ＳＥＸＵＡＬ ＧＨＯＳＴ

35

El resto de los días no cambiaron, al contrario, su necesidad de ver al menor solo aumentaba provocando que se sintiera desesperado de sí mismo. Nunca le había pasado nada por el estilo, no sabía que hacer.

Ese día, sus amigos salieron a algún lado, él se negó. Realmente, no deseaba hacer algo, sus ánimos eran relativamente bajos como para hacer algo que implicará el más mínimo esfuerzo, entro a su apartamento donde seguidamente se dejó caer de cara contra la cama.

Cerró sus ojos, teniendo como pensamiento la imagen del menor. Una sola vez más, solo quería verlo una sola vez más.

Sus ojos se abrieron de golpe, se observo a sí mismo, la leve luz de aquel lugar lo traspasaba haciéndolo ver los objetos a través de él. Frunció su ceño, miro a su alrededor, todo estaba bastante sucio, sus ojos se abrieron de par en par en cuanto noto a Felix entrar por la puerta de aquel lugar, dejándose caer sobre su cama, para seguidamente llorar.

Sin pensar, se acercó hasta él, su mano temblo suavemente en cuanto entro en contacto con su cabello, sonrió.

— No llores, mi pequeño y lindo Felix.

Al menos en sus sueños, quería que fuera suyo.

— Tengo un trato para tí, gatito.

Haría de su cuerpo y sentimientos un desastre. Iba a molestarlo.

— Es la primera vez, que voy tan encerio.

Al menos en sus sueños, deseaba que Felix lo amará.