El soldado me empuja hacia delante, haciéndome caminar por la fuerza en el interior

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El soldado me empuja hacia delante, haciéndome caminar por la fuerza en el interior. Cuanto más me adentro, más noto la cantidad de maquinaria tecnológica, computadoras y monitores anchos. Realmente controlan todo desde aquí.

-Vaya vaya... ¿Qué tenemos aquí?- Oigo la voz áspera de Robert por primera vez. Nunca lo he visto, sabía que había dos líderes pero el único que siempre daba la cara frente a la ciudad era Georgio...

Cuando ya me aproximo lo suficiente, el coronel prepara el arma en sus manos. Analizo mis opciones y, teniendo al soldado detrás mío sosteniéndome con fuerza, a todos los presentes con su atención en mí y al coronel Adams apuntarme con su arma, no creo tener muchas.

-Ella es soldado principiante.- Informa el coronel. Sus cejas pronunciadas se fruncen hacia mí.- Tendría que estar con los demás, de camino a la zona B.

-¿Y qué crees que haces en este edificio?- Pregunta el hombre. Georgio permanece detrás, sin decir nada. Y noto que su rostro diplomático desaparece, mostrando uno de... cansancio. No contesto.- Quiero pensar que te has confundido y entraste por accidente.- Robert coloca su dedo índice en su barbilla, sonríe levemente pero por el contrario, su mirada delata cinismo en vez de amabilidad.

-No señor, ha atacado a nuestros soldados.- Habla el tipo que tengo detrás.

-Interesante.- Achica sus ojos.- ¿Cuál es tu nombre?- Se abre un silencio insoportable. Me remuevo, incómoda pero no abro la boca.- Es de muy mala educación atacar a mi personal y no contestar las preguntas de un hombre mayor.

-Blake.- Escupo entre dientes después de asegurar la calidad de mi voz.

-Blake... ¿Que?

-Jones.- Quizás sea mi imaginación pero en ese momento, un atisbo de sorpresa y luego, reconocimiento se pasea por los ojos negros del líder. Como si ya hubiera escuchado mi nombre en alguna parte. Abro la boca para decir algo pero entonces, una voz conocida me interrumpe.

-Finalmente la atraparon.- Theo, aparece por el umbral. Frunzo el ceño aunque termino por ocultar mi extrañeza. La atención se todos se posa en él. Robert sonríe al verlo, como si de un viejo amigo se tratara.

-Theo Adams...-Pronuncia con sorpresa. De pronto me percato de que he oído su apellido por primera vez y luego, como si me arrojaran un balde de agua fría encima, caigo en la cuenta de que tiene el mismo apellido que el coronel. Mi vista se dirige a este, quien mira a Theo con dureza y... regaño. Por otro lado, el castaño lo ve inexpresivo. Entiendo la razón por la cual él no quería decirme su apellido y recuerdo lo que me contó sobre su crianza.

-He estado buscándola en todo el edificio.- Se acerca a mi, se coloca detrás, toma uno de mis brazos y el soldado que antes me sujetaba, me suelta para dejarme en sus manos.- Lamento que llegara tan lejos y los interrumpiera, no sucederá otra vez. Su pecho se pega a mi espalda, me empuja hacia delante para obligarme a caminar con él.

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