El legado más poderoso de todos queda en manos de la nueva generación, el planeta es más seguro que nunca o eso creían, pues una batalla se está estableciendo en las sombras de la galaxia, una batalla que no ganarán a menos que emprendan una aventur...
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-¿Cuándo será momento?
-Cuando la verdad salga a la luz...
-Exactamente Aqua- dijo mi madre sonriéndole
-Bien, hay que aprontarnos más.
-Tienen que llevar el espejo para donde vayamos a pelear- exclamo Erick
-No vamos a mover el espejo – gruño Harry
-Tiene razón tío, si dejan el espejo acá cada persona que venga de Scart matara a quien se le cruce y habrá niños en el castillo...
-No te metas en asuntos mayores Aqua – exclamo Sam
-Déjala Sam, tiene razón además algún dia va a ser reina, debe de aprender de estos asuntos – dije, mirando la gigantesca sonrisa de mi sobrina
Ella se unió alrededor de la gigantesca mesa que había, en esta estaba el mapa de S.M.M, mirar ese mapa, pensar en los alumnos del colegio y de las personas que vivían en nuestros bosques, me hizo temblar, ¿cuantas personas saldrían lastimadas? ¿Cuántas vidas perderíamos?, parecía que nuestras vidas siempre estaban en un peligro constante, en ese instante me acorde de una frase que me había dicho Harry tiempo atrás, no hay árbol que el viento no haya sacudido, tiene mucha razón, cada persona es un mundo y el viento, los problemas que te llegan es por algo, está en ti superarlos o sólo dejarte caer.
El clima en la sala había cambiado, el tiempo pasaba rápido y tener que luchar junto a nu duros enemigos se sentía extraño y ajeno, sabíamos claramente los movimientos que el Erick de Scart haría, ¿pero qué sucedería con los que Alessandra estaba planeando? Sentía la extraña necesidad de huir, de dar corte a esta lucha sin fin, sentía que algo cambiaría.
-Tia...
-¿Si Blood?
-Se que Zafi lo va a lograr, pero siempre existe la posibilidad de que algo pase...
-Es tu prima menor, es tu mejor amiga y tu la viste crecer, si tú crees que lo logrará así será- exclame con una sonrisa
-Debemos descansar mañana será el día- dijo Sam
Nadie dijo ni una pala ara más todos se marcharon a sus habitaciones, a Erick y a Erice se los llevaron a una habitación custodiada y aunque la noche cada vez parecía más profunda yo no tenía sueño.
Harry lo noto, estábamos en nuestra habitación él acostado sobre la cama y yo en el balcón mirando el intenso bosque, que ahora nuevamente estaba vibrando hermosura, supuse que Zafi tenía sentimientos más potentes que los míos o los de Harry, pues nuestras mentes estaban hechas un lío.
-¿Que sucede mi reina?- preguntó Harry corriéndome el pelo y empezándome a besar el cuello
-¿Nuestras vidas siempre estarán llenas de peligros?
-Eso las hace emocionante, aunque si lo que quieres es sacarte eso de la cabeza ¿porque no escribes un poco?
-Bo encuentro palabras para describir lo que siento- dije frustrada
-Mai no apariciones tus sentimientos déjalos libres, deja fluir el fuego por tus venas y deja que estalle- exclamó mientras me daba la vuelta para luego besarme
-Estallemos juntos - dijo en un susurro contra mis labios
-El Fuego quema Harry- dije empujándolo para adentro de la habitación
-Soy un lobo, así que correré el riesgo...
Sus besos junto con sus manos se ungieron en mi cuerpo, la luna brillaba cada vez más fuerte y la noche se hacía cada vez más larga, el fuego corría entre nosotros hasta explotar.
Harry se quedó dormido luego pero yo aún tenía algo que hacer, en mi mesita de noche siempre había una libreta con un lápiz, los tomé y deje que mi mente fluyera.
Primero fuero palabras y frases sin sentido pero poco a poco fue tomando forma, poco a poco fueron saliendo y al final turbe trad frases, una para cada uno de mis hijos, pues estas frases los describían bien a ellos, "lánzame a los lobos y saldré liderando la manada" para Zaina, "No se puede borrar el pasado, pero si podemos empezar a escribir un futuro mejor" para Zion y para Zafi "No debemos tener miedo a equivocarnos, hasta los planetas chocan y del caos nacen estrellas".
Esos eran los hijos en su máximo resplandor, eran líderes, llenos de valentía, armonía y guerra, sedientos de venganza, pero justos y nobles, al menos así era Zafi, esperaba con todo mi corazón que algún día Zaina y Zion me llamarán madre, me vieran y sonrieran, sabía que seguramente eso no pasaría apenas cruzarán el portal pero algún día, todo podía pasar incluso yo podía caer en esta guerra y si el final de la guerra fuera con mi caída, lo aceptaría, pues toda historia tiene su fin, mi vida por la vida de los que amo, no parecía un gran costo, mientras reparara mis errores.
-Aún te queda mucha vida Hija.
-¿Cuántas veces te tengo que decir que toques la puerta?- Dije lo cual ocasionó una risa en mi madre
- Ya me tengo que ir para Scart, aunque antes pasaré por Terra para hablar un poco con Stephen, deberías dejar de pensar en la muerte - dijo informándome
-Se que alguien deberá morir y sé que seré yo...
-Cariño mío no existe el destino, cada quien hace su camino y créeme cuando te digo que el futuro no está escrito en piedra, todo puede pasar Mai pero si sigues pensando que será tu final así va a ser, atraes lo que vibras...
-Tu ya viste el futuro ¿verdad?
-Si te lo digo no sucederá, deberías dormir los primeros rayos de sol ta están por salir- exclamó yo asentí, lentamente se acercó y me dio un b si en la frente como a una niña chica
-Nos vemos mañana del mismo lado- dije mirándola
-Siempre estaré de tu lado Mai, ahora acuéstate con tu esposo antes de que se despierte - exclamó sonriente, yo asentí y me acoste.
Cuando volví a mirar en su dirección ya había desaparecido, suspiré, mañana sería el día final , mañana un nombre sería tenido otra vez, mañana un nombre volvería a la vida, mañana un reino lucharía por su lugar y el destino de los mundos se firmaría, pero de algo todos estaban seguros una venganza se sellaría, pues la sangre se paga con sangre.
