No te reconozco

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Narra Zack*

Y entonces, me vi forzado a abrir los ojos y mirar directo a la cruda realidad: Rachel y yo no podíamos estar juntos, por más que quisiéramos, ella tenía novio y se notaba que Alex la amaba tanto como yo (o incluso más, aunque me cueste admitirlo) Rachel ya era la chica de alguien más, y aunque me doliera en el alma la relación de Rachel y Alex, yo no podía hacer nada al respecto... o tal vez si podía... NO! Eso estaría mal, incluso para un asesino, si Rachel era feliz, yo también podía serlo, si en serio mis sentimientos eran genuinos, debía dejarla ser feliz.

Esa noche no pude dormir, me la pasé dando vueltas en la cama, intentando apartar mis pensamientos de Rachel y Alex, aunque se me hizo casi imposible, en especial porque Alex no había regresado a nuestra habitación, sino que seguía en la de Ray... digo, Rachel; millones de posibilidades pasaban por mi cabeza sobre lo que podría estar pasando en esa habitación... Tal vez estaban peleando, tal vez estaban durmiendo juntos, tal vez estaban hablando mierda de mi, era imposible saberlo e inútil pensar en todas las posibilidades, pero era casi inevitable no preocuparse por ello.

Narra Rachel*

Alex comenzó a hacerme muchas preguntas, lo cual me molestó un poco, pensaba que en cualquier momento sacaría una lámpara de luz cegadora y la apuntaría justo a mi cara para hacer un interrogatorio como es debido, sinceramente mi mente estaba en otro lado... ¡Casi beso a Zack, por el amor de Dios!, inmediatamente sonreí ante esa idea, Alex lo notó y se puso furioso al notar que no había escuchado ni una sola palabra de lo que me había dicho. Mi mente divagó por un tiempo hasta que Alex pronunció esas palabras... "¿QUÉ TE HICIERON? , TU NO ERAS ASÍ", y me di cuenta de que tenía razón, yo no era así hasta hace un par de semanas, ¿Qué era lo que me había pasado? Ya ni siquiera podía reconocerme a mi misma.

Narra Alex*

Esa no era mi Rachel-boo, esa persona que estaba sentada en frente mío con la mirada perdida y babeando por un asesino en serie no era ella, la persona sentada en frente mío podía verse como mi novia pero juro que era una desconocida; Yo odiaba eso, pero estaba consiente de que eso no era culpa de mi Rachel-boo, era culpa de esos asesinos, sobre todo del de las vendas, nosotros éramos indefensas víctimas en medio de todo el caos y eso no podía permanecer así por mucho tiempo, ya estaba diseñando un plan para escapar junto con mi Rachel-boo y que todo volviese a ser como antes; absolutamente perfecto.

Narra Gray*

Alex me estaba subestimando, yo era el enviado de Dios, el líder, nada y reitero que NADA en el edificio ocurría sin que yo tuviera conciencia de ello, hace ya un tiempo que me había enterado del plan de Alex escapar del edificio y aunque no podía darme el lujo de dejar que eso pasara, pues Alex ya contaba con demasiada información, hice lo que acostumbro: ser un mero espectador de los hechos y sólo intervenir cuando es estrictamente necesario, sinceramente lo que pasó después de eso me sorprendió y la sorpresa no es precisamente un sentimiento que experimente a menudo, pensé que tenía estudiados a todos mis ángeles, cada centímetro de piel y cada fibra de pelo (y eso ahora incluía a Alex) que eran predecibles y que tenía todo bajo control, pero creo que los subestimé y ese fue uno de los peores errores que he cometido a lo largo de toda mi mortal existencia, jamás habría imaginado lo que hicieron la noche siguiente, pues de haberlo sabido, puede que hubiera salvado un par de vidas... O condenado otras tantas.

Ojos sin almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora