PARTE XI

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—¿Que yo que?— Pensó Jeongyeon sorprendida.—¿Tendremos una cita?— Preguntó en voz alta viendo el perfil de la castaña.

—Así es, rubio.— Respondió normal mientras que por dentro estaba nerviosa ¿Por que tuviste que actuar por impulso, Im? Pensaba internamente.—Al menos que a "Doctora Pechos" le moleste que me lleve a su novia/paciente por unos minutos.— Volteó a ver a Jeongyeon quien se estaba riendo.

—Tal vez se moleste, deberíamos volver.— Fingió abrir su puerta.

—Ja ja ja, se que ustedes no están en una relación.— Puso los ojos en blanco y prendió la radio.

—¿Quien te dijo esa mentira? Pronto nos casaremos.— Se tocó el pecho indignada.— Es la mejor novia del mundo.— Se recostó del espaldar y suspiró.

Nayeon solo pisó el freno del auto de un golpe haciendo que Jeongyeon se fuese hacia el tablero ya que no traía el cinturón puesto.

—Psicópata, ya deja de hacer eso. Casi matas a tu abuela en la mañana por tus celos.— Se enderezó y se puso el cinturón.

—Pfff ¿Celos por quien?— Preguntó haciéndose la desentendida.

—Pues de la pareja más linda del pueblo, las "JiYeon".— Hizo una señal con sus manos abriéndose como si mostrase un letrero de película.

—Que nombre tan ridiculo.— Acercó su mano al reproductor de música para subirle volumen a la radio.

Llegaron al centro al mediodía, había poco tráfico y las personas se atravesaban por todos lados. Eso estresó a la mayor.

—¿Esta gente se quiere morir o que?— Estaba tocándole bocina a todos los peatones que se le atravesaban.

—¿Y... a donde me llevaras? Seguro me vas a sacrificar porque ya sabes que soy virgen ¿Quieres ser más fea, verdad?— Dijo mirando por la ventana los locales de comida. Otro frenazo loco hizo que se le apretara el estómago con el cinturón.

—¡Ya basta!- Ya le comenzaba a doler el cuello de tantos movimientos bruscos en el día.

—¿Te gusta el sushi?— Nayeon se estacionó en un restaurante japonés.

—No, me da asquito.— Jeongyeon negó con la cabeza.

—Me vale 3 hectáreas de berenjena, comeremos sushi.— Se bajó del auto y fue a abrirle la puerta a la rubia.

—No creas que lo hago por hacerme la romántica. Si te bajas tu sola te romperías la boca.— Le extendió la mano a la chica y cuando la otra la tomó sonrió feliz por dentro. Le gustaba lo suave que era.

—Wow, que considerada es mi cita.— Dijo con sarcasmo para luego tomar las muletas.

—Lo sé.— Tomó un mechón de pelo y lo batió hacia atrás.

Entraron al restaurante, pidieron una mesa al fondo y se fueron a sentar en la mesa para dos. Había una suave música de fondo y era poca iluminación.

—Mmm...¿Por que elegiste esta mesa?— Jeongyeon preguntó confundida.

—No lo sé.— La castaña dijo desinteresadamente mirando el menú.

—¿Por que quisiste tener una cita conmigo, Nayeon? Según tu no te gusto para nada.— Recordó el mensaje que Nayeon le envió.

—Yo...- No sabía que escuda inventarle a la chica que la miraba curiosa.— Simplemente quería conocerte mejor, tengo años sin verte. La última vez que te vi fue cuando nos be...— Paró de hablar.

—Cuando nos besamos a los 10 años, sabía que no era solo un sueño.— Completó de decir la rubia sonriendo.

—Si, esa fue la última vez que te ví.— Volvió a mirar el menú para disimular sus nervios.

—¿Ese fue tu primer beso?— Vio a la chica asentir sin despegar la vista del menú.

—El mío lo di con mi prima la Yajaira.— Mintió mientras reía.

—¿No fue conmigo?— Levantó su vista hacia la rubia.

—Claro que fue con usted, princesa. Fue un honor haber sido su primer beso.— Bajó su cabeza haciendo una reverencia.

—Tuvo suerte, príncipe Jeongyeon o debo decir "príncipe encantador" ahora está rubio.—Respondió siguiéndole el juego.

—¿Podemos ir a otro lado, princesa? No me gusta el pescado crudo.— Vio su oportunidad y la tomó.

—Pues no, estupido. Digo... no se va a poder, príncipe. Si no te gusta te puedes retirar.— Señaló hacia la puerta del local.

—Me despido, alteza.— Se trató de levantar pero paró cuando vio la mirada seria de Nayeon.— Mejor me quedo.— Dijo para sentarse otra vez.

—Como sea, plebeyo rubio.— Rodó los ojos.

Nayeon se dispuso a pedir por las dos la comida, pidió para Jeongyeon una hamburguesa de cangrejo y para ella unos rollos de cangrejo con pescado. Pasaron unos minutos y llegó la comida.

—Aquí está su comida.— El mesero dejó ambos platos y se retiró.

—¿Y tú tienes novio?— Preguntó casual Jeongyeon para luego morder su hamburguesa.

—Para nada, nadie es suficiente para mi. Todos son unos tontos.— Tomó un rollo y se lo llevó a la boca.

—Okay...— La rubia no supo que responder a eso.—¿Cuánto tiempo estarás aquí?— Volvió a hacer otra pregunta.

—No lo sé, supongo que un mes o dos, el año pasado fueron dos pero he estado muy ocupada.— Se llevó otro rollo a la boca.

—Genial.— Su teléfono comenzó a sonar y lo tomó.—Es Jihyo.— Dijo y vio como Nayeon hacia una mueca.

—Hola God Jihyo... si, estoy bien... estamos almorzando... en el centro... dentro de un rato creo... okay... adiós.— Jeongyeon colgó el teléfono y siguió comiendo.

—¿Que te dijo?—Preguntó.

—Preguntó que en donde estaba y que cuando volvíamos, perdón, no lo quise mentir.— No podía mentirle a su amiga.

—Okay... termina de comer rápido para que regreses con ella lo antes posible entonces.— Bebió de su copa de vino lentamente.

—No quiero volver aún.—Susurró apenada.

—¿Por que no?—

—Estamos teniendo una linda cita de amigas.— Dijo ella bebiendo de su refresco.

—¿Cita de amigas?— La otra preguntó confundida.

—¿No lo es?—

—Bueno, no. Considéralo una cita romántica.— Tomó otra vez su copa y la chocó con el vaso de la otra.

—Eso es ridículo, no juegues conmigo de esa forma ¿Por que tendrías una cita romántica conmigo?— Estaba demasiado extrañada por la confesión.

—Porque...mmm ¿Como decirlo?— Estiró su mano para tomar la de Jeongyeon sobre la mesa.— Creo que me gustas solo un poco, rubio.— Juntó sus dedos haciendo la señal, tomó su mano y le sonrió.

—No te creo. No deberías hacer ese tipo de bromas, tu actitud conmigo es demasiado rara, siento que me odias aveces y después actúas como si na...— La castaña rodeó la mesa, posó sus dos manos en la cara de la contraria que estaba distraída contando con sus dedos y la besó lentamente. Sus mejillas estaban caliente y las acarició mientras se fundían sus labios juntos. Al separarse dejó un rápido beso en su mejilla sonrojada y removió su cabello corto.

—¿Ahora me crees?— Se regresó a su puesto limpiándose la barbilla con su dedo.

—Claro que no, hazlo de nuevo.— Suspiró enamorada y se tapó la cara mientras se escuchaba un bajo chillido de emoción.

—Compórtese, príncipe Jeongyeon. Estamos en un lugar público.— Rió para luego seguir comiendo.


N/A: Ya se nos confesó la Nayelí. Sean felices. Viene boda 💒👰🏻👰🏼
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Princess [2Yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora