María Laila Morango Pierini

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Nunca vamos a descubrir quien somos realmente, estamos todos el tiempo cambiando y cuando creemos saber que o quienes somos llega algo que nos da la vuelta al mundo, en mi mundo siempre fue la razón, si los años pasaron pasado, las mentiras seguía...

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Nunca vamos a descubrir quien somos realmente, estamos todos el tiempo cambiando y cuando creemos saber que o quienes somos llega algo que nos da la vuelta al mundo, en mi mundo siempre fue la razón, si los años pasaron pasado, las mentiras seguían enteradas pero nuestro amor estaba más fuerte que nunca.

Stephen y mi madre, Luna, me había asegurado que Zafi estaba bien y segura, un día sin verla, un día sin escuchar su risa o sus gruñidos cuando se enfangaba, me arrepentía de haberle ocultado su verdadera naturaleza, no le había explicado por qué tenía esa magia en su ser o por que la protegía todo el tiempo, pero no era solo mi culpa Luna también lo quería así, era ella quien debía decidir cuándo decirle la verdad...

-Mai ¿Todo se encuentra bien?- en ese momento salí de mi transe, concentrándome en la persona que me había hablado

-Mai... - volvió a decir Ami, ella me miraba confundida pero un destello en sus ojos me indicaba que estaba atemorizada

-Estoy bien- dije levantándome lentamente de mi cama

-Mai, nos tienes preocupados, hasta Harry dice que algo te pasa y no me vengas a decir que no es nada porque  te conozco, incluso diría que te conozco mejor que nadie- dijo Ami parándose a mi lado, yo le sonreí

-Estoy preocupada...- dije en un susurro apenas audible

-Zafi está bien y lo sabes – exclamo ella, yo solamente negué con la cabeza

-No es por Zafi sé que es fuerte y sé que podrá con esto, estoy preocupada por nosotros- dije sin pensar en mis palabras

-¿Por qué?- pregunto atemorizada, yo simplemente camine hasta el balcón fijando mi vista en el espeso bosque

-Mai ¿Qué hiciste?- pregunto esta vez con la voz más alta, pero ninguna palabra salió de mi boca.

Ella simplemente jalo de mi brazo haciéndome mirarla, frunció su ceño pero yo volví a ignorarla, ella sabía que no quería hablar, pero también que algo muy mala había hecho, igual que la luna sabia cuando ocultarse y dejar el paso a el brillo del sol, yo sabía que el momento de decir la verdad había llegado, seguramente S.M.M estaría amenazado muy pronto, no iba a dejar que mi familia y amigos se enteraran por alguien más, pero antes de decirle  a todo mundo se lo diría a Ami...

-Los traicione- susurre sin quitar la vista del bosque, Ami me soltó el brazo y me miraba, lo sentía su mirada clavada en mi como una espada.

-¿Cómo nos traicionaste?- pregunto seria pero luego se empezó a reír, yo la mire y ella paro de reír.

-Fui yo... Yo libere ah Erick y Erice la noche de mi boda – dije aguantando  las lágrimas, Ami solo me miro y sin decir ni una sola palabra salió de la habitación dando un gran golpe.

Sabía lo que pasaría, Ami se había enojado mucho, se lo diría a Sam, a Gime, a Dani y a Harry, con suerte los niños no se enterarían pero lo dudaba mucho, luego de que me case con Harry pensaba en lo que había hecho, recorría los pasillos de noche como un fantasma sin rumbo, pensaba que las paredes de este castillo estaban malditas y que esa maldad se iba pegando poco a poco en las personas que lo habitaban, ahora me daba cuenta que el castillo no está maldito solo yo lo estaba, me creía buena persona pero había sido egoísta, preferí mi felicidad antes que la seguridad de mi pueblo y ahora pagaría las consecuencias.

Huellas Nocturnas (Sin Editar) •Saga Lunares •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora