Capitulo 4

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"Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada."

Julio Cortazar.

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Londres - Abril, 2019

La puerta que le indicó Roger por mensaje está concurrida hasta la médula. Hasta este punto no sabe si de verdad leyó bien, o si es que se perdió el hecho de que está en temporada de turistas que van en busca de unas buenas vacaciones en las calles londinenses.

Mira su reloj y su teléfono al mismo tiempo. Sabe que Roger no sería capaz de engañarle y tenerle esperando allí por gusto. Si hay un retraso debe ser por el tráfico.

Mientras se hace la idea de esa teoría, observa detenidamente cada auto que llega y se estaciona, deseando que uno de ellos sea el que le indicó el baterista. A ciencia cierta no sabía si iba a ser él mismo quien lo recogería en el aeropuerto, pero por si las dudas, prefería corroborar nuevamente el mensaje que le envió la mañana en que embarcó en el aeropuerto en Estados Unidos.

Al tiempo que se encuentra en su faena, un carraspeo forzado hace que pierda la concentración por el susto, topándose al alzar su cabeza con un hombre corpulento, alto, de bigote y barba muy bien mantenida. Lleva unos lentes oscuros, algo absurdo por la hora del día, y viste como cualquier otro ejecutivo que sale en apuros de este aeropuerto.

—¿Usted es Joseph Mazzello? ¿No es así?

—Sí. ¿Usted es..?

—Buenas noches, fui enviado por el señor Taylor para llevarlo al hotel. Seré su chofer.

—¿Disculpe? — Por los lentes no pudo notar si el hombre se sorprendió ante su respuesta, pero juraría que por dentro debe estar dándose golpes en la cabeza —. No sabía que tendría chofer.

Otra cosa para anotar en la lista de "Esto es una locura, seguro es una trampa". La había empezado en la servilleta de su desayuno en el avión cuando asimiló que este tipo de acontecimientos no deberían estar pasándole a él. Estaba consciente del aprecio que tanto Roger, como también Brian May, habían tenido con cada uno de los actores del cast de la película; pero aún así no terminaba de encajarle este reciente interés del músico en querer llevarlo a un "evento especial" solo porque le parece bonito y agradable. No dudaba de la generosidad del hombre, pero a decir verdad le asustaba y ocasionaba mucha intriga toda esta parafernalia.

—Me dieron órdenes para llevarlo a su hotel, señor — comenta el hombre con voz monótona y aburrida, casi repitiendo un guión que le mandaron a aprender de memoria.

—Lo siento, es que... el sueño — El bostezo amplio de Joe tal vez pueda pasar por verdadero para muchos, pero para él mismo y quizás para ese grandulón, seguro que no —. Fue un viaje largo y pesado — En primera clase y viendo un maratón de Game of Thrones, claro que sí.

—Sígame, por favor. Lo llevaré al auto. El hotel no está muy lejos de aquí.

De un solo movimiento toma las maletas del actor y sin dejarle refutar. Joe lo observa asombrado y un poco intimidado, prefiere ser amable y cortés antes de enfrentarse a ese hombre que fácilmente puede pasar por un militar muy bien entrenado. Así que sin pensarlo mucho decide seguirlo y para su sorpresa, el auto que maneja es uno de los que estuvo observando desde hace unos minutos, solo que no había notado que se trataba de "su chofer".

Cuando llega a su lado, el hombre ya ha guardado las valijas en el maletero del auto. Con un ligero movimiento de cabeza le indica que se dirija a la puerta del asiento trasero, para luego abrirla y darle paso.

Second Chances || Joe Mazzello✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora