Mi tarde del sábado fue realmente aburrida.
Acababa de ver a Lisa apenas hacía unas horas y sentía esta ridícula opresión en el pecho por extrañarla.
Me la pasé en la tienda acomodando estantes mientras escuchaba música y atendía a los clientes. Una parte de mí quería correr a casa de Lisa y tirarme en su cama a charlar justo como lo habíamos hecho la noche anterior, pero sabía que lo sábados era el día más concurrido en la tienda y debía estar ahí.
Cuando llegó la noche, me puse a terminar un trabajo que tenía pendiente antes de navegar por internet.
Había quedado con Jisoo para ir el lunes de compras. No era una chica a la que le gustara pasar horas en tiendas, pero era divertido salir a caminar y charlar con ella. Tenía muchas cosas que preguntarle acerca de relaciones. Me sentía completamente estúpida para ellas por la poca experiencia que tenía y quizás, ella podría ayudarme.
El teléfono resonó por toda la casa.
Sabía que mi madre estaba en la sala así que no me molesté en correr a atender el teléfono; de cualquier forma, las llamadas nunca eran para mí. Jisoo y yo nos comunicábamos por mensaje de texto o por internet.
— ¡Rosé! ¡Es para ti! — la voz de mi madre me hizo alzar la vista del ordenador.
— ¿Para mí? — dije frunciendo el ceño confundida.
Me puse de pie y caminé escaleras abajo para tomar el teléfono inalámbrico.
— ¡Tengo el teléfono! — grité hacia la cocina, donde mi madre tenía el otro teléfono. Descolgué y escuché a mi madre colgar antes de decir. — ¿Diga?
— ¿Cómo está la novia más hermosa del mundo? — preguntó la voz de Lisa.
Mi corazón dio un vuelco al escucharla.
— ¡Hola! — dije cariñosamente.
Sabía que seguramente sonaba como la más idiota de las adolescentes enamoradas pero no me importó. Estaba feliz de escuchar su voz.
— Te extraño, princesa. — dijo en un quejido que me sacó una sonrisa inmensa.
— Espera. — dije viendo que mi padre estaba poniendo atención a lo que yo hacía. Corrí escaleras arriba y cerré la puerta de mi habitación detrás de mí antes de decir. — Mi padre estaba escuchándolo todo desde la sala.
Una risita ronca se escuchó del otro lado de la línea y sonreí aún más.
— Muero por darte un beso. — murmuró Lisa cariñosamente.
— ¿Solo uno? — pregunté asombrada. — yo muero por darte mil.
Y ahí estaba de nuevo su risa encantadora. — ¡Te quiero tanto! — dijo ella.
Mi corazón se disparó en latidos frenéticos. — ¿Cuánto? — pregunté.
— Ni el cariño ni el amor pueden contarse, Rosé; pero te quiero tan desesperadamente. — suspiró ella.
— Quiero que me ames. — pensé.
El silencio del otro lado de la línea me hizo darme cuenta de que lo había dicho en voz alta y el pánico me asaltó.
— ¿Q-Qué?— dijo la voz de Lisa. Pude escuchar el pánico en su voz.
"Mierda, mierda, mierda" dije para mis adentros mientras pensaba desesperadamente en qué decir para romper la tensión que se había formado.
"Estúpida, estúpida, estúpida" me repetí mentalmente mientras el pánico se apoderaba de mí.
— ¿V-Vendrás mañana? — pregunté mientras me maldecía por dentro por milésima vez.
Ella se aclaró la garganta y dijo. — C-Claro.
— ¿Liz... ? — pregunté en un murmullo. — ¿Lo dije en voz alta?
Una risa resonó del otro lado del teléfono y suspiré con alivio al sentir la tensión romperse. — Sí, Rosé. Lo dijiste en voz alta.
— L-Lo siento. — dije en voz baja.
— Te quiero, ¿vale? Un paso a la vez. Quizás algún día ambas nos sintamos de esa forma, me encantaría sentirme así contigo, quiero llegar ahí. — susurró.
— Un paso a la vez. Quizás algún día ambas nos sintamos de esa forma, me encantaría sentirme así contigo, quiero llegar ahí. — susurró.
— Un paso a la vez. Por hoy, te quiero, Liz. — susurré con cariño.
— Te quiero, Rosé. — respondió de igual forma.
— ¿Te veré mañana? — pregunté menos tensa.
— ¡Por supuesto, corazón! ¡Iré lista para que me maten por sentir algo por ti! — bromeó.
— Mis padres no te matarán.
— No creo que no lo hagan, cariño. ¡Eres su única hija y yo la mala del cuento que quiere separarte de ellos. — se burló un poco.
— ¡Cierra la boca! — la regañé.
— Te veo mañana, amor. — se despidió.
— Hasta mañana.
— Te mando un beso que espero que me devuelvas mañana.
— Trataré de no olvidarme. — bromeé.
— Ya me aseguraré yo que no lo hagas. Descansa.
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Though I can't see you (Chaelisa G!P Adaptación)
FanficDespués de aquel accidente automovilístico, Lalisa Manoban, había pasado de ser una chica fuerte, altanera, arrogante y decidida, a ser una pobre diabla enfadada con el mundo. Una chica huraña y solitaria, que parecía que lo único que quería hacer e...