Luz White

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No tenía nada de sentido, ¿porque mi destino me ataba a los príncipes de Scart y a su guardia?, Cesi me miraba esperando que respondiera, pero no podía, en mi mente había un rompecabezas, no voy a decir que estaba casi armado porque no era así, faltaban muchas piezas.

-¿Cuál es el muevo tatuaje?- Pregunto, sacándome de mi rompecabezas mental, mire mi muñeca, notando cada detalle de la nueva figura marcadas en mi cuerpo con tinta negra.

-Una rosa y un reloj de bolsillo.

-Estoy empezando a pensar que los tatuajes están relacionados contigo, así que dime ¿esa imagen o tatuaje te hace acordarte a algo? – menciono mientras caminaba hasta un librero, vi como leía los títulos que había en este, pero en verdad no le interesaba ninguno.

Me senté en la cama mientras pensaba lo que podía significar, pero mientras más pensaba menos respuestas hallaba, no tuve noción de la hora, pero en un momento caí dormida.

(...)

-¿Siempre duerme así?

-Se ve adorable

-¿Chicos que tal si salen y la llamo?

-Parecen idiotas, ¡Amiat!

Ese grito hizo que me despertara de una vez por todas, mi cuerpo salto quedando sentada en la cama, frote mis ojos para poder abrirlos y cuando lo hic me encontré con cuatro chicos, los cuatro me miraban fijamente, Cesi se disculpaba con la mirada, Zion me sonreía ampliamente, Zaina me miraba de reojo y Helen parecía enojada, ¿Cómo no estarlo, con el grito que pego? Pensé.

-Buen dia- dije tímidamente

-Vístete, los reyes dijeron que están a mi cargo y que esta noche en una cena las conocerán – exclamo Helen y salió de la habitación seguida de Zion y Zaina.

Técnicamente estaba vestida con la ropa de ayer, ¿Cómo sabía que había pasado toda una noche? El reflejo del amanecer entraba por la ventana, agarre ropa y me dirigí al baño para cambiarme, deje a Cesi en la otra habitación, parecía preocupada, intente no darle importancia abrí el grifo de la tina para que se llenara.

Cuando al fin se llenó me zambullí en ella, aunque mi cuerpo sentía como se ahogaba, no me importo, mi mente se sentía así de tantas preguntas que había en ella, cuando no resistí mas salí a la superficie, respire hondo y termine de bañarme.

Al salir de la habitación con Cesi nos encontramos dos guardias, nos hicieron señas para que los siguiéramos, recorriendo una vez mas gran parte del castillo, pero todo cambio al llegar a la puerta que daba a el patio del castillo, los guardias la abrieron dejando a la vista el enorme jardín que había, lleno de rosas rojas y negras, en ese mismo lugar estaban los príncipes y Helena que aun sostenía su ceño fruncido.

Los guardias se retiraron y nosotras nos acercamos a los tres chicos que peleaban.

-Al fin llegan – dijo Helena parando de usar sus poderes y así terminando la lucha

-Perdón, ¿Qué hacemos acá?- exclamo Cesi

-¿No es obvio? Vamos a ver los dones de Amiat.

Cesi rápidamente me miro y yo a ella, claro estaba que a ella no la pondrían a pelear, es la princesa de Terra y sabían casi todo sobre ella, pero aunque fuera obvio que me llamarían a mí, un escalofrió recorrió mi cuerpo.

-Ven Amiat, no tengas mido y has lo que yo te diga- solamente asentí ante las palabras de Helena

Ella me miró fijamente para luego mover su mano en el aire, me quede pensando que podía ser, hasta que completo el dibujo y allí se ilumino de un amarillo intenso, era una runa, luego de iluminarse la empujo hasta un árbol haciendo que se pendiera fuego.

-Intenta hacerlo.

Nuevamente asentí, no tenía palabras, dibuje la runa que había visto anteriormente y no pasó nada, Zaina se rio de mi intento fallido, pero Helen solo frunció más su ceño.

-Ves Heli, no tiene magia, es solo una pueblerina- exclamo Zaina y aunque sabía que se equivocaba me quede callada, esperando la respuesta de Helen.

-Que no pueda utilizar las runas no significa que no tenga poderes, Amiat quédate quieta- dijo sonriente, yo la mire seriamente esperando que dijera algo más, pero no lo hizo, lo único que hizo fue extender su mano hacia mí y de esa manera dejar salir un rayo amarrillo de su palma.

No me moví hasta que el deslumbrante brillo desapareció, la mire esperando que dijera algo, fue hay que note como su cara de enojo cambio a una de confusión, pro además de eso no dijo nada más.

-¿Que pasa Heli?

-Tuve una visión mientras escaneaba a Amiat- dijo ella, no me había dado cuenta que los poderes de Helen eran tan fuertes como para ver el futuro.

-¿Qué viste?- le pregunto Zion mirándome

-Vi que Carmesi y Amiat se volverán grandes amigas nuestras.

Zion sonrió como si fuera lo que él esperaba, le devolví una sonrisa amable, en cambio Zaina miro a Cesi y aunque creí que le iba a sonreír no lo hizo, lo único que pasó fue su huida.

-Perdonen a mi hermana, no es muy sociable- dijo adolorido Zion

-Tranquilo- dije y me acerque para tocarle el hombro en señal de entendimiento, el me sonrió y salió tras su hermana.

Mire a Helen y a Cesi, no dijeron ni una palabra, Helen nos hizo señas para que la acompañáramos, empezamos a caminar por el tenebroso bosque de Scart.

-Los príncipes necesitan su espacio, ustedes dos están bajo mi custodia.

-¿A dónde nos llevas Helen?

-En Scart hay tradiciones, Carmesi, y una de ellas es rezar a la familia sagrada, vamos a la cúpula.

Mientras caminábamos empecé a reconocer la zona, no era tan distinta a el Planeta tierra, aunque sí mucho más aterradora y como lo supuse a donde se dirigía Helen era a el rosedal o como ellos la llamabas la cúpula.

La rosas rojas y negras rodeaban el lugar, la mesa que había no contenía una rosa como en el Planeta tierra, si no unas figuras, una familia.

-Él fue nuestro dios, Oscuridad- señalo a el hombre más alto- a su lado esta su esposa Luz, la diosa de Terra, delante de ellos sus hijos Sol y Luna, Luna es la actual diosa de Scart, Terra y el Planeta Tierra- culmino mirándome, era impresionante ver como los guerreros de Scart apreciaban y adoraban a sus dioses, a mi abuela.

-¿Que pasara cuando Luna se retire?-pregunte, un impulso o fue una intención, fura lo que fuera a Amiat la entristeció.

-Scart entrara en guerra con el Planeta tierra- esa respuesta me desconcertó y al parecer no fui la única pus Cesi enseguida pregunto:

-¿Por?

-Luna le daría su poder a su hija Maira, la reina del Planeta tierra y so causaría la guerra, Scart no la acepta.

-¿Luna no le puede dar a nadie más sus poderes?- pregunte confundida por los sentimientos de Helena que estaban saliendo a la luz.

-No, se transmite por sangre y la nieta de Luna está muerta, a veces me pregunto ¿Si la princesa Zafira estuviera viva el pueblo la aceptaría? – dijo y agacho la cabeza, mire a Cesi la cual hizo lo mismo.

Fue allí que me di cuenta se aproximaba una guerra, una que se solucionaría con la nieta de Luna pero, para dos planetas esa nieta estaba murta.

Fue allí que me di cuenta se aproximaba una guerra, una que se solucionaría con la nieta de Luna pero, para dos planetas esa nieta estaba murta

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Huellas Nocturnas (Sin Editar) •Saga Lunares •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora