Princess [2Yeon]

PARTE XIX

—¡Traigan más agua!— Gritó alterada Jihyo con manos en la cabeza.— ¡Rapido! ¡Rapido!

—Ya cálmate, no es para tanto.— La mayor del grupo no se movió ni un centímetro.

—¡¿Por que mierda le echaste picante a mi waffle!? ¡Agh!— Se levantó rápido y salió corriendo al baño más cercano. 

—Mi bebé solo está jugando. Lo siento.— Jeongyeon atrajo a Nayeon y la abrazó.

—Voy a meterle una ma... digo, darle una mano.— Tzuyu se levantó casual y fue hacia la misma dirección que Jihyo.

—Oigan ¿Por que mi waffle es color morado?— La menor las Yoo pinchó con un tenedor su comida.

—Le puse un poco de gelatina de mora, a Nayeon le pareció lindo.— La rubia estiró su mano y acarició la mano de la nombrada.

—Está rico, gracias.— Somi le dió un mordisco y sonrió con sus mejillas llenas.

—¿Wonho, tu no comerás?— Nayeon le preguntó al chico que tenía su plato completo aún.

—El mío es color popó.— Hizo un puchero mirando a la novia de su mejor amiga.

—Tiene chocolate, tontito. Tu me agradas, no quiero hacerte daño.— Le sonrió mostrando sus lindos dientes de conejo.

—Genial.— El chico le dio un gran mordisco a su waffle.— Wow... sabe a un pedazo de cielo.— Mordió 3 veces más y bebió de su jugo de naranja.

—¡Ah! ¡Zhou Tzuyu...!— Se escuchó un gemido agudo proveniente del baño.

—¡Satán lo ha vuelto a hacer!— Somi aplaudió con sus cubiertos feliz.— Nadie se resiste a ese cuerpecito lleno de pecado. Ya había tardado mucho God Jihyo.— Dijo como si nada.

—¿A que te refieres?— Preguntó  Nayeon curiosa tomando agua de su vaso.

—A Tzuyu le gustó Jihyo desde que la conoció hace unos meses, cuando vino a hacer una tarea conmigo. Le pedí a Jihyo que nos ayudara a hacer una maqueta y bueno, Satán se propuso a conquistarla ese mismo día.— Tragó lo que tenía en la boca y se acercó mas al centro de la mesa.— No estoy muy segura pero creo que ella tuvo algo que ver en la separación de Jihyo con Daniel, le habrá hecho un amarre o algo así.— Susurró bajo.

—¡Jihyo, malum sit! ¡nolite prohibere placet, currunt ad me!— Se escuchó la voz de Tzuyu más alta.

—¿Que idioma es ese?— El chico se hizo la señal de la cruz y se tapó los oídos asustado.

—Es latín, Tzuyu lo aprendió para hacer sus cosas con los espíritus y todo eso.— Alzo los hombros y siguió comiendo.

Los amigos ignoraron los gritos y gemidos mientras continuaban con el desayuno. Cuando todos terminaron de comer, Wonho se ofreció a lavar los platos, la rubia se negó diciéndole que ella lo haría ya que le gustaba y no quería que Nayeon se la llevase con esa sonrisa pervertida en su rostro.

—Ya, Yoo. Lo voy a hacer deja de ser tan terca, ve a descansar con Nayeon.— Le guiño un ojo.

—Pero...— Estiró su mano pidiendo ayuda.

—Pero nada, rubio. Vamos.— Se levantó de la silla y la tomó en sus brazos otra vez.— ¿Por que tienes tantos trajes formales?— Iban subiendo las escaleras rápido y con ansiedad.

—Son del trabajo, aveces nos toca un evento importante o la gente con dinero hace fiestas allá y debemos estar elegantes.— Tenia al 5 trajes de diferentes colores y diseños.

—¿Que tengo que hacer para verte con ellos puesto?— Abrió la puerta de su cuarto y se sentó en la cama con ella en su regazo. 

—Deja de verme como un león hambriento ve a un ciervo.— Le tapó los ojos a la mayor y besó su mejilla por unos segundos.