ＳＥＸＵＡＬ ＧＨＯＳＴ

27

El contrario pareció pensarlo levemente mientras trataba de encontrar una correcta respuesta y palabras para la pregunta del menor.

— Un espíritu vivo es cuando una persona posee sentimientos que son tan fuertes como para que su espíritu salga en busca de quién los provoca, ya sean celos, odio— guardo silencio unos segundos— o amor.

¿Amor?

¿Acaso Minho podía amarlo?

No sabría decirlo, siempre pensó que los sentimientos de aquel chico no eran reales como su existencia misma, pero estaba equivocado en tantas cosas que ahora estaba completamente confundido.

— Gracias— murmuró bajando su cabeza, necesitaba respuestas. Y quizás sabía dónde encontrarlas.

[...]

— ¿Realmente estuve con alguien esa noche?— pregunto a Jiyoung, el dueño de aquel bar al que solían ir, además de estar todo el tiempo en la barra, era amigo cercano a HyunJin y él.

— Uhm—. Asintió mientras limpiaba una copa con un delicado paño— el aspecto de ese chico era terrible, aún así, ustedes dos parecían entenderse bien.

— ¿No sabes nada más acerca de él?— pregunto con la vana esperanza de que Park supiera al menos una pequeña información. Negó aplastando las esperanzas del menor.

Salió de aquel bar cuando hacía una suave brisa, aún no era demasiado tarde pero el sol buscaba ocultarse mientras muchos estudiantes salían de su jornada escolar, el de pecas camino con las manos en sus bolsillos hasta la estación de tren, realmente estaba bastante cansado como para mirar a su alrededor.

Levantó su cabeza solo un poco para leer los letreros brillantes de la estación de tren y sus próximas paradas, llegadas entre algún que otro dato. Sus ojos se abrieron con sorpresa al notar a SeungMin en la distancia, un chico estaba junto a él, ambos reían, la mirada de Min era bastante diferente, mientras su acompañante era sumamente adorable, sonrió, así que eran reales.

Suspiro entrando a la estación de tren, para seguidamente meterse a uno de los vagones cuya ruta lo dejaban cerca de su casa, negó para sí mismo mientras sentía como la tristeza lo invadía.

El tren dió un giro agresivo que empujó a sus pasajeros, Felix se sobresalto en cuanto sintió a alguien quedar cerca de su rostro, la mano de aquel castaño estaba justo a un lado de su cabeza, sosteniéndose de tal inesperado acto por parte del conductor de la maquinaría.

— Lo siento— se disculpo el castaño.

— Minho— susurro.