Después del "coma"

327 8 0
                                    

Narra Rachel*

Han pasado casi 6 años desde que salí del coma, sí, un coma, al parecer sufrí una especie de episodio traumático que resultó en un coma, aunque, a decir verdad, realmente yo no consigo recordar qué fue lo que pasó en ese periodo de tiempo, sucedió poco después de la muerte de mis padres cuando yo tenía unos 14 años, era bastante joven, de ahí en adelante y por más que lo intento, no consigo llenar las lagunas mentales, aunque quizás sea mejor así, cada psicólogo al que he acudido me dice que lo que me pasa es de hecho bastante común en personas que han experimentado eventos sumamente estresantes o incluso traumáticos, se le conoce como "amnesia disociativa"; como sea, no recordar esta pequeña etapa de mi vida me perimitió construir una vida normal, estaba estudiando diseño de modas y ultimamente había estado barajando la posibilidad de mudarme con quien pensaba que era el amor de mi vida, mi novio. Mi vida recién estaba comenzando, pero había un problema... Una noche tuve un extraño sueño que podría parecer irrelevante e incluso algo estúpido, pero extrañamente se sentía importante para mí: El sueño consistía en una serie de imágenes que pasaban frente a mis ojos como fotografías, yo me sentía flotando en el aire, recuerdo el frío de la noche y la suavidad del viento que acariciaba mi rostro, sostenía la mano de un apuesto y misterioso joven con vendas por todo el cuerpo, la luna parecía sonreirnos y nos rodeaban policias listos para dispararle a este extraño muchacho.

Desde que tuve es sueño, nada fué igual para mí.

Recuerdo una vez en la que mi novio; Alexander (Alex) me comentó que desde que tuve aquel extraño sueño (por supuesto, tenía que contárselo), mis ojos carecían de ese "brillo" tan humano que les brinda la vida y que hasta parecía haber dejado de lado mi lado emocional, me dijo que a veces no parecía una persona. Aunque él estaba genuinamente desconcertado e incluso decidió quedarse a dormir conmigo unas semanas para "cuidarme", yo decidí ignorar su comentario pues, para mí, nada se sentía "raro". Un simple sueño no podría haberme cambiado tanto ¿verdad?.

Pero lo que yo no sabía era que ese era el primero de muchos sueños que cada vez incrementarían su frecuencia y cada vez se sentirían más reales, casi como si no fueran sueños sino más bien recuerdos: yo con el joven de las vendas rodeados por llamas, yo apuntándole con una pistola a una chica de pelo corto rubio y rosa, mi tumba... No quería creer que fueran cosas relevantes puesto que la idea me aterraba, ignoraba el asunto esperando que todo simplemente desapareciera con la misma espontaneidad con la que había empezado... Hasta que una noche desperté sudando en frió y grité "¡¡¡¡ZACK!!!!" eran cerca de las dos de la madrugada. Yo no sabía quien era ese tal Zack ni porque había venido su nombre a mi memoria tan de repente, Alex vino alertado por mi grito "¿Que ha pasado? ¿Estás bien, Rachel?" oh Alex, yo estaba tan confundida como tú, pero no quería dejar a mi pobre novio más preocupado de lo que ya estaba "Solo una pesadilla" respondí "Mi niña" dijo Alex mientras se arropaba a mi lado y me abrazaba, sentí su corazón latir con calidez, pero al parecer el mío no reaccionaba como debería... No sentí nada, no sentí amor, devolví su abrazo por instinto, preguntándome qué estaba mal conmigo.

No pude dormir en toda la noche, el recuerdo de ese nombre me perseguía... Zack...

Al día siguiente, o mejor dicho, ese día un poco más tarde, estaba yendo a la universidad cuando sentí una sensación extraña que recorría mi cuerpo, un frío que bajaba por mi espina dorsal y se expandía por mi espalda, sentí que alguien me estaba siguiendo, estaba ya cerca a la universidad así que decidí simplemente seguir con mi camino,, fué otro típico día de clases, iba camino al apartamento cuando esa sensación volvió, pero ahora era más intensa y con cada paso que daba, dicha sensación se volvía cada vez más intensa, llegó un momento en el que podría jurar que escuché las pisadas de unas botas...

Apresuré el paso, no por temor (por Dios sabe que cosa, yo no tenía miedo) , si no para comprobar si me estaban siguiendo en verdad... y, tal y como había sospechado, los pasos de las botas también se aceleraron, no quería mirar atrás, eso podría empeorar las cosas.

Frené en seco, pero los pasos no frenaron conmigo sino que, al contrario, se acercaban cada vez más y más hacía mí, no corrí, no seguí caminando, me quedé escuchando los pasos acercarse a mí, los pasos frenaron y yo podía sentir una presencia justo atrás de mí, como queriendo acariciar mi pelo, pero dudoso de hacerlo, podía escuchar una respiración agitada y pesada y pude ver por el rabillo del ojo una guadaña.

Nadie dijo nada durante unos dos minutos que se sintieron eternos, hasta que aquella misteriosa persona rompió el silencio: "Ray... ¿cuanto tiempo?" no sé como lo supe, pero al escuchar su voz, solo vino una palabra a mi mente: "Zack..." murmuré para mí misma.

Ojos sin almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora