Tu Voz

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¿Crees en la magia y la brujería?

Bueno, Gulf solía no creer en estas cosas tampoco, ya que para él esas cosas solo eran ciencia ficción y sucedían en las película que solía ver con sus amigos o en casa con su madre. La señora Emma Kanawut, una bella mujer que había dedicado su vida entera a su único hijo, a criarlo sola y hacer lo mejor para mantenerlo.

El menor nunca conoció a su padre, pues según su madre, este la abandonó tan pronto supo que estaba embarazada y desde entonces no sabía nada de él. Y él era feliz así, solo con su progenitora, pues esta era más que solo su mamá, era su mejor amiga, confidente y siempre lo apoyaba.

Pero la vida del joven Kanawut dio un completo giro cuando a sus 13 años conoció a quien decía era su abuelo. El padre de su desconocido padre.

-Emma, abre la puerta.- gritaba una voz gruesa del otro lado de la puerta del departamento.

-Mamá, ¿Quién es a esta hora?.- preguntó el pequeño Gulf, pues los fuertes ruidos lo habían despertado. Su madre volteo a ver el reloj y este marcaba las 6 a.m.

-Cariño, quédate aquí, yo iré a ver quién es.- comentó su madre poniéndose de pie, dejando al menor acostado sobre su cama compartida, pues el departamento era algo pequeño.

-No mamá, yo iré contigo, no pienso dejarte sola, podría ser algún loco.- dijo Gulf masajeando sus ojos para alejar el sueño, pues a pesar de ser joven sabía cómo defenderse y cómo proteger a su madre, las clases de karate de la escuela habían sido de mucha ayuda.

-Gulf, hablo en serio, quédate aquí y cierra el seguro de la puerta cuando salga.- sentenció su madre seriamente. Ella conocía a la perfección esa voz y si su corazonada era cierta, esa no era una visita amistosa.

Sin objetar más, el menor cerró la puerta con seguro cuando su madre salió, pero igual permaneció ahí esperando escuchar algo de lo que hablaban o por si las cosas se salían de control.

-¿Dónde está el niño, Emma?.- gritó el recién llegado.

-¿De qué niño hablas, Kith?.- pregunto confundida la nombrada.

-No te hagas la tonta, Alex me contó del bebé antes de morir.- respondió el anciano con enojo.

-¿Alex murió?.- preguntó con sorpresa Emma.

-Si mujer, ahora dime dónde está el niño.- exigió el mayor comenzando a ver por todas partes en busca de su objetivo.

-El no esta, lo perdí antes de poder dar a luz.- gritó la habitante del departamento.

-No me mientas, sabes que no te conviene.- amenazó viéndola fijamente a los ojos y esta cayó de rodillas. -Se que ese mocoso existe, lo he visto y estoy dispuesto a llevarlo conmigo.-

-Kith, el no es como ustedes, no tienes porque quitármelo.- rogó la señora, que seguía de rodillas en el suelo.

-¿Como sabes que no?, seguro aun no se ha desarrollado su poder, ahora dime donde esta.- Desde la puerta de la habitación el menor escuchaba todo atentamente, aunque no comprendía nada de lo que hablaban.

-Entiéndelo Kith, ese niño nació de mí, es como yo.- dijo Emma entre sollozos.

Sin entender como, el seguro de la habitación fue abierto y la puerta se abrió abruptamente, asustando al joven Kanawut.

-Con que aquí estás, ven aquí Gulf.- demandó el anciano viéndolo desde el pasillo. Con temor y algo de duda salió de la habitación, pero cuando vio a su madre en el suelo corrió hasta ella y la ayudó a sentarse en el sofá.

One Shots - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora