Princess [2Yeon]

PARTE XIII

—¿Jeongie?— Preguntó su amiga viendo como las más alta tenía la ropa un poco arrugada y las mejillas sonrojandas.

—Vamos por esa medicina.— Salió por la puerta los más rápido que el yeso se lo permitió y tomó el brazo de Jihyo.

—¡Chinito yuka!— Gritó y a los pocos segundos llegó Wonho corriendo asustado.

—¿Que fue?— Vio hacia los lados buscando una amenaza.

—Llévame al sofá.— Estiró sus brazos hacia el.

—Ay babosa me asustas.— Cargó a la chica sin ningún problema y la bajó.

Jihyo iba detrás de ellos cuando escuchó como se abría una puerta detrás de ella. Extrañada se volteó lentamente y vio a Nayeon saliendo de la habitación con una sonrisa traviesa plasmada en su rostro. Parecía una niña que acaba de comerse algo a escondidas.

—¿Nayeon? ¿Que haces aquí?— No sabía en que momento había llegando la modelo.

—Vine a visitar a la inválida.— Dijo normal y pasó por su lado sin mirarla.

—¿Desde cuando te preocupas por ella?— Jihyo tomó su brazo cuando la chica venia pasando.

—Desde que me gusta, no me toques.— Le dijo a la más baja para luego quitar su mano bruscamente.

—Claro que no te gusta, ni siquiera la conoces. Solo le harás daño y después la dejarás por otro.— Era más que obvio que la más baja estaba celosa.

—No hables como si me conocieras, Jeongyeon ahora es mi novia te guste o no.— Se acercó a ella tratando de intimidarla.

—Eso ya lo veremos.— Le dió un leve empujón por lo hombros y se alejó de ella.

El par bajó a la sala casual como si no hubiese pasado nada arriba, Jihyo se fue a sentar junto a Jeongyeon en el sofá mientras que Nayeon se quedó recostada de la pared viendo los movimientos de la más pequeña.

—¿Por que tardaste tanto? Se va a pasar la hora de la medicina.— Imitó la voz de Jihyo cuando esta la llamó.

—Ja ja ja, acuéstate boca abajo.— Quitó las almohadas y sábanas que había sobre el sofá.

—¿Qué? ¿Por que?— Jeongyeon no quería saber.

—Tengo que inyectarte en una nalga, linda.— La rubia trató de alejarse de ella pero Jihyo le tomó la mano cariñosamente deteniéndola, acto que no pasó desapercibido por Nayeon.—Es por tu bien.— Sacó una jeringa de su morral y después la llenó con un líquido transparente.

—¡No! Eso duele mucho, God Jihyo.— La chica ya podía sentir la aguja en su trasero tan solo con verla.

—No seas dramática, solo será un pinchazo, pélate una nalguis porfis.— Hizo aegyo para convencer a la rubia.

—Ugh, está bien pero tápense los ojos todos, en especial tu.— Dijo mirando a su alrededor para después señalar a Nayeon, se puso boca abajo con ayuda de su amiga y esperó.

—Ni que fueses Park Jimin, esas si son unas nalgas de primera.— Le respondió Nayeon rodando los ojos y volteándose.

—¿Quien vergas es Park Ji...— No se dió cuenta en que momento Jihyo bajó su pantalón y puso la aguja en su nalga izquierda.— ¡Agh! ¡Duele!— Hundió su cara en la almohada para callar sus quejidos.

—Shhh, tranquila, debe ser lento. La doctora Minatozaki dijo que es para que no se abra los puntos de la operación.— A Jihyo le dolía ver a su amiga así.