One Shots - MewGulf

Nuevo Profesor

Gulf Kanawut, el chico más codiciado de la universidad por su increíble belleza y amabilidad, es el omega más deseado de casi toda Tailandia. Verlo modelar en esas pasaleras en trajes hechos a su medida, eran un deleite para la vista de cualquiera. A pesar de su fama por todo el país, el es un joven sencillo, humilde, amable y muy inteligente, nunca se aprovecha de su fama para conseguir cosas. En la universidad sólo es un estudiante más, al que todos admiran y algunos alfas desean.

El joven omega de 22 años, estaba en su último semestre de universidad, a punto de graduarse con las mejores calificaciones. Fue en su clase de inglés que lo conoció, a ese alto y musculoso Alfa de nombre Mew Suppasit, que sería su maestro del idioma por seis meses.

Mew fue transferido a esa universidad, al ser esta de las mejores y el uno de los mejores maestros de lenguas extranjeras, le dieron la oportunidad de trabajar en esa prestigiosa universidad. A sus 29 años ya domina a la perfección 10 idiomas, lo cual da un extra a su sensual voz, esa que te deja cautivado a la primera palabra. Además que con su espectacular cuerpo bien trabajado y piel pálida, sumada a su cabello castaño y ojos misteriosos color café, lo hacían el maestro más deseado de la universidad.

Todos los alumnos ya se encontraban dentro del salón de clase. Gulf al ser el presidente de la clase y el más aplicado siempre se sentaba justo frente al escritorio del maestro, esta vez no era la excepción.

-Buenos días. - habló Mew llamando la atención de todos los alumnos cuando entró. Todos se quedaron callados, pues su aura era intimidante, alto, musculoso y con esos ojos misterioso, lucia bastante serio. -Me presentaré. - dijo mientras colocaba su maletin sobre el escritorio. -Mi nombre es Mew Suppasit, maestro o profesor Suppasit para ustedes y yo impartire la clase de Inglés este semestre, ahora pasare lista y me gustaría que levanten su mano al escuchar su nombre para poder ver sus caras e irlos identificando por favor.- nadie se atrevía a emitir ningún sonido, temían que el maestro los regañara si tan solo los escuchaba suspirar. Mew tomó asiento y sacó de su maletin unas hojas donde tenía la lista de los grupos. Fue nombrandolos uno a uno, poniendo atención en sus rostros como para memorizar y relacionarlos con su nombre. -Kanawut. - mencionó y Gulf rápidamente levantó su mano, los nervios se apoderaron del joven tan pronto sus miradas se encontraron, esos ojos profundos harían a cualquiera caer rendido y obviamente su lado omega reaccionaba ante aquel alfa. -Tengo entendido que tu eres el presidente de la clase ¿es así?. - pregunto sin despegar su vista del omega.

-Si, soy el presidente. - fue su única respuesta y el mayor solo asintió. Después continuó nombrando a los demás alumnos y luego inició su clase, fue bastante normal, al ser la primera clase fue más que nada de introducción a lo que verían ese semestre y ya.

-Gulf, ¿no crees que el maestro Suppasit es guapo?, por dios me temblaron las piernas cuando lo vi. - dijo su amigo Mild tan pronto salieron del salón.

-Claro que es guapo, ¿viste sus manos? Estoy seguro de que hace maravillas con ellas. - respondió el peli negro.

-Lastima que nunca podremos averiguarlo. - ambos chicos dieron por finalizado el tema y se dispusieron a ir a la cafetería para poder comprar algo para desayunar. Aunque en la mente del joven omega solo estaba Mew, había tantas cosas en ese hombre que le atraían, pero al ser un maestro sabia que aunque se le insinuara, nada pasaría. Pero el nunca había deseado tanto estar con alguien como ahora, creía que se debía a que su periodo de celo estaba por comenzar y debido a eso reaccionaba ante el alfa.

Como todos los días desde que estaba en universidad, un montón de personas le daban pequeños obsequios, desde snacks hasta cartas, que el aceptaba gustoso. En el fondo le gustaba recibir atención, aunque su popularidad también traía riesgos, pues varios alfas habían querido propasarse con el, pero en contra de todo lo que un omega podía ser, Gulf es fuerte y no duda en recurrir a los golpes si es necesario, con tal de salvarse, por lo cual con el tiempo muchos alfas dejaron de intentarlo.