Capítulo 13

2K 149 56
                                    

El tacto de las manos tibias de Bakugo recorriendo la piel expuesta de su espalda le arrebató un suspiro de sus labios provocando que el rubio sonriera ante lo que provocaba un simple tacto sobre Uraraka.

Ochako no supo en qué momento el rubio se acomodó sobre su cuerpo y atacó con hambre sus labios, para luego bajar por su mandíbula y darle atención a su delicado cuello mientras ella se dedicaba a disfrutar de las caricias y llevar sus manos hasta su sedoso cabello.

Bakugo por su parte disfrutaba de degustar de la piel de la castaña, realizando pequeños círculos con su lengua sobre el cuello de la chica, aumentando la velocidad cuando escuchaba a Ochako suspirar en su oído.

Ella era exquisita, toda Ochako era exquisita.

—Bakugo-kun— Uraraka habló entrecortadamente al sentir una de las traviesas manos del rubio apretaba una de sus nalgas.

—Katsuki — le habló al oído para luego dirigirse a morder sus labios de forma salvaje, dejando un brillo de saliva en el cuello de la chica— Para ti siempre será Katsuki— su voz ronca provocó un escalofrío en Uraraka.

La chica asintió lentamente mientras disfrutaba de las sensaciones que el rubio estaba provocando en su cuerpo, sintiendo como un calor la comenzaba a invadir de pies a cabeza, entregándose por completo.

Bakugo aprovechó la instancia mientras posaba ambas manos bajo el redondeado trasero de Ochako y la elevó del sofá besando sus labios nuevamente, mientras la chica enredaba sus piernas sobre la cadera del rubio.

El vestido cedió un poco dejando expuestas las delicadas clavículas de Ochako, lugar donde Bakugo comenzó a depositar suaves besos a medida que avanzaba a tientas por el pasillo del departamento para adentrarse en el dormitorio de la castaña.

Con delicadeza dejo a la castaña sobre su cama y se dio unos segundos para disfrutar de la preciosa vista frente a sus ojos. Una Ochako con el cabello desparramado sobre la cama, con sus mejillas completamente sonrosadas, sus labios rojos y levemente hinchados a causa de los besos y mordiscos que este le había proporcionado, con sus ojos brillantes a causa de la excitación y su pecho subiendo y bajando a un ritmo acelerado.

Guardaría esa imagen por siempre en su memoria. Era preciosa y tenerla de esa manera frente a él, respondiendo a todas caricias que él le había proporcionado le generaba una sensación de satisfacción y anhelo; quería que ella disfrutara por completo.

Se deleitó con los ojos cargados de excitación de Ochako y sintió como su erección comenzaba a formarse cuando esta comenzó a llamarlo con uno de sus dedos. Él, de forma obediente, se acercó a la chica, con delicadeza tomo su rostro y la besó con intensidad, deleitándose con el juego de sus lenguas, sintiendo como sus exquisitos labios se acoplaban de forma perfecta a los suyos, aumentando su temperatura mientras escuchaba los imperceptibles suspiros de Ochako.

Con cuidado comenzó a retirar el jodido vestido de la castaña, quedando este atorado en su bajo vientre, dejando expuesto el exquisito cuerpo de la chica, la blanca y delicada piel de su abdomen y más arriba sus pechos siendo cubiertos por un sostén de encaje color vino, provocando un precioso contraste con la piel de Uraraka y destacando sus redondeados senos.

Sintió su erección palpitar de forma dolorosa ante la preciosa imagen y con hambre se acercó a devorar el nacimiento de los pechos de Ochako.

— ¿Planeaste esto, cara redonda? — murmuró entre gemidos deleitándose con el olor que desprendía la piel de Ochako.

Uraraka suspiró de placer al sentir la lengua de Bakugo jugar en aquella zona sensible mientras ella jugaba y tironeaba con extraña rudeza los cabellos del rubio.

Dime que estará todo bien (KACCHAKO/BAKURAKA) Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora