Princess [2Yeon]

PARTE XXI

Un toque en la puerta despertó a las novias que dormían cómodamente una sobre la otra. Nayeon abrió los ojos irritada ¿Quien vergas se atreve a levantarla?

—¿Quien es?— Preguntó con un tono frío.

—Tengo hambre, idiota.— Tzuyu siguió tocando la puerta más fuerte despertando a Jeongyeon.

—¿Que...— La menor tenía la peluca torcida y su maquillaje está un poco chorreado.— Bajaremos en un rato, Satán.— Tomó la pierna de Nayeon y la acomodó mejor sobre su cintura para seguir durmiendo.

—Okay.— Se escucharon sus pasos alejándose.

La mayor se levantó de la cama con cuidado después de unos segundos, cuando puso sus pies en el suelo y se levantó perdió el equilibrio cayendo desnuda sobre Jeongyeon. La chica abrió los ojos de golpe asustada por el peso sobre ella.

—Hola, mommy.— La mayor lamió su cuello causándole escalofríos a la rubia.

—N-No hace falta que me sigas llamando así, Nayeon.— Le sonrió nerviosa viendo hacia el techo evitando la mira intensa de la chica.

—¿Podemos hacerlo otra vez?— Su tono de voz era de súplica.

—No lo creo, vamos. Arriba.— Puso sus manos en su cintura para moverla. Al tocar su tibia piel con sus manos frías sacó un pequeño jadeo de Nayeon, al parecer seguía un poco sensible.

—Bien, estoy muy cansada hacerlo otra vez de todas formas.— Se paró ofendida.

—¿No tienes hambre?— Jeongyeon le preguntó para convencerla de bajar a la cocina.

—Si pero de otra cosa, rubio.— Se giró hacia ella aún estando desnuda haciendo que la menor se atragantara con su propia saliva.

—Vístete, niña.— Se tapó los ojos y le dio la espalda. Sintió un poco de pena al ver como había marcado a Nayeon por todas partes "¿En que estaba pensando? ¿Le habrá dolido? ¿Y si le coloco un poco de mentol?" Eran unos de los pensamientos que pasaban por su mente.

—¿Habías jugado a ser Mommy antes?— La modelo le preguntó a la chica con el yeso.

—No ¿Por que?

—Lo hiciste genial... pero yo tendré el control la próxima vez.— Después de terminarse de vestir se miró al espejo. Su cuello estaba lleno de chupones y mordidas. Le encantó.

—Okay...— No sabía porque pero Jeongyeon sintió un poco de miedo. Nayeon no parecía tener todos los tornillos de su cabeza.

—Listo.— Se tiró a la cama y abrazó a la menor por la cintura.— ¿Que hora es?

—Son las...— Volteó a ver su reloj de mesa.— 2:46pm. Wow, dormimos demasiado. Ahora estaremos despiertas toda la noche.— Se quejó haciendo un puchero que Nayeon no pudo apreciar.

—A mi no me molesta.— Metió su mano bajo su ropa y acarició su vientre tentando su mano más arriba.— Podemos seguir jugando.— Antes de llegar a su brassier, la mano de Jeongyeon la detuvo.

—¿Siempre andas en celo?— Giró su cuerpo para quedar frente a la modelo.

—Depende, nunca había tenido una pareja tan jodidamente sexy como tu, rubio. Mi amor por ti arde con la intensidad de mil soles.— Se tocó el pecho dramáticamente.

—Creo que te arde otra cosa, princesa.— Llevó su vista hasta la entrepierna de la chica riéndose.

—Es su culpa, príncipe.— Se escondió en el cuello de la rubia avergonzada.