Decimoctavo capítulo

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Algo se encendió dentro de ella. Algo que me llenó el pecho de una seguridad impresionante. En ese momento supe que Lalisa Manoban jamás me haría daño.

Mis piernas bajaron al suelo mientras ella me ponía en el piso.

Tomé una respiración profunda y Lisa acarició mi cabello con ternura.

— ¿Sabes qué es lo que quiero hacer en este preciso momento? — susurró con voz ronca.

Yo me tensé por completo. La quería; me hacía sentir cosas que nadie más podía, me gustaba estar con ella, pero no me sentía lista para estar tan íntimamente con una persona.

Mi "primera vez" tenía que ser especial. Quería que fuera especial.

— ¿Q-Qué? — tartamudeé con nerviosismo.

Lisa reprimió una sonrisa y acercó su rostro al mío.

Su nariz tocó la mía suavemente y deslizó su toque por mi mejilla. Su aliento hizo que mi piel hormigueara y su cabello me hizo cosquillas en la mejilla.

— Quiero dormir contigo. — susurró contra mi oído.

Tragué saliva intentando pensar con claridad. — ¿D-Dormir? — dije con nerviosismo.

Mi corazón comenzó a latir a una velocidad increíblemente fuerte.

— Sí. Solo dormir. — dijo en voz baja contra  mi oído antes de plantar un beso en mi mandíbula.

Fruncí el ceño confundida. — ¿S-Solo dormir?

Se alejó de mí un segundo para que pudiera mirarla y una sonrisa tímida se extendió por su rostro. Mi corazón dio un vuelco al ver aquella sonrisa.

Era la clase de sonrisa que le arrebataría el aliento a cualquiera.

— Solo dormir. Abrazarte, besarte y dormir. — dijo encogiéndose de hombros.

— ¿Quieres dormir aquí? — dije sonando completamente boba. Ella acababa de decir que no iba a tocarme. Solo quería dormir abrazada a mí. Era todo.

Lisa rió ante mi torpeza y dijo. — Puedo pedir un taxi si no te sientes cómoda.

— ¡No! — dije exaltada. — No quise decir eso.

Ella sonrió tiernamente mientras presionaba sus labios contra los míos suavemente.

— D-Debo ponerme el pijama. — dije en voz baja. Me sentía completamente estúpida, completamente cohibida porque Lalisa Manoban estaba en mi habitación e iba a dormir abrazada a mi cuerpo.

Tomé de un cajón una desgastada camiseta de algodón que me quedaba algo grande y un short holgado.

A pesar de saber que ella no podía verme, abrí la puerta de mi baño para vestirme.

Ella soltó una risita ahogada mientras se quejaba. — No puedo verte, Rosé.

Yo me ruboricé y cerré la puerta para que no siguiera hablando.

Era una completa tonta pero no quería pasearme en ropa interior con Lisa en mi habitación.

Lavé mi cara meticulosamente, me cepillé el cabello, me lavé los dientes y me puse el pijama. Cuando salí, Lisa se encontraba sentada al borde de la cama.

Mi respiración se atragantó cuando la vi solamente en un bóxer y un top negro.

Su ropa estaba perfectamente doblada sobre mi mesita de noche y tragué saliva nerviosamente.

— Espero que no te moleste. No traigo nada para dormir y dudo mucho que tu ropa me quede. — dijo. ¿Era mi imaginación o una sonrisa maliciosa comenzó a formarse en sus labios?

Though I can't see you (Chaelisa G!P Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora