— Rosé, por el amor de Dios, ven a la cama. — se quejó Lisa.
— Quiero ir al baño. — susurré en la oscuridad.
Todo el cuerpo me dolía debido a nuestras actividades anteriores; sin embargo, necesitaba ponerme algo de ropa.
El alivio llegó a mí cuando hice mis necesidades y cuando salí del baño, busqué a tientas mi ropa.
— Rosé, ven a la cama. — dijo Lisa con la voz adormilada.
— Necesito mi ropa interior. — mascullé mientras me agachaba buscando a tientas en el suelo.
Lisa suspiró.
— Abre el cajón de la cómoda, el de la izquierda. — me dijo.
Hice lo que me pidió y me topé con el cajón de su ropa interior.
— Toma unos bóxer y ven aquí.
En sus labios bailaba una sonrisa burlona. Yo me ruboricé, pero tomé un bóxer negro y lo deslicé por mis piernas.
Abrí otro cajón y tomé una camiseta antes de meterme en la cama.
— Te pusiste mi camiseta. — se quejó Lisa.
— ¿Te gusta tenerme toda desnuda en tu cama? — bromeé.
Una risa ronca brotó de la garganta de Lisa y susurró. — Me encanta.
Sin decir una palabra más, deslizó sus manos alrededor de mi cuerpo, mientras enterraba su cabeza en el hueco de mi cuello.
— Duerme un poco más. — murmuró contra mi cuello y presionó un beso suave.
***
Una pierna alrededor de mis caderas no me dejaba moverme, mientras un pesado brazo caía sobre mi cintura,
Intenté moverme de la presión que formaba el cuerpo de Lisa pero era imposible y me quejé. Todo el cuerpo me dolía, era como si hubiera corrido una maratón sin descanso.
Ella dormía profundamente y yo moría de calor. El solo entraba de lleno en la ventana. Probablemente eran las doce del mediodía y nosotras aún seguíamos en la cama.
Intenté moverla para liberarme y hacerle algo de desayunar pero era imposible.
Moví su brazo con cuidado de no despertarla e intenté deslizarme fuera de su pierna sin éxito.
Lisa se removió un poco y liberó la mitad de mi cuerpo.
Tras un par de intentos, pude liberarme de su pierna y sonreí victoriosa.
Me senté en la cama y justo cuando iba a ponerme de pie, un brazo se enrolló en mi cintura.
— ¿A dónde crees que vas? — ronroneó la voz ronca de Lisa.
Mi corazón dio un vuelvo y Lisa tiró de mí hasta recostarme en la cama nuevamente.
Comenzó a presionar varios besos en mi cuello y hombro juguetonamente, mientras me hacía cosquillas con las manos.
— ¡Lisa! — me quejé entre risas.
— ¡Ven aquí! — gruñó juguetonamente mientras me tiraba a la cama y se posicionaba sobre mí. Su cuerpo presionando el mío.
— Nunca. — susurró con intensidad.
El corazón me dio un vuelco al escuchar la promesa implícita en esas palabras y me estremecí por completo.
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Though I can't see you (Chaelisa G!P Adaptación)
FanfictionDespués de aquel accidente automovilístico, Lalisa Manoban, había pasado de ser una chica fuerte, altanera, arrogante y decidida, a ser una pobre diabla enfadada con el mundo. Una chica huraña y solitaria, que parecía que lo único que quería hacer e...