12.

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En el momento en que Derek me hablaba mientras se burlaba de mí en mi cara recordé a Zac, él fue el único que se atrevía a hablarme de esa manera sin que hubieran consecuencias, sin que yo le dijera nada o me defendiera. Derek no era nada ni significaba nada para mi pero lo que me dijo y la manera en la que me trató me hizo dar cuenta de la basura que yo era, de la mierda en la que me había convertido, luego de tanto tiempo en que trate mal a la gente e hice cosas horribles, nunca nadie me había abierto los ojos asi y a pesar de que me habia dolido en el alma solo podia por fin entender que todo era mi culpa.

Salí de la cabaña y me adentre en el bosque, ya era un poco tarde pero solo quería despejar mi mente, en mucho tiempo nunca me habia dado cuenta la clase de persona que era, solo viendo la mierda en otras persona te das cuenta que algo estás haciendo mal en tu vida para merecerlo, y yo merecía todo lo que me estaba pasando. Sin hacer caso y olvidando todos las advertencias que Jason me había dado, encendi el telefono que me había dado solo para una urgencia y decidí llamar a Cris, solo queria saber si estaba bien.

El teléfono no tenia señal, me adentre mucho mas al bosque para encontrar el punto en donde podia realizar la llamada y justo entre unos árboles pasando un pequeño arroyo la señal entro a mi teléfono.

-¿Cris?- Dije luego de unos segundos cuando escuche su voz tras la línea.

-Por Dios Vanessa, ¿estas bien? ¡llevo semanas tratando de comunicarme contigo!- Dijo con un tono un poco alterado.

-Lo siento mucho, de verdad, no podia hablarte hasta no estar segura.

-¿Segura? ¿de que estas hablando? ¡Dime que es lo que pasa!- Su tono de voz se levantaba mas.

-Cris te prometo que te lo contaré, pero ahora solo quiero saber como estas tu, quiero saber si todo este lío no te a afectado a ti tambien- Me senté en un tronco mientras seguía hablando al teléfono, la oscuridad y el frío empezaba a invadir el bosque.

-¿Lio? de que mier...

-Cris es que no te escucho muy bien, ¿puedes repetir?

-¡Que estoy bien!

-Pues me alegra demasiado oír eso, yo te prometo que volveré muy pronto y te contare todo esto mientras nos reímos viendo glee, ¿de acuerdo?

-Vanessa, prometeme que estaras bien.

-Te lo prometo.

-¿Que?- Probablemente no me habia escuchado asi que repeti -¿Que? ¡No te oigo!

-Maldita señal- dije para mi y me puse de pie tratando de encontrar un poco mas de cobertura -¿Ya me escuchas?

-Si, ya puedo oírte

-Bien, te dije que- Sentí como alguien me arrebataba el teléfono, al voltear a verlo no era una cara conocida, de hecho no lo había visto nunca en mi vida, me asuste mucho, justo cuando iba a gritar me apuntó con un arma en la cabeza que me silencio.

-Lo siento pequeña, vas a tener que venir conmigo- Puso una media sonrisa y me puso un trapo en la cabeza, el hombre parecía tener la misma edad de mi padre pero era de cabello oscuro igual al de Derek, mi corazón empezó a latir rápido, no salía llanto ni ningun sonido de mi pero estaba demasiado asustada.

-Con cuidado padre, hay que llevarla sana y salva- Dijo otra voz pero no era la de Derek, parecía de otro chico mayor, empezamos a caminar quien sabe a donde porque tenía el rostro tapado con algo hasta que llegamos a un auto y me metieron en la cajuela.

-Si haces ruido, voy a matar a tu hermano y dejaré que lo veas morir- Cerró la puerta del maletero dejándome ahí acurrucada y por fin pude llorar, no sabía lo que iban a hacerme pero tenia mas miedo por Adam que por mi.

Pasaron varias horas y yo sentía como cada vez mas me faltaba el aire, no sabía a dónde íbamos ni cuánto íbamos a tardar, pero si no llegábamos pronto me iba a morir ahogada. De repente sentí como si mi mundo se desvaneciera, no quería dormirme pero aun así no pude contener mas mi sueño.

(POV DESCONOCIDO)

La chica se veía asustada pero no demostraba nada para hacérnoslo saber, como si estuviera preparada para lo que le iba a pasar, eso me causaba una gran intriga, ¿como es que alguien simplemente no gritaba o no decía nada cuando la secuestraron?, algo era muy raro en ella, me llamaba mucho la atención y el tenerla asi, en mi poder, bueno, nuestro poder, me hace emocionarme.

Al llegar fui el primero en bajarme, quería ver como estaba la pequeña princesa quien probablemente ya se abria quedado sin aire, obviamente no estaba muerta, un doctor como yo sabría cuando alguien podria morir asi que en mi experiencia como profesional sabia que solo podia haberse desmayado. Al abrir la cajuela tal y como lo pensé ella estaba ahí, desmayada, respirando el poco aire que le quedaba pero con los ojos cerrados y con su piel pálida. La cargue y la lleve conmigo adentro de la casa, tenía un lugar especialmente para ella, lo había preparado con cautela dias atrás justo antes de poder tenerla en mis manos como ahora.

La acosté en su cama y encendí el aire acondicionado para ella, le quite la ropa sucia con delicadeza y empecé a limpiar su bello y delicado cuerpo con unas toallas húmedas, tocaba suavemente su piel y quitaba el mugre de sus mejillas que se empezaban a poner rosadas de nuevo gracias al aire entrando con facilidad en sus pulmones. La vestí con una pijama larga de tela gruesa y unas medias, peine su cabello y le di un pequeño beso antes de salir y cerrarle la puerta con seguro, ella se iba a sentir muy bien cuando se despertara, tenía todo lo necesario con ella, no necesitaba nada mas ni a nadie mas que a mi.

Salí a encontrarme con mi padre y de nuevo salimos de la casa en busca del estúpido de Derek.

Diario de una zorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora