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Sus alientos se mezclaron brevemente debido a la cercanía con la que se encontraban, Minho mantenía su mano contra la puerta donde se encontraba apoyado Felix, quien no se movía de su lugar, y tampoco parecía querer hacerlo.

— Min-...— el contrario aparto la mirada, lo estaba ignorando. El menor apretó sus puños con cierto enojo pero también una punzada atacó su corazón, después de molestarlo tanto ¿Cómo se atrevía a fingir no conocerlo?

Sintió el tren detenerse, las puertas se abrieron y antes de que cerrarán nuevamente tomo la mano del contrario para traerlo consigo fuera del vagón, Minho no se había opuesto, únicamente se dejó arrastrar por las suaves manos del de pecas enlazadas con la suya.

— ¿Cómo te atreves a ignorame después de hacerme todo eso?— reprochó deteniéndose para establecer un contacto visual entre ambos.

El contrario se quedó observándolo, con esa mirada fría mientras mantenía las manos en sus bolsillos, Felix pensó que aunque le reprochará muchas cosas, probablemente el castaño no recordaría nada.

— Tú— hablo—, ¿Me recuerdas?

— Después de todo lo que me has hecho— lo tomo por el cuello de la camiseta— ¿Cómo podría no hacerlo?— el golpe de que Minho no recordaba nada llegó a su mente de nuevo, bajo su cabeza. Sus brazos temblaron, Minho jalo levemente su camiseta hacia un extremo, las mejillas de Felix se calentaron.

— ¿Quién te hizo esa marca?— pregunto con suavidad mientras tocaba la mancha de colores púrpura y rojizos que se encontraba a la altura de su pecho.

El de pecas frunció su ceño.

— Fuiste tú cuando estaba-...—. Dejo de hablar para mirar a Minho sorprendido— ¿Cómo sabías que tenía una marca ahí?

Observo a su alrededor notando que llamaban la atención de mucha gente, rápidamente lo tomo de la mano para llevarlo hasta su casa.

SEXUAL GHOSTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora