No es que le molestara a México que Rusia no lo hubiera notado en el pasado, para nada...pero si era así, porque sentía que estaba apunto de llorar, si que es que no le importaba mucho que el eslavo se acordara de él o no.
Se mordió el labio tratando de contener las lagrímas, porque chingados se deprimía si es que no le interesaba. Si es que no necesitaba que Rusia se preocupara por él, si es que le valía verga lo que pasara más adelante, porque lloraba, no debería hacerlo.Tal vez fue porque esa empatía soloo la había tenido de parte de muy pocos, como sus hermanos o
su madre
Azteca esa mujer de pelos castaños y apesar de trabajar en un lugar tan asqueroso tenía un aura tan increíble y hermosa, capaz de cautivar a toda una audiencia. No importaba cuanto tiempo pasaba, siempre le dolía recordar la muerte de su madre, y pensar que nunca tuvo la suerte de gozar lo que es tener una madre.
Que te mime, que cada día te diga lo mucho que te ama, que te escuche, que te ayude con tus problemas por más grandes que seán y que te acompañe en las buenas y en las malas. Eso era lo único que ahnelaba en ese maldito mundo lleno de mierda, que su madre regresara pero eso era imposible, Azteca había muerto ante sus ojos.Se limpio las lagrímas torpemente y suspiro, fruncio el ceño y apreto los puños:
-No necesito el consuelo de nadie-dijo firmemente para luego avanzar hacia su celda con seguridad.
La mejor forma de premiar a esa hermosa mujer de tez blanca era honrarla y para eso, debía seguir adelante pasase lo que pasase. NO IBA A DARLE VERGUENZA A SU MADRE!
Por otra parte Rusia estaba confundido, era comprensible que México pensara que el era el que lo había reportado con la policía. Sin embargo no pudo evitar sentir un presión en su pecho algo que no había sentido nunca.
El rechazo
Y es que bueno, Rusia no estaba acostumbrado a ser rechazado, era el hijo de URSS obviamente nadie lo rechazaba pero ese latino era diferente al montón y estaba claro que México no era parte de la manada, el era solitario y hacia las cosa por su cuenta, no seguia ordenes y las cosas eran a su manera pero eso era lo que le encantaba de él, era por eso que había pasado gran parte de su tiempo stalkeandolo.
Nadie rechazaba a la gran Federación Rusa, y no de se dejaría vencer
ENAMORARÍA A ESE LATINO COSTASE LO QUE COSTASE
...
-No me interesa-dijo el mexicano para luego llevarse un bocado de pure a la boca.
China, hombre que había conocido hace 4 minutos le había ofrecido una relción, el de tez rojiza claro que tenía que ser el puto jefe de la pandilla más poderosa del lugar y siendo alguien que podía destruir tu vida sin duda no era buena idea darle un no por respuesta.
-Cariño, no se si me explique mal, salir conmigo puede darte una cantidad de privilegios inimaginables-dijo de forma seductora.
-Escuche bien esa parte y no me interesa-dijo México terminandos el bocado de pure que tenía en la boca.
-Bien, vez esa chica de allá-dijo señalando a una chica que estaba sola en una mesa temblando.
-Si la veo-dijo el amante del chile con fastidio.
-Ella es Francia, hace mucho me rechazo y lo que le paso fue más que lamentable-lo agarro de la barbilla-Sería una lastima que alguien le hiciera algo a esa bonita cara-dijo el oriental.
-Con permiso-el menor de estatura le entrego la charola la cual estaba ya vacía y se dirigio al patio.
Vamos que ese tricolor era difícil pero eso lo hacía aún más irresistible y eso aumentaba las ganas de China de tenerlo a su lado. Joder, parecía que no le importaban ni los privilegios ni que destruyeran su vida en la carcél, amenazarlo no funcionaba así que tendría que usar otro método un poco más subido de tono.
El latino se encontraba viendo el paisaje que tenía, su vista se perdía entre los edificios, era como respirar en paz, apesar de estar tras la rejas, su vida era más calmada y mejor que cuando estaba libre. Quiza las cosas no estaban tan mal, podría tener una vida no tan agitada y salir adelante como se lo había propuesto el día de ayer y las cosas mejorarian a su favor.
Sonrío, de pronto sintio que alguien le tocaba el hombro.-China ya te dije que no...-volteo y vio a la nombrada Francia, sus ojos estaban hinchados y se tenía un aura algo asustada-Sientate, lamento el mal entendido-dijo con una sonrisa para luego hacerle un espacio para que la tricolor se sentara a su lado.
La chica se sento con cierta inseguridad, casi temblando y miro unos segundos a México quien solo le sonrió y ella al instante se sonrojó.
-Tú eres el chico cabra-dijo Francia con voz nerviosa.
-Am, puedes llamarme México-dijo el amante del chile señalando sus cuernos-Y tú debes ser la chica de la que tanto presume de haber destruido China-dijo el tricolor.
-Algo así, no me gusta hablar del asunto-dijo Francia jugando con su pelo.
-Entiendo-dijo México parando la mano de Francia la cual temblaba constantemente, la guio suavemente hacia su pecho y la dejo ahi-Que nadie te quite eso-dijo para luego retirarse.
Francia era como una pobre alma en pena; en el mal sentido, México noto eso y decidio darle una razón por la cual vivir. Si tanto asustaba China lo asustaría el primero.
...
El ucraniano perseguia molesto a Rusia quien se había negado a darle más información acerca de México ya que había hablado con el latino y eso era un punto clave para saber que tenía en la cabeza ese chico tricolor.
-No es de tu incumbensia-el eslavo cerró la puerta en la cara de su hermano y le puso seguro.
No tenía ganas de hablar con Ucrania y de hecho, no tenía ganas de hablar con nadie; en ese momento odiaba a todo quien le dirigiera la palabra ya que se sentía culpable por el encierro de su amado.
Él no era el culpable a fin de cuentas, eso era lo que le intrigaba, quien más podía saber sobre la ubicación del latino.
Ese era el verdadero enigma

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Tu angel
FanfictionMexico un chico que tiene algo muy especial y Rusia, quien tiene hecha una mierda su vida, se da cuenta de que todo lo que necesita es el amor de aquel hermoso chico tricolor. Quiza sea un poco mayor pero ese pequeño latino lo atrapo casi el primer...