Capítulo 14

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Katsuki movió su pierna con impaciencia como lo llevaba haciendo hace casi una hora; estaba sentado en el sofá de la sala de Ochako, revolviendo sus cabellos rubios y con su mandíbula tensa. Desde hace casi una hora que habían llegado al departamento de la castaña, minutos que se le hacían eternos al estar con aquella incertidumbre que estaba ocurriendo y sin saber muy bien que hacer.

Ochako había entrado en una especie de trance, no había logrado articular palabra alguna desde que ella le suplicó que la sacara del parque donde estaban, él solo actuó por instinto tratando de ignorar el mar de dudas que se estaba formando en su mente. Con cuidado la dejó sobre su cama mientras esta se acurrucaba a su lado, los temblores en su cuerpo aún permanecían pero las lágrimas de Uraraka habían menguado, quedando solo el camino brillante en sus mejillas.

El la abrazó tratando de entregarle consuelo a su forma, se sentía un completo inútil sin saber qué hacer, así que esperó a que la chica cayera rendida ante el sueño para así poder realizar unas llamadas.

Luego de unos minutos, frustrado consigo mismo y a su vez lleno de cólera por no saber la razón de la reacción de Ochako, le abrió la puerta al bastardo mitad mitad quien tenía el ceño ligeramente fruncido y un rostro cargado de preocupación.

—¿Qué ocurrió? — preguntó Todoroki sin tomar asiento.

—No lo sé, joder— Bakugo rascó su nuca y dejó escapar un suspiro lleno de frustración.

Se vio tan desesperado que recurrió a Ashido para solicitar el número de Todoroki, él sabía de la fuerte amistad de Ochako con el médico por lo tanto no sería tan difícil para él el descubrir la razón de la reacción de la castaña. Odiaba admitirlo, pero necesitaba de la ayuda del bastardo, por eso no dudó en recurrir a él con un simple "Ochako no está bien, necesito que vengas", para que Shoto acudiera de inmediato al llamado.

—Explícate— solicito el muchacho bicolor.

Bakugo se armó de paciencia y le relató todo lo que él presenció, desde que estuvieron en el parque hasta que él volvió con el algodón de azúcar en sus manos y se encontró a una Ochako completamente en shock quien lloraba y temblaba sin razón aparente.

—Mierda— murmuró Todoroki llevando una de sus manos hasta su rostro.

Él conocía esa reacción de la castaña, lamentablemente le tocó vivenciar uno de esos episodios en el pasado con su amiga, y lo más probable es que el causante de todo sea Shindo. Ese bastardo había encontrado a Ochako.

—¿Qué mierda está pasando, Todoroki? — preguntó Bakugo con seriedad y preocupación al ver el cambio en el semblante de su ex compañero.

—Yo no soy quien para darte las respuestas— respondió el chico dando un suspiro centrando su mirada en Bakugo.

Si bien él tenía conocimiento de casi toda la vida de Ochako, era ella quien debía hablar con Bakugo, y conociendo a su amiga lo más probable es que no quisiera contarle nada al rubio por no encontrar el momento adecuado o para no sentir vergüenza de la situación.

— ¿Entonces quieres que actúe con tranquilidad luego de ver a Ochako de esa forma? — le habló elevando el tono de voz y acercándose a Shoto de forma amenazante. — ¿Me estas jodiendo?

—Ella te lo va a contar, la conozco— le respondió sin inmutarse por la agresividad del héroe. — Iré a verla.

Y desde ese entonces él llevaba casi una hora esperando, había perdido la cuenta de las veces que se puso de pie y luego volvió a sentarse a causa de la ansiedad que le producía la situación. En su mente pasaban miles de ideas entorno a Ochako, ¿Habrá ocurrido algo con sus padres? ¿Algún problema en el hospital? Sea cual sea la situación él no quería sentirse aparte, quería apoyarla y darle el tiempo y la confianza para que ella se abriera con él, hacerle ver que lo que estaban construyendo no era algo superficial, sino que iba mucho más allá de lo que él podía comprender.

Dime que estará todo bien (KACCHAKO/BAKURAKA) Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora