Fanfic RachelxZack. Despues del intento fallido de escapar y cumplir su promesa y tras muchos años, Zack se reencuentra con Rachel con nuevos sentimientos encontrados por ella pero, al parecer, Rachel sigue siendo tan fría como siempre.
"¿Zack?" Dije exaltada, casi gritando, mientras frotaba mis ojos, la situación se sentía surreal ¿Es que ya estaba alucinando? pero luego Alex me respondió "¿Quien?" creo que lo confundí accidentalmente con Zack, "Dios mío mi mente ya está divagando, soñando despierta, imaginando cosas raras" pensé, Zack me tenía mal y eso era raro, se sentía raro en mi estómago, pero aún así, me encantó ese sentimiento e, inmediatamente, me volví adicta a él.
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Narra Gray*
Había estado horas, días e incluso meses enteros preparando cada minúsculo e insignificante detalle de la nueva vida de mis ángeles y yo, para encontrar las profesiones con las que nos sintamos más a gusto y que pasemos desapercibidos, había estado estudiando el comportamiento y los gustos de cada uno de mis ángeles por mucho tiempo y llegué a las siguientes conclusiones:
Danny: Personalidad persistente, ordenada y de índole compulsivo, ha pasado su vida estudiando y analizando los ojos, por lo que su profesión ideal es como un oftalmólogo, además, tal vez, la mano de Dios guiará a su clínica los nuevos ojos perfectos, los ojos de su madre, y así dejaría de estar obsesionado con los ojos de Rachel.
Cathy: Personalidad extrovertida y abierta, con un gran sentido del humor, tendencía a buscar la justicia, el trabajo ideal para Cathy es ser juez en una corte, solo hay que cuidarla de que no de muchas penas en la silla eléctrica.
Eddie: Con Eddie la tenía más que clara, siempre ha sido su vocación; Trabajador en un cementerio (persona que entierra cadáveres y hace las tumbas) personalidad dulce aunque algo tímida, completamente enamorado de crear tumbas y enterrar cuerpos (Y de Rachel Gardener) no se me habría ocurrido un trabajo más adecuado para Eddie.
Rachel: Personalidad desconocida y en constante cambio, con mucho apego emocional hacia sus peluches (en especial al de oso) y fluida al momento de coser, su profesión ideal es como Juguetera, presiento que socializando con otros niños le puede hacer conectarse con su "niña interior" y podría llegar a sanar traumas.
Zack: Con una personalidad... explosiva, impulsiva y alocada, la naturaleza de Zack es estar rodeado de cadáveres y no quiero arriesgarme y exponerlo a personas felices, por lo que lo mejor sería que trabajase en una funeraria.
Y por último, Yo: Logré enterarme de que el sacerdote que daba la misa cada domingo planeaba ir de vacaciones y buscaba un remplazo temporal, me ofrecí y me hice su amigo, dictaré misa hasta que el sacerdote vuelva y, cuando lo haga, dictaremos la misa codo a codo.
Alex: No tenía nada planeado para él... Personalidad: desconocida, gustos: desconocidos, profesión ideal: no lo he averiguado, debemos mantenerlo escondido ya que, en caso de que saliera a la calle, él podría exponer mi perfecta red de mentiras y ponernos en riesgo mortal a todos, Es de suma importancia que nadie lo vea
Narra Alex:
Dios que aburrimiento que sentía, solo, encerrado en ese apartamento... Los chicos extraños se habían ido esa mañana temprano, según oí de la chica de pelo corto a sus "nuevos y primeros trabajos" yo hubiera escapado apenas los chicos se marcharan, pero claro, no podía dejar a mi Rachel-boo con esos psicóticos, mi novia era la única razón por la que intentaba permanecer sereno y tranquilo, para permanecer siempre a su lado.
Pasaba el tiempo mirando recostado y mirando techo: blanco, liso, no podía distinguir el material ¿madera tal vez? no, no parecía ser madera, de hecho, se veía casi como porcelana, como la lisa, suave y blanca piel de mi Rachel-boo... Rachel-boo, Rachel-boo, Rachel-boo, justo cuando estaba pensando en ella pude escuchar un gemido proveniente de un par de callejones frente al apartamento "Zack..." seguido de un "Ray..."
No dudé ni un segundo en desobedecer las reglas que se me habían impuesto ¡mi novia estaba en peligro! salí del apartamento lo más rápido que mis piernas me lo permitieron, con la cabeza gacha, intentando recordar de donde provenía el sonido, contando cada pisada que daba y justo una calle luego del apartamento y en dirección a los gemidos me topé con una persona, alzé la cabeza por instinto y me dí cuenta que no era solo una persona, era una muchedumbre y todos, repito, absolutamente todos, tenían sus ojos clavados en mí.
