Extra

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Chicos eh decidió que si habrá segunda temporada, las actualizaciones serán algo lentas pero va ver segundo libro.

...

-Taquito vamos come-el ruso le acercó el plato lleno de carne a su prometido el cual solo hizo un puchero.

-No tengo hambre-dijo el latino enojado.

-No puedes quedarte sin comer bebe-le acerco un tenedor cargado de un pedazo de carne.

México alejo el tenedor con su dedo y se cruzó de brazos. Su embarazo le causaba problemas y eso le molestaba pero le molestaba más que Rusia no lo dejará ni barrer, apenas tenía una pequeña pancita, no se le iba a salir el hijo por favor.
Escucho un suspiro de parte del mayor, era hora de sacar su arma secreta. El eslavo se le acercó y lo beso, según Japón con eso podría convencerlo pero oh sorpresa cuando el tricolor se separó enojado y se levanto de la mesa para ir a la sala.

-Amor, por favor-lo persiguió hasta la sala y vio a México llorando.

-Ese es el problema, yo solo soy una pasiva para ti-mas cambios de humor, porque siempre era de molesto a furioso y de furioso a deprimido, no podía ser de feliz a cariñoso.

-Claro que no-dijo el ruso tratando de consolar a su hermoso prometido.

-Entonces no soy nada-el mexicano derramo más lagrimas y le lanzo una almohada en la cara al eslavo.

-Tu eres todo para mí-le dio un beso en la mejilla haciendo que el latino se sonrojara.

-Entonces porque no tienes sexo conmigo-dijo México enojado.

-Porque no puedo durante un embarazo-respondió Rusia sobándole los hombros al latino.

-Mmh, idiota-susurró enojado.

-Cariño, sabes lo mucho que quiero hacerlo contigo-dijo Rusia poniendo las manos en la cintura del tricolor.

-Pero no lo haces porque ya no me veo bien-dijo el latino volviendo a su estado de depresión.

-Tu siempre te ves bien-dijo Rusia.

-Pervertido-exclamo el mexicano.

-Cielo, por favor come-dijo el ruso agarrando de las mejillas a su prometido quién se sonrojó.

-Bien bien, comeré, pero no será mi culpa si lo vomito después-se levanto hacia el comedor.

Vaya que tener a México embarazado era difícil, siempre se enojaba.

...

Habían ido a la casa de Chile para celebrar el cumpleaños de cierta niñita, Chimania , al chile, Alemania y Chile eran muy buenos padres primerizos, México no pasaba ni del primer capítulo del libro de maternidad. Chimania cumplía 4 años, cosas que hacia que a Chile se le salieran sus lágrimas ya que parecía que fue ayer que la cargo. Peru y USA no tardaron en llegar junto con Seru.

-No mames todo mundo tiene huerco menos yo-dijo México tratando de sentarse sin que pareciera que ya no aguantaba la puta panza de 8 meses y cacho.

-Créeme que no es nada fácil-dijo Peru arrugando a Seru quién no dejaba de llorar.

-Tío México-Chimania salió de la cocina y se abalanzó a su tío quien parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.

-Chimania nena, ¿cómo estás?-preguntó el latino.

-Bien, ven conmigo te quiero mostrar algo-jalo de la mano a México quién se levanto con dificultad.

-No seas brusca cariño, sabes que México no puede moverse mucho-dijo Chile ayudando a México a subir las escaleras.

-Si mami-exclamó Chimania.

El mexicano paro en medio del pasillo, sintió un dolor en su vientre qué raro.

-Nena podrías ir a buscar a Rusia-le dijo el latino a Chimania quien asintió felizmente y fue corriendo hasta la sala para avisarle a Rusia.

El eslavo subió las escaleras rápidamente y encontró a México recargado en la pared ya que su vientre le dolía.

-¿Estas bien? ¿Te lastimaste?-revisó al mexicano.

-Si estoy bien solo que-de pronto salió un líquido de entre sus piernas, maldita sea.

Tu angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora