PARTE XXV

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Nayeon y Jeongyeon salieron de la tienda con montones de bolsas con todo tipo de prendas para la menor, a parte la rubia salió disfrazada de Pinocho ya que Nayeon encontró el disfraz sin querer y le exigió a su novia que se lo llevara puesto. La rubia aceptó con la condición de que le comprara 3 helados de vainilla al salir.

—¿Por que todos nos están mirando?— Jeongyeon sentía la mirada de muchas personas en ella al pasar.

—Te ves adorable, rubio. Ah... y porque tienes el cuello todo mordido también.— La mayor empujaba la silla tranquila, después de todo ella tenía el suyo en las misma condiciones era obvio que eran pareja. Eso le facilitaba el trabajo de hacerle ver a la gente que Jeongyeon era solo de ella.

Una niña de unos 6 años se acercó tímidamente a la modelo cuando Jeongyeon se detuvo en una vitrina a ver unos Leggos.

—Ho...hola.— La pequeña niña toco su espalda para llamar su atención. 

—Hola...— Respondió Nayeon extrañada. No conocía a esa niña. 

—M-Mi hermano dice que eres muy lin-linda...— Volteó a señalar a un chico que las miraba a lo lejos sonriendo.— Dijo que te diera esto...— Extendió un pequeño peluche de cachorro lentamente mirando al suelo. En la etiqueta estaba escrito un número de teléfono más el nombre "Kyungsoo".

—Mmm... gracias, niña. Me temo que no puedo aceptarlo porque...— Estaba un poco apenada con la niña.

—Porque tiene novia. Ve a decirle a tu tonto hermano que esta preciosura no está disponible.— Jeongyeon se metió en la conversación con el ceño fruncido. Miró hacia el pretendiente de su novia dándole una mirada de amenaza.

—Lo s-siento...— La niña salió corriendo lejos de ellas asustada olvidando tomar el peluche rechazado. 

Ambas vieron como la niña llegó hacia su hermano sollozando y abrazándolo. Kyungsoo la consoló para después tomar otro camino y desaparecer de su vista.

—Eso fue raro.— La modelo detalló mejor el peluche, era lindo, lo pondrá en su cama para que la cuide.

—Ya la gente no respeta lo ajeno, ugh. Cada vez nos alejamos más de Dios.— La chica trató de disimular sus celos por la reciente escena pero no pudo. Tomó las caderas de Nayeon y las jaló con cuidado hacia atrás para que quedara sentada sobre ella.

—Tranquila, Santa Jeongyeon. Igual ese tal Kyungsoo no era tan lindo... bueno si lo era, tenía una camisa de Itaewon Class... ¿Sabes que? vamos por el.— Correspondió el abrazo de su novia y luego trató de girar la silla a la dirección hacia donde se fue el chico. Dio un respringo cuando sintió los dientes de Jeongyeon clavados en su cuello.

—¡Oye!— Empujó la cara de su menor lejos sin saber que la chica la mordería más fuerte y sin soltarla.—No te pegues que no es bolero, abusadora.— Sintió como Jeongyeon se rió y se alejó. 

—Perdón por interrumpir su momento empalagoso pero se me perdió Somi.— Wonho apareció de la nada con un algodón de azúcar y una gaseosa.

—Tiene 18 años. No creo que se haya perdido, Chinito Yuka.— La mayor se levantó del regazo de su novia y le arrebató el dulce a su amigo.

—Mmm... ¿Eres el Pinocho normal o el Pinocho de Shrek?— Aguantó la risa cuando vio a su mejor amiga vestida así en pleno mes de junio.

—¿Cual es la diferencia, idiota?— Le respondió con otra pregunta al chico.

—El de Shrek usa tanga, rubio.— Antes de que Wonho le aclarara su duda, Nayeon se acercó a su oído a susurrarle para después morderlo.

—A-Ah... que cosas dicen, jaja.— Trató de actuar normal sin hacer notar su nerviosismo, llevaba puesta una semi-tanga en ese momento. Escucharon un grito haciéndolos voltear extrañados.

Princess [2Yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora