Más cerca

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— ¡Vamos a trabajar, venga!— exclamó Eren en el momento en que entró dentro de la sala de juntas, irrumpiendo la reunión que había.— Te necesito, a ti, a ti y a ti.— señaló con su dedo a las personas de las cuáles requería ayuda. Se quedaron algo sorprendidos al ver cómo él empresario los sacaba de ese cuarto de la nada.— Los demás podéis seguir hablando de lo que sea.— después de aquello salió de ahí con un semblante tranquilo y al parecer necio ya que ni se paró a pensar que había una reunión en dónde él mismo debía estar.

Detrás del Jeaguer estaba Levi quién vió la escena con una mirada incrédula y alzando una ceja. Sabía que debían rastrear de dónde venía aquella carta enviada, que por cierto, les pareció extraño ya que nadie mandaba cartas ahora, quizás querían hacer algo más dramático.

De mientras, los dos iban reuniendo de cada empresa suya un pequeño grupo para investigar, realmente parecían policías y todo, pero disponían de mucho material al ser una de las empresas más famosas de ahí, entonces podían tener más información al alcance gracias a los informáticos que habían.

— Primero.— alzó la voz el moreno y así captando la atención de todos los presentes y evitando más murmuros.— Ha sucedido algo muy grave en la empresa y es que más de la mitad de nuestras acciones las acabamos de perder, hasta que no llegue la propietaria de esas acciones aún tenemos tiempo... Tiempo para investigar y descubrir qué ha sucedido. Sabemos que la mujer que tiene casi todo nuestro dominio se llama Mikasa Ackerman.— calló un segundo para ver las reacciones de sus compañeros, pasando sus ojos por todos lados y escuchando como se decían algunas cosas.— No quiere dar la cara, sólo ha enviado unos documentos. Aquí viene el trabajo del equipo de seguridad: registrar los vídeos de las cámaras de seguridad.

— Disculpe.— interrumpió una joven, la que se encargaba de ese sector.— ¿Con qué fin debemos registrar las cámaras?

— Solo las de fuera, también buscad al mensajero, o cartero que dejó los documentos, revisad justo el momento en qué recibí la carta. Podéis preguntar a nuestro cartero a qué hora cogió las cartas de la tarde. Marcharos ya y comenzad.

El Jeaguer se había llenado de energía y emoción aunque su cabeza diese aún un par de vueltas debido al alcohol. De aguja forma, la conversación que tuvo con Levi lo ayudó y estás emocionado y con ganas de localizar a Mikasa, realmente no le guardaba ningún rencor, absolutamente nada, llevaban mucho tiempo sin verse y volvía a la vida ahora, en serio que estaba flotando en una nube de ilusiones, pensando que cuándo se encuentren volverían a ser una hermosa familia, pero algo se le olvidaba: Misaki.

— Mierda.

Sus ojos se pusieron en blanco cuándo el nombre de la otra mujer llegó a su mente. Hacia tiempo que no iba a visitarla y es que de alguna forma no le atraía la idea de verla acostada en una cama sin poder despertar, lo deprimía más aquello que quedarse en casa o ir a trabajar.

Suspiró pesadamente al recodarla y de esa forma apretó sus ojos.

Para ese malestar, llegó a su oficina Armin, con su semblante algo desubicado ya que al llegar aquí había visto a muchos de los empleados corriendo de un lado para otro con fatiga al llevar montones de papeles en sus manos. Estaban trabajando duro.

— ¿Eren?— susurró el rubio al irrumpir en la habitación. Pudo ver al empresario revolviéndose el pelo mientras miraba por las ventanas algo nostálgico.— Cielos, agradezco que no estés borracho.

— ¿Eh? Ah, es cierto.— se volvió hacia su amigo aproximándose a él.— Hay mucho trabajo, Armin.— se acordó de que el joven no pretendía trabajar con ellos y quizás lo que hablaron podía haberle hecho cambiar de idea.

 Voy a enamorarte {Eremika} 2°LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora