Capítulo 6

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Katsuki llevaba maldiciendo sentado en su sofá desde que llegó a su departamento. Hace unas horas atrás había actuado de la forma más estúpida y jodidamente vergonzosa delante de Uraraka, no comprendía cómo sus pensamientos y sus acciones no se coordinaban cuando ella estaba presente y se transformaba en un imbécil.

No lo entendía, recién llevaba un par de días conociendo a la muchacha de forma profesional pero no podía sacarla de la cabeza por mucho que intentara, nunca en su vida había sentido la necesidad de querer llegar a conocer más a fondo a una persona, mucho menos a una mujer.

Aun podía sentir la suavidad de las redondas mejillas de Ochako en contraste con sus dedos y la calidez que lo embargó ante el tacto, tampoco podía olvidar el rostro sonrojado de la joven y sus ojos chocolate brillantes a causa de su imprudencia.

—¡AAAAAAAAAH!—Gritó sacando la frustración de su cuerpo. Se estaba volviendo loco.

Un golpeteo insistente en su puerta sumado al toque de su timbre lo sacaron de su estado de frustración pero automáticamente sus nervios se crisparon. Iba a golpear a quien sea que estuviera tras la puerta.

Caminó con pasos furiosos, su ceño fruncido y abrió la puerta de golpe. Los rostros sonrientes de Kirishima, Kaminari y Sero invadieron su visión.

—¡Llegaron los más perrones!—gritaron los tres a coro. Katsuki no alcanzó a cerrar la puerta en sus narices y los tres se colaron al departamento ignorando el mal humor del rubio.

—¡¿Qué hacen aquí?!—les gritó Bakugo mientras los que se denominaban sus amigos se acomodaron en la sala.

—Te vinimos a ver— respondió Kaminari mientras encendía la televisión despreocupadamente.

—Supimos que estás con reposo— habló Sero señalando a Kirishima.

—Trajimos cerveza —el pelirrojo señaló una bolsa que dejó en la mesa de centro— Es solo para nosotros, tú no puedes beber ya que estás convaleciente.

Katsuki los observaba enojado mientras veía a los tres acomodarse en su sala. Iba a echarlos a patadas de su casa pero ya no tenía ánimos para discutir. Se dejó caer de forma abrupta en el sofá individual frente a los invasores.

—Ten, una sin alcohol— Sero le tendió una botella de cerveza y él la aceptó. No acostumbraba a beber, siempre estaba alerta en caso de que alguna emergencia se presentara.— No somos tan malos.

—También supimos lo de Camie— habló Kaminari.

Bakugo hizo una mueca y dirigió su mirada amenazante a Kirishima.

—Yo no dije nada, lo vieron en un programa.—se defendió el pelirrojo dando un sorbo a su cerveza.

—Si te sirve de consuelo nunca me agradó— reconoció Sero, Kaminari tambien asintió energéticamente.

—Te consumía la energía, amigo— habló Eijiro.

Katsuki se mordía la lengua ante las palabras de los héroes, no llevan ni diez minutos y ya estaban colmando su paciencia.

—¿Pueden dejar de mencionarla? —gruñó Bakugo.

Los tres asintieron, Kaminari y Sero trataban de reprimir una carcajada, era divertido ver a Katsuki molesto.

—¿Cómo va tu mano?— preguntó el pelirrojo desviando la conversación. Katsuki se lo agradeció internamente.

—Ya no duele como la mierda, supongo que va mejorando.

—Eso es bueno viejo—Sero le dio un sorbo a su cerveza.

—Recovery Girl siempre hace bien su trabajo— comentó Kaminari despreocupado.

Dime que estará todo bien (KACCHAKO/BAKURAKA) Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora