ＳＥＸＵＡＬ ＧＨＯＳＴ

36

Ambos chicos guardaron silencio por un largo rato, con sus miradas bajas y jugando con cualquier objeto que estaba cerca para disimular sus nervios. Felix quiso decir algo, pero ninguna palabra salió de su boca, tenía ganas de gritarle muchas cosas.

— ¿Soy realmente asqueroso, no?— susurró con una risa amarga, el de pecas levantó su mirada—, lamento haberte causado tantos problemas, ser tocado por un fantasma, hasta yo sentiría odio.

Sus ojos estaban cristalizados. Se levantó observando al menor.
— Realmente lo siento, Felix. Prometo nunca volver a molestarte.

El menor mordió su labio, haciendo puño sus manos mientras recordaba cada una de las cosas que aquel chico había hecho con su cuerpo, con su mente, con sus sentimientos, ¡Había puesto todo de cabeza! Y ahora únicamente se disculpaba, para decirle que nunca más lo volvería a molestar. Patético.

Había llegado a su vida de forma imprevista, lo había salvado, lo arrastró hasta el abismo de la misma forma, pero nunca soltó su mano. Se paró deteniendo al contrario antes de que abriera la puerta, estaba molesto.

— Felix, ¿Qué-...— sin embargo, no pudo terminar su oración, el menor golpeó su pecho levemente, ambos cayeron al suelo. Minho apoyando su espalda contra la puerta, mientras que Felix aferrándose a la camiseta del chico.

— Idiota, imbécil, primero dices que te salve, luego me haces todo eso— lo golpeó nuevamente— después desapareces, causando un desastre.

Minho separó a Felix de su cuerpo.

— Es por eso que dije que nunca más volvería a molestarte.

— ¡No es eso, imbécil!— el contrario se calló.

— Felix, si permanezco a tu lado, tengo miedo de hacerte más daño del que ya te he hecho.

El menor levantó su mirada, sus ojos completamente llenos de lágrimas mientras se abrazaba al mayor, quien sintió como todas sus fuerzas para mantener su decisión de iban, y las ganas de permanecer al lado del menor ganaban.

— Si no lo hiciste antes, no lo harás ahora.