Capitulo 38

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Dos días pasaron desde esa noche. Aprendí a controlar mi fuerza y mi temperamento. Pero mi padre aun no despertaba. Rafiki lo revisaba seguidamente y no encontraba signos de que estuviera empeorando, así que eso nos tranquilizaba, pero seguíamos muy preocupados. La guardia y Ono, junto con Anga, estuvieron alertas, esperando ver a Brizz, pero no lo encontraron.

Mi padre tenía heridas muy profundas, todas causadas por ese maldito. Era un milagro que sus garras no hubieran perforado ningún órgano, de lo contrario hubiese sido fatal.

Me di cuenta de que debía volverme más fuerte, incluso más de lo que era Sasha, no podía confiarme sabiendo que ese tipo tenía su fuerza, y la velocidad de mi madre.

Por cómo había atacado a mi padre, supe que él se lanzaba sin más, esperando golpear y hacer daño. Tenía mucha resistencia, y no fue hasta que mi padre comenzó a atacarle que empezó a desistir.

Comprendí que la forma de vencerlo era atacar de la misma forma, ya que aunque su resistencia, su fuerza y su velocidad eran muy altas, su defensa estaba en lo más bajo.

No fue sino hasta dos o tres días después que...

-¡Kiliam!- exclamó mi amigo Shujaa llegando a donde me encontraba. Me sobresalté y me levanté de golpe al escucharlo.

-¿es el?- pregunté serio, él asintió –llévame, ahora- le pedí mientras salía corriendo.

No faltó mucho para llegar al lugar donde se encontraba. Mi mente dejó de funcionar por un segundo al darme cuenta de donde nos encontrábamos.

-no...- dije corriendo hasta subir a la roca del rey, donde, efectivamente, Brizz estaba peleando con mi madre.

Ella no tenía un solo rasguño, ni se le veía cansada, sin embargo mis hermanos y mi padre aún estaban dentro de la cueva, y si él llegaba a entrar...

No quería imaginarlo. Le pedí a Shujaa que trajera a todos, necesitaba ayuda si iba a vencer a este monstruo. Entonces mi madre que no se había percatado de mi presencia, me miró a los ojos por un segundo. Un solo segundo en el que Brizz la golpeó mandándola directo al suelo.

Mi madre se golpeó la cabeza, y perdió el conocimiento en el acto. Yo me asusté, ese miedo me hizo reaccionar, golpeé tan fuerte como pude al tigre blanco y me acerqué a mi madre.

-no... mamá, por favor...- murmuraba por lo bajo. Mi madre respiraba, pero de forma muy lenta y débil. Escuché un ruido, él estaba levantándose. Lo miré.

Mi mente se llenó de odio, no podía evitarlo. Sabía que podía vencerle con el rugido de los ancestros, pero eso significaría hacer lo que él quería.

-¡Esto... Lo... Pagarás!- le dije cegándome por un momento. Él se limitó a sonreír sádicamente. Pasó por completo de mí y fue directo a mis hermanos. Lo golpeé y lo empujé, pero no resultó.

-muere...- dijo por fin. Su voz era hueca, sin vida. Y de no ser porque me moví apenas comenzó a hablar me hubiera matado.

-¡Corran!- les grité a mis hermanos. Todos corrieron.

Terminé por lanzarme hacia Brizz para darles algo de tiempo, pero no sirvió mucho, ya que segundos después terminé en el suelo. Se acercó a mí y levantó una garra, pero un rugido de tigre lo distrajo y pronto vi de quien se trataba.

-¡Déjalo!- gritó ella mientras le lanzaba zarpazos.

Funcionó por un momento, pero tan pronto como se detuvo, el sin pena ni remordimiento, la golpeó y la dejó en el suelo. Ella intentó levantarse, pero una pata se colocó sobre ella. Atrapada y sin salida, solo pudo intentar atacarle sin éxito.

Comenzó a ahogarla. La estaba asfixiando. Corrí lo más rápido que pude y sin pensarlo, activé el rugido interno. Los Haraka y Hatari se acercaron corriendo, nos cubrieron mientras me acercaba a ella.

-Sasha...- dije moviéndola levemente. No quería más heridos, tenía miedo, mucho miedo.

-...- no respondió, me miraba, pero se veía cansada.

-está bien, está bien- dije yo acariciando su rostro con tristeza.

-te... quiero...- me dijo ella al oído y luego se desmayó.

Todo cayó de peso para mí. Sentía mucha rabia. Si no había perdido el control con mi madre, porque lo había prometido, esto fue demasiado. Me giré y vi directamente a los ojos a Brizz. Mis compañeros estaban frente a mí, pero no podía hablar en ese momento. Solo sentía odio, un odio muy profundo. Miré a mis compañeros. Debieron interpretar mi mirada con un: "apártense", porque con algo de miedo en sus caras, se hicieron a un lado.

-infeliz... primero mi padre, después mi madre y ahora, ¡ella!- grité ya sin poder controlarme.

-no te preocupes... en cuanto acabe con toda tu asquerosa familia, seguiré con tus amigos, luego terminaré contigo, y podrás reunirte con todos...- dijo sin dejar de sonreír de esa forma tan cruel.

-eres un miserable... ¡no te lo perdonaré!- en ese momento, solo sentía la energía del rugido de los ancestros correr por mi cuerpo.

Me lancé a atacarlo. No dejé de golpearlo en ningún momento, y tampoco es como que él estuviera previendo esto. Lo tomé por sorpresa. Hubo un momento, en el que cayó de golpe al suelo, bajo la roca del rey, y no me importó nada. Simplemente lo seguí y tan pronto estuve sobre el suelo, seguí golpeándolo. Si había recibido zarpazos, no los sentía. Solo sentía ira, tristeza y rencor, quería venganza.

Pasados los minutos, descargué toda mi ira. Por fin estaba en paz. Él estaba apenas con vida. Pero no me arrepentía de nada. Por fin, mi familia estaba a salvo.

-c-como es p-posi-ble...- dijo escupiendo sangre.

-nunca te vuelvas a meter con mi familia o con mis amigos...- dije de forma fría.

Lo miré con desprecio y le di un último golpe, para dejarlo inconsciente.

A él, lo encerramos en una cueva profunda. Un agujero de unos cuantos metros de profundidad, donde nadie puede salir por su cuenta.

Volví a la roca del rey. Rafiki revisó a mi madre, estaba bien, solo necesitaba reposo. Sin embargo, Sasha era otro caso. Había recibido daño en su garganta, no podía hablar, o al menos no durante un tiempo.

Ya a mitad de la noche, me acerqué a mi padre, respiraba lentamente.

-papá... lo vencí...- dijo con una sonrisa triste. Me dolía el hombro derecho, pero no era nada grave.

-*lo se... estoy muy orgulloso de ti hijo...*- escuché su respuesta... 

Un segundo... ¡¿Su Respuesta?!

-pa... papá, puedes... ¿escucharme?- pregunté nuevamente. Pero todo estaba en silencio. Creí que había sido obra de mi imaginación. Así que solo me fui a dormir.

Pasó un rato antes de que pudiera pegar un ojo. Estaba realmente cansado, pero lo que creí escuchar sonaba tan real que me había quitado el sueño. Al final, no pude mantenerme despierto mucho más y caí rendido.

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EEEEEEEEY GENTE QUE TAL COMO ESTÁN? -chanclazos por los capítulos gore de hace una semana y hoy- MEPER DONAN X2?

ES QUE PUES, LA IMAGINACIÓN ESTÁ UN POCO AGRESIVA HOY, LES HA PASADO ALGUNA VEZ? 

PUES BUENO GENTE, SOLO RECORDARLES, QUE ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL DE LA HISTORIA, EH? PROBABLEMENTE SOLO QUEDEN DOS O TRES CAPÍTULOS MAS, ASÍ QUE OJO 

EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN fin

SI TE HA GUSTADO DEJA TU HERMOSA ESTRELLITA, SI NO TE HA GUSTADO DEJA UNA ESTRELLITA Y DAME UNA CYBER-PALIZA POR MENSAJE xd

NO OLVIDEN COMENTAR QUE LES HA PARECIDO, YA SABEN, ME GUSTA LEER LAS OPINIONES DE OTROS

SIN MAS QUE DECIR, ME DESPIDO, UN ABRAZO, UN SALUDO, CUÍDATE, TE QUIERO MUCHO, Y NOOOOOS VEMOS.

CHAUCHAU!

Kion x Fuli: Un Amor Para Siempre Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora