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(POV IAN)

Le menti, le dije que me llamaba Jackson y aunque al principio lo creyó, ella seguía haciendo preguntas sobre mi o sobre porque estaba encerrada, yo le otorgaba respuestas vacías o aveces no contestaba sus dudas. Ella no lo sabía pero yo no la descuidaba ni un solo segundo, la veia a traves del espejo que estaba frente a su cama, la veía dormir o a veces mirar hacia el techo mientras yo trataba de averiguar sus pensamientos.

Me parecía tan perfecta y preciosa, no se veía mal en ningún momento, siempre estaba brillante como una perla y sus mejillas se veían rosadas cada mañana. Su mirada de odio no hacía que dejara de gustarme, al contrario, me encantaba mucho mas el odio que sentía hacia mí, me atraía de una manera intrigante.

La visitaba varias veces al dia tratando de ponerle una conversación entretenida para que no se aburriera pero ella era bastante difícil. No le gustaba la comida que hacía para ella y siempre dejaba la mitad de todo asi que decidi hacer algo diferente para ella hoy, fui a comprar una hamburguesa al McDonals y regrese para pasar el resto de mi dia con ella.

Al llegar todo se veía normal, la casa estaba cerrada como siempre pero algo se sentía extraño, camine hasta la habitación de Vanessa y antes de abrir la puerta escuche unos gemidos adentro, el pulso se me aligero y mis puños se apretaron. Al abrir la puerta vi a Thomas sobre ella tratando de quitarle el pantalón mientras ella forcejeaba y gemía con dolor ya que tenía una cinta en la boca y sus manos atadas.

-¡QUE MIERDA HACES CABRÓN!- Lo agarre de la camisa y lo lance al piso lejos de ella.

-Creí que no volverías hasta la noche- Dijo con la voz temblorosa, mi cuerpo vibraba de la furia, quería matarlo, ella no podia ser de el, ni de nadie, mucho menos a la fuerza.

-¡Lárgate!- Le señale a la puerta antes de que mi cuerpo no resistiera el impulso de lanzarme a el y matarlo a golpes.

-Ya me voy viejo, lo siento- Se puso de pie y salió corriendo por la puerta, cerré la puerta y me acerque a Vanessa para quitarle la cinta de la boca y la cuerda de las manos.

-Preciosa, ¿estas bien? ¿te hizo algo?- Puse mi mano en sus mejillas que estaban húmedas por sus lágrimas, ella no decía ni una sola palabra pero seguía llorando a mares -Voy a matar a ese hijo de puta si te toco un solo cabello, pero dimelo, dime si te lo hizo porque de otra manera no voy a poder excusarme con el jefe si lo mato.

Ella sollozaba y su respiración se acortaba con cada lagrima, la aprisione contra mi pecho y en unos minutos ya estaba mas calmada. Si el no le hizo nada, aun asi no podia dejar que se saliera con la suya solo por intentarlo, si yo no hubiera llegado, no quería imaginarme lo que le habría hecho. Pero si lo hizo, iba a matarlo sin dejar ni un solo rastro de su existencia.

-Vanessa, dime que fue lo que te hizo- Repeti.

-No me hizo nada, pero lo hubiera hecho si tu no...

-Pero llegué, y creeme que no voy a dejar que esto se quede asi- La tome del rostro e hice que me mirara -No voy a dejarte sola otra vez, te lo prometo.

-Es que, no entiendo- Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas y me miraba con esa expresion que hacia que mi negro corazón sintiera algo -Porque estoy aquí.

-Estás aquí porque te estoy cuidando, hice mal mi trabajo, lo se, pero prometo cuidarte mejor de ahora en adelante y...

-No- me interrumpió -Dime, porque estoy aquí y no en mi casa junto a mi hermano Adam.

Tome una bocanada de aire antes de poder responderle y esta vez sería sincero, se merecía la verdad.

-Te estoy escondiendo de mi padre- Su cara se torno confundida, de nuevo respire antes de seguir hablando sin dejar de mirarla -El dia que te secuestraron en el bosque, el hombre que viste, era mi padre.

-Pero, ¿el no sabe dónde estoy?

-No, cuando el te secuestro estaba conmigo, te llevamos a una casa en donde te iba a tener como una rehén mientras se veía con tu padre y hacia el intercambio...

-¿Intercambio?- de nuevo me interrumpió.

-Nosotros le entregabamos a su hija y luego el nos entregaría a Derek, mi hermano.

-¿Derek es tu hermano?- Asentí con la cabeza.

-Luego todo salió mal y tu padre mató a Derek, asi que mi padre quería enviarle una caja con tu cabeza. Yo no podia permitirlo asi que le di una droga muy fuerte en su trago y te lleve conmigo y ahora te tengo escondida, solo quiero protegerte Vanessa, por eso estas aquí- Tome su mano pero ella la retiró de inmediato.

-Mi padre no pudo haber matado a Derek, eso es mentira, mi padre no mataría ni a una mosca- Su voz sonaba alterada.

-Lo único que sé es que vimos como tu padre disparaba a mi hermano por la espalda cuando venía caminando hacia nosotros para el intercambio, luego hubo un intercambio de disparos y nos fuimos del lugar.

-Pero, ¿porqué haría eso? no entiendo.

-Sali contigo en brazos, estabas desmayada, tal vez el creyó que estabas muerta y tu hermano empezó a disparar- Entrecerró sus ojos con dolor.

-Mi hermano está...

-No, el está bien- soltó un suspiro de alivio.

-Aun no entiendo, ¿porque decidiste ayudarme?- No podia decirle la verdad de esa parte, no podia decirle que llevaba ocho años de mi vida obsesionado con ella, no podia decirle que había estudiado medicina solo para acercarme a su madre quien era enfermera para sacarle información sobre ella, no podia decirle que estaba tan enamorado de ella que no me había fijado en otra mujer nunca.

-Derek me lo pidió antes de morir, estoy cumpliendo su deseo- Puse una media sonrisa y salí de la habitación. 

Sus ojos se quedaron clavados en mi mente, quería decirle que la amaba pero para ella iba a ser demasiado raro asi que iba a enamorarla, a tal punto de que ella no pudiera respirar sin mí a su lado.

NOTA: Espero que les haya gustado mucho el capitulo de hoy narrado por Ian Vega el secuestrador de Vanessa, gracias a todos por leer, no olviden comentar y dar like, se los agradezco mucho.


Diario de una zorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora