El legado más poderoso de todos queda en manos de la nueva generación, el planeta es más seguro que nunca o eso creían, pues una batalla se está estableciendo en las sombras de la galaxia, una batalla que no ganarán a menos que emprendan una aventur...
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El fin de otro dia, un dia que había sido especial, mi error parecía ser perdonado poco a poco y la llegada de una vieja amiga nos había sorprendido, la esperanza porque Zafi lo lograra era más fuerte que nunca, pero también existía el miedo, un miedo que podía sacudir mares y elevar montañas.
-Ella es fuerte, incluso más fuerte que tu- dijo una voz a mi espalda, reconocía esa voz era cálida y hogareña
- ¿Y si no?¿ y si me equivoque, Sam?
-¿Maiara Black tiene miedo? La chica de la profecía, la que no teme meterse a un bosque lleno de monstruos para salvar a las personas, la que se enfrentó contra los reyes de toda esta tierra, la que lucho dia y noche para buscar lo que se merecía es chica ¿Tiene miedo?- dijo sentándose a mi lado con una sonrisa
-Sí, te acuerdas la vez que le pusieron precio a mi cabeza, me asusté mucho aunque no lo pareciera – dije bajando la mirada
-Te asustaste cuando descubriste que Aless lo había hecho – dijo levantándome la cara para que lo mirara – Mai eres extremadamente fuerte y Zafi también lo es, es tu hija si tu soportaste con todo eso ella también lo hará...
-Zafira no es ingenua, la vi crecer y la vi cambiar ella es una rosa, divina pero con espinas- otra voz hablo esta vez, mire por encima del hombre y allí se encontraban mis dos sobrinos Blood y Aqua
-Gracias chicos – les dije mirándolos
-Tía ¿crees que tú y yo podamos hablar?
-Claro Blood, ven siéntate ¿Les importa?- pregunte mirando a Sam y a su bella hija
-Nosotros ya nos vamos, una carrera sirenita – exclamo Sam mirando a Aqua
Ambos se fueron y yo me quede sola con Blood, él tenía la cabeza gacha intentando esconder sus ojos rojos, como la madrina de Blood había pasado mucho tiempo con él y sabía que sus ojos delataban la verdad, Blood era un chico de corazón puro, un niño lleno de sentimientos.
-Mama no quiere que hable contigo, se siente traicionada, ella está muy triste y enojada – dijo con voz entrecortada
-Lo sé y la verdad es que tiene razones para sentirse así, yo la engañe...
-Deberías ir a verla, se que no es asunto mío o que no debo decirte que hacer, pero siempre han sido amigas y todo el mundo se equivoca, ella te perdonara – exclamo levantando la cabeza, yo le sonreí
-Yo soy la adulta, ¿No debería darte yo los consejos?- pregunte él se rio
- Hay algo más...
-Dime Blood no tengas miedo- dije guiñándole un ojo
-Dani nos contó la verdadera historia, nos contó todo y dijo que debemos de estar preparados para lo que se viene ¿Enserio crees que la guerra se esté acercando?- pregunto, coloque la mano en su hombro y lo mire fijamente
-Hay mi niño, eso es algo que no lo decido yo y si creo que ese futuro está muy cerca pero eso no significa que nos daremos por vencidos, somos guerreros, todo saldrá bien- exclame el sonrió y se paró, hizo un gesto con la mano, para luego marcharse
-No te puedo decir si terminara bien, lo que te puedo contar es que para Blood si acabara bien – dijo mi madre apareciendo a mi lado, me sonrió y apoyo su mano en mi frente mostrándome una parte de lo que pasaría con Blood.
Blood enamorado de una chica que se veía borrosa, sonreí por eso, A veces me preocupaba no saber de Zafi, ver su futuro haría que cambie ya que llevaba mi sangre, en cambio sí podía ver el futuro de Blood y Aqua, claro si Luna me lo permitía.
-¿No viste a la chica verdad?- le pregunte
-Sí, si la vi, solo que tú no puedes verla- exclamo sonriéndome y tocándome la punta de la nariz como si fuera una niña chica, luego solo desapareció sin dejar rastro.
La duda me comía, aunque sabía que so no er5a de importancia ahora, me levante intentando dejar de pensar en Blood y en la que sería su novia y mujer algún dia, trate de poner mi cabeza en blanco para luego concentrarme en Ami, debía de hablar con ella.
Camine hasta la casa de Ami, quería despejar mi mente y no era tan lejos, se había construido una choza con Jak en el bosque, así estaba cerca de nosotros, no venía hacía mucho tiempo, la última vez que estuve acá recién la habían construido, estaba muy diferente desde aquel entonces, la entrada estaba llena de rosas rojas y amarillas, las favoritas de Ami, lentamente me acerque a la puerta hasta estar a medio metro de ella, extendí mi brazo y toque, sin antes respirar profundo.
Cuando abrió la puerta vi como tenía el maquillaje corrido, de llorar, pensé en todas las cosas que habíamos vivido juntas y no lo aguante la abrace empezando a llorar, ella me tranquilizo con la mano y me separo, se corrió hacia un lado dejándome entrar, no pronuncio ni una palabra en todo ese tiempo.
Entre lentamente con la cabeza gacha como niña chica, no dije nada, me seque las lágrimas y me arme de valor para mirarla, ella me miraba fijamente.
-Maiara ya no somos niñas chicas, sabes muy bien lo que hiciste – dijo lo más seca posible
-Lo siento ¿sí? Estaba presionada, no quería perder a nadie más y acababa de recuperar a Harry- dije sin pensarlo, ella cerro los ojos y negó
-Solo pensaste en ti, ¡no pensaste en tu familia, ni en tus amigos y mucho menos pensaste en tu sobrino que acaba de nacer!- exclamo, estaba furiosa
-Ami, perdón...
-Sé que era mucha presión, éramos solamente adolecentes – suspiro – Mai quiero que entiendas de que si hubiese pasado algo malo no te lo perdonarías, aunque te entiendo, sé que si hubiera estado en tu situación haría lo mismo que vos hiciste pero a pesar de eso mentiste por muchos años...
Podía entender lo que decía y tenía razón, habían pasado demasiados años desde que empecé a mentir, mi llegada a S.M.M cambio a todos y a mí misma, tuve que aprender que algunas cosas se dicen y otras se guardan, aprendí a mentir y a envenenar a los que me rodean.
