Second Chances || Joe Mazzello✔️

Capitulo 1

"Aunque nadie pueda volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y crear un nuevo final."

Carl Bard.

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Londres - Marzo, 2019

La asistencia había sido obligatoria, la consulta no la iba a dejar pasar. El especialista citó a su paciente para conversar sobre un tema pendiente, puesto que él tenía la necesidad de hablar con su confidente desde hace casi 23 años, para discutir la idea que le había pasado por la cabeza desde finales del año pasado: darle por fin un giro a su vida.

-Debo confesar que me encuentro muy contento con todo lo que me has dicho, John. Te ves revitalizado y eso me da esperanzas de que todo este tiempo hemos dado grandes pasos.

Harold, su terapeuta por más de veinte años, se muestra satisfecho con los avances que ve en su paciente. Sabe que ha ido poco a poco, pero seguro.

John asoma un atisbo de sonrisa, mientras fija su mirada verde grisácea sobre el vaivén de la cortina de la ventana. Sentía que su vida había sido como el baile de aquella tela, con un subir y bajar constante de emociones y experiencias. Apreciaba que el viento que incitaba ese movimiento representaba todos aquellos momentos que de alguna u otra forma, lo llevaron hasta allí. Personas, viajes, trabajo, presiones; todo se materializaba en esa danza y él, casi como un ser ausente, los miraba desde lejos apreciando cómo por fin al cerrar aquella ventana se iba a calmar ese empuje, normalizando por fin su vida, o quizás dando la oportunidad de que mejore con un ritmo diferente.

-No ha sido fácil, he tenido peores días - dice el mayor con un pequeño asomo de melancolía corriendo por su voz, siendo cortada de inmediato por una fuerza interna que hasta ahora había empezado a manejar -. Digamos que puedo estar bien... Eso creo. - posa su mirada en su acompañante y este le recibe con un asentimiento de cabeza, para luego cerrar su libreta y en un movimiento ponerse de pie, dando por sentada esta pequeña pero enriquecedora conversación.

-Entonces trabajemos en pro de ello y sigamos avanzando. No me queda nada más que acotar, solo que deseo ser partícipe de todo aquello que quieras comentar para afianzar ese sentimiento. - La mano de Harold estrecha fuertemente la de John, quien la deja por unos segundos antes de apartarla y guardarla dentro del bolsillo de su pantalón.

-De acuerdo. Lo llamaré si es necesario.

Salir esa tarde de aquel consultorio no había sido tan malo después de todo. En muchas ocasiones había tenido que parar su auto cerca de un parque para poder normalizar su respiración, cerrar sus ojos y controlar un posible ataque de pánico; siendo esta una rutina que había adquirido a lo largo de los años, solo para evitar mayores daños.

En este tiempo se había mentalizado ser una mejor versión de sí mismo, todo con la fe de dar un paso más en su vida sin tener que recurrir a los medicamentos, cosa que había abandonado hace un par de años por cuenta propia. Vivir drogado no era algo que le agradara en lo absoluto.

Manejar de vuelta a casa sería su mejor remedio, así que solo quería que fuera más ameno; por lo que iría a reponer su caja de cigarrillos y a comprar un dulce de chocolate para compartir con Verónica, ya que en estos días se había propuesto también ir arreglando su matrimonio, porque sabía que en este momento de su vida iba a necesitar a una compañera que estuviera a su lado apoyándole y guiándole por un buen camino. Algo que la mujer había estado haciendo durante mucho tiempo, pero él no tuvo la oportunidad de agradecerlo por completo, o como ella se lo merecía.