1O¹ : SPANKING

661 52 1
                                    

Miró con los ojos aguados como el mayor se paseaba de un lugar a otro en la sala, sus manos estaban temblando tanto, sentía que lo hacían con cada pisada que daba el pelinegro. ¿Qué estaría pasando por su cabeza en ese momento? No podía entender lo que murmuraba con tanto afán, sin mirarle ni una sola vez.

Oh... ¿Qué sería de él si Jongho seguía así? Estaba sintiendo como su corazoncito se aceleraba con el simple hecho de pensar tal atrocidad. Él no sería nada si el mayor se dignaba a no dirigirle nunca más la palabra, se sentiría tan mal que no haría ni el más mínimo intento en tratar de anular su decisión... Era tan manipulable y odiaba eso.

Pero no podía evitarlo, si es que estaba moldeándose a las necesidades de Choi. Era tan... Lindo, suave, porque así le gustaba, era cuidadoso con cada palabra, cada respiración y mínima acción porque detestaba verle con el ceño fruncido, como en ese momento. Con las manos metidas en sus bolsillos y dirigiéndole miradas fugaces que le ponían la piel de gallina y los nervios de punta. Uh, aunque no quitase el hecho de que le gustase ese brillo extraño en sus ojos expresivos... La manera que tenía su lengua de empujar sus mejillas o simplemente pasearse por sus labios mullidos le enloquecía.

¿Eso sonaba mal? Pensaba que sí, porque no era normal que le gustasen ese tipo de cosas.

Le escuchó suspirar, mientras veía con atención como se acercaba a él con cautela, se sentía como una gacela siendo estudiada y saboreada por un tigre o león hambriento. Tragó saliva, tan pesado que juró, podía escucharse hasta los oídos de Jongho. Que se veía tan superior, dios, tan ideal. Amaba la manera que tenían los jeans negros al ceñirse de aquella manera tan deliciosa en sus tan rellenos y firmes muslos, o como le quedaba aquella holgada camiseta con el logo de Queen.

Se veía tan jovial, tan fresco con su cara lisa y perfecta, sus mejillas rellenas y su pequeña nariz. Era precioso.

-Estoy tan enojado contigo- Dijo, parándose frente a él, mirándole con atención y molestia. Seonghwa se encogió de hombros y bajó la cabeza, estaba tan avergonzado que no podía mantener sus ojos fijos por cuenta propia por mucho tiempo. Le escuchó reír levemente, como si estuviese mofándose de lo que estaba haciendo, de su reacción ante su presencia pesada.

Dios, estaba tan molesto y celoso que no podía evitar lo que hacía. Sostuvo la cara del menor entre sus manos, adorando como sus ojos se ponían cada vez más aguaditos, su nariz rojiza debido a la vergüenza al igual que sus mejillas. Las apretó, haciendo que sus labios tan preciosos se abulten y que una expresión tan tierna reine en su bella cara.

-L-Lo siento...- Habló, con tal de salvarse, pero eso solamente hizo que la sonrisa en el rostro de Jongho se hiciera más grande. -Yo no quería hacerlo, siempre soy bueno... N-No quería hacerte enojar- Reprocha, uhm, reproches y reproches que le ponían cada vez más exigente. ¿Cómo podría remediar eso? Si Seonghwa era tan delicado, tan obediente... Pero tan tontito.

Le gustaba porque cada cosa que le dijera, la obedecía, asentía con su cabeza y veía como su carita se llenaba de ese tono rojizo tan bonito. Como sus manos temblaban al mismo tiempo que se encargaba de hacerlo todo, desde darle un beso hasta bajarle los pantalones y chuparle la polla. Como todo un niño hermoso que no tenía ni la mas mínima intensión de hacer algo mal.

Se agachó a su altura, sin soltar su carita sonrojada.

-Haré lo que sea...- Una lágrima quería escaparse, no soportaba la idea de ser castigado, no otra vez, no podía estar más que devastado cuando había visto la furia en sus ojos, dios, le hacía sentirse atrapado en un pozo sin fondo. Como si su voz diciendo "tendré que darte un castigo para que no vuelvas a hacer eso, hwa" le hiciera caer bajo. ¡Pero no había sido su maldita intensión mirar a aquél lindo muchacho rubio! Había sido por instinto, pero al parecer, sus ojos no podían apartarse de aquellos color marrón.

❛ OTHERSIDE。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora