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♡ Capítulo III ♡

Ya habíamos llegado a la clínica, no encontramos en la sala de espera, mi madre se encontraba sentada justo en medio de Luz y de mi, en lo que esperábamos a que pasara mi madre con el doctor, Luz se encontraba viendo su celular, mientras mi madre se veía algo pensativa y preocupada.
Por suerte nos habían atendido luego, ya que la recepcionista dijo que después de que saliera el paciente que acaba de pasar, pasaría mi madre.
Pasaron alrededor de 20 minutos y fue el turno de mi madre. Pasamos las 3 y saludamos a la doctora que siempre nos atendía.

-Buenas tardes doctora- saludo mi madre.

-Buenas tardes Gloria- devolvió el saludo la doctora.

-Hola chicas, ¿cómo están?- nos preguntó la doctora a mi hermana y a mi.

- Hola doctora- respondi -bien, solo que un poco preocupadas por saber lo que tiene nuestra mamá.

-Si doctora- respondió Luz -¿Usted nos puede decir que le pasa a nuestra mamá?- dijo Luz aún preocupada, creo que eso es lo que quería evitar mi madre, tanto Luz como yo nos preocupamos, pero como no hacerlo es nuestra mamá.

-No te preocupes Luz- dijo la doctora regalándole una sonrisa -ahora veremos que tiene tu mami- dijo la doctora levantándose de su escritorio.

-Tomen asiento chicas, mientras tú Gloria toma asiento en la camilla- le hicimos caso a la doctora y nos sentamos mientras veíamos como revisaba a nuestra mamá

-Bien Gloria, checaremos como te encuentras del la presión arterial y como se encuentran tus pulmones, ¿te parece?- preguntó la doctora.

-Claro Doctora- respondió mi madre.
Saco su estetoscopio y empezó a checar su respiración.

-Inhala- dijo la doctora a nuestra mamá.

-Exhala- dijo -inhala- dijo de nuevo, -exhala- continuó diciendo.

-Ultima vez inhala y exhala- dijo la doctora escuchando xon atención por el estetoscopio.

-Bien, ahora revisare tu presión arterial- dijo la doctora sacando de su bata un tensiómetro.
Si lo se, parece que ahora la que va estudiar medicina soy yo, pero no es así, como les vuelvo a repetir eso de ayudar a estudiar a Marie para sus exámenes o prácticas, hace que me aprenda algunas cosas de su clase.

-Tú presión arterial está un poco alta Gloria, cuéntame ¿qué pasó para que vengas a consulta?- preguntó la doctora a mi madre

-Doctora, me he desmayado en mi trabajo, pero antes de que me desmayara me dio un pequeño mareo, pensé que solo era un pequeño mareo y no imaginé que me iba a pasar algo así- comentó mi madre.

-Ok, y ¿cómo te has sentido estos últimos días?- preguntó la doctora de nuevo.
Mi madre tomó tiempo para responder o mejor dicho para pensar si decir la verdad o seguir negando las cosas, como suele hacerlo en ocasiones.

-La verdad doctora, mal- respondió mi madre con un tono de culpa. Ese tono solo lo usaba cuando en verdad se sentía culpable, y claro que hay una razón para sentirse culpable.
Nos había ocultado que se sentía mal, esa era su culpa, no poder decirnos nada, hasta ahora que le pasan las cosas es cuando mi madre decide decir la verdad. pero se que no es momento de reclamar, si no de ayudar y apoyar. Lo único que quería mi madre es no preocuparnos, y lo entendía, mi madre siempre ha sido nuestra súper mamá, no hubo necesidad de tener papá, ella siempre veía como sacar a sus hijas adelante, hasta la actualidad.

-Mmmm- murmuró la doctora - me puedes describir ¿cuáles son los malestares que se te presentaron?- pregunto la doctora, mientras anotaba algo en su computador.
-Claro, me han dolido los huesos y las articulaciones, a la hora de subir escaleras me fatigo, lo cual antes no me pasaba eso, además de que se me va el apetito y he bajado de peso- termina de decir mi madre y nos regala una mirada triste, se que con esa mirada trata de decirnos que la perdonemos, y como no perdonar a mi madre, si es el ser más maravilloso del mundo.
-Creo saber lo que tienes Gloria, pero no quiero alarmarlas, necesito primero que te realices unos estudios, no puedo asegurar algo si no tengo pruebas- dijo la doctora con un tono de preocupación.