Impulsos

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Narra Rachel*

Zack se acercó lentamente a mi hasta el punto en el que podía sentir su respiración rozando contra mi piel y mis manos empezaron a sudar, creo que me puse roja, había pasado un largo tiempo en el no experimentaba una sensación levemente parecida a lo que estaba sintiendo en ese momento, es más, podría tener el atrevimiento de decir que nunca en mi vida había sentido algo similar a esto.

Zack se inclinó un poco en dirección hacia mis labios, sabía que eso estaba mal, es decir, Alex... mi novio... todo esto era un gran error, quería apartarlo, quería irme, pero al mismo tiempo no quería que este momento terminase, quería besar a Zack, todo estaba tan mal, pero me gustaba, tenía novio, pero deseaba a Zack, la culpa me estaba carcomiendo por dentro, pero me dejé llevar por mis instintos, cerré los ojos y sentí los labios de Zack besando los míos y sus manos abrazandome por la cintura.

Narra Zack*

Jamás había tenido este contacto con ninguna persona en el mundo, era algo nuevo para mí y me fascinaba, fue un momento mágico, los labios de Ray son tan suaves, tan delicados, tan hermosos, era casi como si no fuera yo en ese momento, como si nos estuviera contemplando en ese instante, desde la pespectiva de un tercero, todo fue tan perfecto durante ese beso, sentía una conexión, escuchaba los acelerados latidos de Ray, sabía exactamente ahora como se sentía ella, ¿acaso eso es lo que llaman "amor"? Sin embargo, a pesar de lo hermoso que se sentía todo, ambos sabíamos que era un error hacer eso pues ella tenía novio pero... Se sentía tan bien, como si los dos estábamos esperando este momento por mucho tiempo, como si nuestras almas se hubieran fundido en una sola, como si solo estuviesemos ella y yo en el mundo... por desgracia, eso no duró mucho.

Narra Alex*

Debía escapar junto con Rachel-boo de esos maníaticos antes de que algo malo pudiera pasar, antes de que la corrompiesen también pues ya había notado cambios en ella incluso antes de nuestro secuestro y no podía dejar que me quitaran a mi ángel, estos últimos días no fui capaz de reconocer a Rachel-boo, sentía que se había transformado en alguien completamente distinto y que mi novia era ahora un simple recuerdo que cada día se alejaba más, pero estaba seguro que era por culpa de esos psicópatas y de que, si podiamos escapar, ella sería de nuevo la misma Rachel-boo que siempre conocí y de la que me enamoré.

Salí corriendo como alma que lleva el diablo con dirección hacia el edificio, si contaba con suerte, mi Rachel-boo estaría en su dormitorio y escapar sería sencillo. Subí corriendo las escaleras pues el asensor tardó demasiado en bajar y finalmente llegué a su cuarto, abrí la puerta casi que con una patada solo para encontrarme a mi Rachel-boo en brazos de otro y quien encima hacía parte de nuestros secuestradores, estallé en cólera, tomé un jarrón que había en una mesa cercana y lo levanté de manera amenazante con la intensión de hacer pagar de una vez por todas a ese maldito bastardo.

Narra Rachel*

Podía ver llamas saliendo de los ojos de mi novio, a punto de lanzar el jarrón en la cabeza de Zack, sin pensarlo, salté y me puse en frente de Zack, protegiéndolo justo como había hecho él conmigo ese mismo día "no lo hagas, Alex" dije mientras sentí un frió líquido recorriendo mi mejilla ¿estaba llorando? Hace mucho que no lloraba... Bueno, el punto es, que al verme a los ojos, Alex no pudo hacer nada malo en contra de Zack, bajó el jarrón y me abrazó en lo que Zack salía de la habitación evidentemente dolido y no por su brazo, esa noche me esperaba una seria charla con Alex.

Ojos sin almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora