𝟐𝟓 | 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐎𝐒 𝐏𝐭. 𝟏

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 de corazones rotos ; primera parte


Dejo mi casaca en el perchero, al lado de la puerta, mientras Gunther camina, como bailando, hacia Petra, solo para molestarla. Y ella está muerta de vergüenza. Me río entre dientes y cuando estoy a punto de ir hacia ellos, recuerdo lo que me entregó Levi hace unos momentos y giro sobre mis talones para fijar mi vista nuevamente en la casaca y extraer del bolsillo las joyitas.

—Petra, adivina que tengo en la mano—digo agitando la mano, acercándome a ella, con una sonrisa.

Ella empuja levemente a Gunther entre risas y voltea a verme.

—Hmm, ¿dulces? — Trata de adivinar—. ¿Las monedas que me debes?, ¿mi tarjeta de identificación? Oh, donde dejé eso... ¿quizás un chocolate?

Al verla rendida, abro mi mano.

—¡Ah!, ¡¿te los llevaste?! —exclama como si aún no se lo creyera. Como dije antes, estos pendientes ella suele llevarlos casi a diario, así que es normal que piense que estaban en la mesa, al lado de su cama.

—No, no...—contesto y le entrego lo suyo—. Levi dice que estaban en su auto, qué descuidada eres —bromeo mientras ella se sorprende.

—¡¿Qué?! Juraba que los traía puestos en la cabaña —. Petra camina en dirección a su cuarto, a guardarlos. Ahora que lo pensaba bien, ella ni los tenía en el viaje, quizá se cayeron cuando Levi nos llevo a casa de Erwin. Miro hacia la mesa un poco hambrienta, Gunther se encuentra comiendo alguno que otro mini sándwich que trajo.

La laptop de mi amiga está en la mesa, encendida. Tal parece que estaba haciendo algún proyecto. Me quito la mochila del hombro, pensando en conseguir algún trabajo entre esta y la otra semana. Por mucho que deseo algo fácil, es técnicamente imposible. Además, soy precipitada para pensar lo malo que vendrá en el futuro al hacer algún oficio que siempre termino por desanimarme. No soy tan buena como para trabajar en algún restaurante o cafetería, siento que simplemente el hecho de que en algún punto tenga que atender a alguien de mi edad me pone ansiosa.

—________, siéntate o me siento yo en tu sitio favorito —escucho decir a Gunther. Lo cierto es que frente a la mesa, hay cuatro sillas, pero me encantaba sentarme en una, que me permite ver la televisión. Aunque mi madre siempre ha dicho que no debería ver la TV y comer al mismo tiempo... En fin.

—Voy a traer platos...—menciono.

Sigo pensando en posibles trabajos. Tal vez pueda lavar platos en algún lugar... No tendría que hacer mucha interacción...

—Ya los traje yo, están en tus narices —Gunther habla mientras se sentaba al lado del que será mi sitio.

El tema del trabajo se disipa de mi mente, ahora me concentro en Levi. Fue maravilloso que él, Farlan y Moblit me acompañasen; sin embargo, algo no iba bien en definitiva. No soy tan cercana a Levi Ackerman, bueno, tampoco quiero resultar bastante sofocante, asfixiante... Aún así, he estado completamente bien con solo saber algunos de sus gustos musicales, su pasión por el arte y que me hable mucho... No obstante, creo que en el fondo siempre voy a querer más que solo eso... Tiene sentido, después de todo, me gusta y nada de eso ha cambiado...

—Entonces, voy a traer cubiertos —balbuceo mientras miro los platos.

No sé algo más con respecto a él. Supongo que solo es curiosidad y no trato de indagar a través de otros. Si Levi quiere contarme, que lo haga y si no, estaré preparada para escucharlo cuando quiera decirlo. La relación que estamos formando parece ser más amical que otra cosa y eso me hace feliz... Pero...

𝐘𝐎𝐔'𝐑𝐄 𝐒𝐎 𝐂𝐎𝐎𝐋 ✶ Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora