Princess [2Yeon]

PARTE IX

—Princesa, debo pedirle que me acompañe.—Una pelinegra de 10 años le decía a su amiga mientras le extendía la mano con una reverencia.

—¿A donde, príncipe?— Dijo la pequeña Nayeon y después tomó la mano de la niña.

—Hay un espectáculo de luciérnagas afuera, majestad.— La más alta la guió hasta donde estaba un columpio rodeado de los insectos brillantes.

—Wow... es muy hermoso.— Ambas miraron como los insectos revoloteaban y parpadeaban en la oscura noche.

Nayeon trató de agarrar uno con sus manos haciendo un salto hacia ellos, fallando en el intento, obviamente. La más alta estaba riendo viendo cómo la niña seguía saltando, hasta que por un mal cálculo se tropezó con el columpio y cayó al suelo.

—Princesa ¿Se encuentra bien?— Jeongyeon la ayudó a pararse y a quitarse la tierra de su lindo vestido.

—Si...— La niña miró sus rodillas con preocupación. La otra también hizo lo mismo.

—Sus rodillas, princesa. Están sangrando.— Estaba brotando un poco de sangre las rodillas de la mayor.

—Iré por una toalla húmeda.— Dijo la pelinegra para después salir disparada hacia su casa.

En menos de 5 minutos llegó la pequeña con una gran cantidad de toallines, alcohol y vendas. Sentó a la niña en el columpio, se arrodilló frente de ella y comenzó a curarle sus raspones.

—Si mi madre se entera me va a castigar, príncipe.— Ardía un poco el alcohol en la herida pero podía soportarlo.

—No se enterará, princesa. Lo prometo.— La niña termino de ponerle las vendas y le dio un beso en cada una de ellas.

—¿Como se que guardará el secreto?— Se paró del columpio de un salto y vio hacia la luna.

—Lo he prometido, nunca la traicionaría, majestad.— Se puso a su lado viendo hacia la luna también y se acordó de algo que vio en televisión.

—Yo la otra vez vi qué cerraron una promesa con un...— Nayeon volteo a verla esperando a que terminara de hablar.

—¿Con un que?— Preguntó curiosa mirando a la chica que tenía su vista en el suelo un poco avergonzada de lo que iba a decir.

—Con un beso.— Se llevó sus manitas a su cara para tapar su rostro que ya estaba de un color carmesí.

—Oh... un beso.— La niña pensó que no había nada de malo con eso, al final ella era una princesa y la otra era un príncipe.

—Está bien, príncipe Jeongyeon.— Dijo después de pensarlo unos segundos. Quitó las manos que cubrían el rostro de la niña y se acercó a ella.

—Nayeon, yo no creo que debamos hacer esto.— La niña dijo alejándose un poco de la más baja caminando hacia atrás y saliéndose de su actuación.

—Eres el príncipe más apuesto del reino, no voy a dejar que otra que no sea yo te bese aparte debemos cerrar la promesa.—  Se volvió a acercar a ella, la tomó de los hombros y juntó sus labios suavemente.
                                         
Jeongyeon abrió sus ojos lentamente, estaba viendo muy borroso trató de frotarse sus ojos con su mano derecha pero al levantarla sintió un aparato en su dedo que le hacía presión. Cerró sus ojos otras vez y luego de unos segundos volvió a abrirlos. Miró a su alrededor confundida preguntándose si seguía soñando.