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Como cada domingo acostumbraba, y su rutina de fines de semana durante seis años consecutivos; Wooyoung caminaba por las muy transitadas calles de Seúl, ya faltaba poco para llegar a la casa de su mejor amigo. Apresuró más sus pasos cuando le llegó un mensaje proveniente de este, preguntando si tardaría de más o si estaba cerca.

"Tranquilo San, voy doblando la esquina"

Guardó su móvil y esta vez corrió hasta llegar a la casa de San.

Al llegar este mismo le abrió la puerta y lo dejó pasar. Estando dentro ambos se abrazaron fuerte, y seguido de eso San habló:

-La comida estará aquí en cualquier momento, así que, hay que esperar...-.

Woo tomó asiento en uno de los gigantescos sofás de la casa de su amigo. A pesar de frecuentar la casa de este cada domingo en los últimos seis años, aún le sorprende que el chico de tan solo 19 años viva en una casi que mansión, solo. Tan solo acompañado de los pocos cuadros y a veces, de su propia compañía.

- ¿Has hablado con SeongHwa? Me enteré que discutieron la semana pasada- Esta vez habló Wooyoung, dirigiendo la pregunta hacia el menor que a penas tomaba asiento en el sofá de al lado de donde él se encontraba.

-No fue la gran cosa, Wooyoung. Tan solo discusiones sin sentido, y al final, el equivocado resultó ser él- San tomó el control remoto y encendió el televisor mientras hablaba, al dejar de hacerlo, observó a Wooyoung y le sonrió en plan de victoria. Claro, así es el orgulloso Choi San.

-Como tu digas, cielo-

Durante su largo período de amistad, los apodos realmente cariñosos no son problema para ninguno de los dos. San empezó el "juego" llamando a Wooyoung "bebé" luego de que este se molestara cuando tenían 16 años, la palabra se escapó de los labios de San, más a Wooyoung no pareció molestarle en lo absoluto. Desde entonces, llamarse "bebé", "cielo" o "cariño", se volvió una costumbre para ambos, y nunca se presentó problema alguno por ello.



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El timbre de la puerta principal sonó. Uno de los tantos detalles que Wooyoung amaba del hogar de San, era aquel tono de timbre tan peculiar, a sus 13 años fue la primera vez que lo escuchó, y ha sido el único timbre que le ha llamado la atención de cierta manera. Tiende a parecerle tierno y muy... típico de San.

-Sigue siendo lindo...- dijo en voz baja, San corrió a la puerta principal y recibió la comida. Pagándola de inmediato y adentrándose de nuevo a su cómodo hogar.

Wooyoung caminó hasta la cocina para notar todo lo que su menor había comprado. Miraba deseoso las cajas de sushi, pollo frito e inclusive, sus pastas favoritas. Desde luego, los domingos en casa de su mejor amigo son las mejores.

Y son de las pocas cosas que Wooyoung no desea cambiar nunca.

დ.𝒀𝒐 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒆... ⟿ woosan ⬳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora