Mi Pecado Más Dulce | Brahms y Tú |

Cap. 21 - Tomaste el control en mí

- ¿Te sientes bien?
Pregunté sonriendo.

  _ No sé que está sucediendo en mí pero.. me gusta
Su voz apenas logro escuchar.

- Ya verás que con el tiempo todo superarás

Dije separando mi mano de la suya y ponerla en su hombro como apoyo.

  _ Mientras estés conmigo podré avanzar..

Sus ojos me miran con tranquilidad.

  _ Si no lo estás.. no sé que haría. Eres la única que puede guiarme

- A tu lado es donde siempre estaré

Él baja su mirada con un suspiro.

  _ Sigo sin creer este momento..de mi vida,¿cómo de un momento de miseria a otro ya es todo un paraíso?

- Golpe de suerte. - reí - Y no eres el único con suerte, tambien soy yo

Brahms y yo tratábamos de que la conversación continúe. Cada vez me sentía con más confianza y verlo frente a mí viéndome de la misma manera que yo a él.

No pasó tanto cuando nos dimos cuenta que ya anocheció, desde que vi por la ventana todo oscuro pude sentir un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo.

Me acerqué a la ventana mirando la noche y puros árboles y césped en dónde quiera. Era una linda y tranquila noche, sin llovizna. Se me había ocurrido una grande idea, sólo espero que Brahms acepte.

Él permanece sentado en la cama mirándome sin ninguna otra distracción. Y me pongo de pie frente a él.

Levanta su mirada para verme directo a los ojos, ahora yo soy la alta. Sonreí al pensar en eso.

- Tengo una idea
Dije con entusiasmo.

  _ ¿Cuál? Dime

Me hago a un lado al ver que él se levanta de inmediato y estar poco frente de mí. Ahora él es el alto.

- ¿Te parecería si salimos aquí? No hay nadie quién nos vea, ya es noche
Lo dije sin pensarlo demasiado.

Él me mira sin entender aún lo que acabo de pedirle.

  _ ¿No te agrada estar aquí?
Pregunta con preocupación y cierta tristeza

- Sí me gusta, como todas las veces que hemos estado aquí dentro.. tal vez afuera podría ser mejor

Sonreí con nerviosismo.

  _ ¿Qué pretendes hacer afuera? Allá no hay nada que hacer

Ahora su hablar es diferente, suena que no confía en mis palabras.

- Ya sé que no hay nada que hacer. Pero mira todo ese espacio que tienes afuera, se ve hermoso y me gustaría estar ahí contigo

Creí que con mi pregunta podría armar un caos, que se sintiera mal. Más bien está dudoso.

   _ ¿Y si alguien me ve?

- Ay Brahms, nadie va a venir a estas horas de la noche. Sólo seremos tú y yo. Por favor..  está bien si no quieres aún, te puedo entender

Sus ojos se entrecierran al verme.

  _ Pero.. ¿y si te vas? No me obligues traerte a la fuerza

No era evitar cierto enojo en sus últimas palabras.

- Para que estés seguro, tengo una mejor idea

Me acerco a mi cajón y sacar muchos listones largos de varios colores