Potros Salvajes

129 22 0
                                    

Mi cabeza no puese dejar de pensar en lo mismo.

—De nuevo.—Brinque a la bara y sostuve unos segundos.—Abajo.—Estamos listas.

Puedo escuchar a todo el mundo afuera, hay demasiado ruido. Apuesto a que mamá trajo sus tapones para los oidos.

—Escuchenme todas, quiero que sepan que estoy orgullosa, han sido el mejor equipo que eh entrenado, lo que pase este dia sientanse orgullosas de que dieron lo mejor, que dejaron el alma en el partido.

—La entrenadora quiere llorar.—Dijo Miko.

—No, bueno si pero es de lo orgullosa que estoy.

—Pues yo no estoy orgullosa de este equipo.—Comento Gina la capitana.—De hecho no creo que tengan lo suficiente para ganar.

—¿Eso crees?—La encaro Miko.

—¡Demuestrame lo que traes Potro!—Todas nos unimos en un circulo.—“EL TALENTO GANA PARTIDOS, PERO EL TRABAJO EN EQUIPO Y LA INTELIGENCIA GANAN CAMPEONATOS. PORQUE YO HAGO LO QUE USTED NO PUEDE,  Y USTED HACE LO QUE YO NO PUEDO. JUNTOS PODEMOS HACER GRANDES COSAS”
—Nada mas cierto que esto, aprendumos a jugar como equipo y a ganar como equipo.—NO HAY ESTRELLAS, TODAS BRILLAMOS POR IGUAL. A GANAR EQUIPO.

Salimos, las porristas han hecho un pasillo de honor hasta la cancha, los colores de ambos equipos se han adueñado de las enormes gradas y a pesar se que somos visitantes tenemos mas apoyo del esperado.

—¡Esta aqui casi toda la escuela!—Mire en las gradas a mi familia, como dije mama lleva unos audifonos canceladores de ruido. Mas abajo de ella esta todo el clan Steven y Martienz. Aidam lleva puesta la playera con mi numero.

—¿Listas?—Nos reunimos.—Las quiero concentradas a todas, no existe el publico, no existe nadie nada mas que ustedes.—Mi vista se distrajo al ver a mi madre hablando con un hombre, ella solo niega con las manos y habla con el enojada. Es un reclutador.—¡Aylin!—Regrese mi atencion al equipo.—A ganar.—Ni siquiera lo deja hablar, puedo saber cuales son sus palabras. No se moleste, ella ya tiene un plan, se ira a Londres a estudiar Psicologia,  se que su universidad puede darle un progrmaa excelente pero ella pertenece a Londres, no es no y no la hara cambiar de opinion.

—¿Estas bien? —Me intersepto Miko en mi entrada a la cancha. Limpio una lagrima de mi mejilla.—Olvida todo por unos segundos, disfruta eate juego. ¿SI?

—Quiero ganar, no lo pienso disfrutar.

—Esa es mi chica.

Louis

Luis nos conto todo, ella no se quiere ir. Su madre la esta obligando.

—¿Quien es la mamá de Aylin?—Me preguntó mi padre.

—La señora atras de ti, ropas finas y audifonos.—Un reclutador intento hablar con ella, pero no lo quiso escuchar.

—Tiene cara de pocos amigos.

—Pobre de Luis, le toco una suegra ogro.—Papá solo se rio. Mi hermano no aparta mirada de Aylin.

—¿Porque llora? Algo paso.—Entro a la cancha y se ve tensa. Le toca sacar.
El golpe a la pelota hasta yo lo senti, debio doler.

—Es buena.—Comento London.—Bastante buena.

...

Se nota que algo la molesta, remata ese balom con todo.

—Tiempo fuera.—El equipo rival lo pidio. Van 22 a 12. Ganando visitantes.

—Esta bien, sea lo que sea que le pase esta jugando incrible.

—Mira su mano.—Lo hice. La entrenadora aplica hielo.—Esta arriesgando su salud por esto.

—Es una Alex entonces.—La temporada pasado se disloco el hombro y asi jugo. No le dijo a nadie hasta que acabo el partido. Su manager estaba furioso.

—Quiere demostrar que es lo suyo, pero ve a su madre.—En el maldito telefono, no ha dejado de hacer llamadas.

—Lo se, pero eso lo debe ver ella.

—Yo me encargo.—Dijo papá, como pudo se sento junto a ella.—Hola, Tamara ¿Cierto?

—Si, ¿usted es?

—Mi nombre es Antony, soy papá de Luis.—Lo miro confundida.—Amigo de su hija Aylin. Vivimos enfrente.

—Oh si, los ruidosos de enfrente.

—Si, en mi familia es muy comun el ruido.

—Ya lo note.—Primer set para los potros salvajes, me levante a gritar como loco.

—Aylin tiene mucho talento, ¿A de estar orgullosa?

—Que gane un partidos no es merito de orgullo, un titulo profecional con excelencia academica si.—Ok ya la odio. Luis esta furioso.

—Pero no vale la felicidad de un hijo.

—Disculpe.

—Lo digo por experiencia propia, ver en el rostro de mi hija ser campeona de la MBL me llena de orgullo, se que hace algo que ama y la hace feliz.

—Dudo que su madre este muy orgullosa de que ella se dedique a una profecion de hombres.

—En todo caso jamas lo sabremos, ella esta muerta.—La señora solo miro al ferente.

—Discúlpeme no quería ser grosera.

—No se procupe, ya note que para usted es mas importante un pedazo de papel que la felicidad de su hija.

—¿Que le pasa? ¿Que insinua?

—Que ella no se quiere ir, lo hace por usted.

—Claro, usted es el padre del joven que amenazo con seguirla si fuera el caso. Aleje a su hijo si no quiere que salga lastimado, ella se ira y punto.—Lo señora se levanto para irse. Salio del gimnasio. Su hija eata jugando.

—Gracias por intentar, pero nada la hará cambiar de opinion.—Le dijo Luke a papá.

—Disculpe que le diga esto, pero esa mujer es muy egoista.

—Nosotros le decimos godzilla.—No pude evitar reír con el comentario de Mario.

—Lo se, pero Aylin jamas la desobedece. Ella se ira al termino de las clases.

—Si y mi hijo tras de ella.—Luis esta mas concentrado en Aylin, noto cuando su madre se fue y clavo ese balon con todo lo que tiene.

—¿Usted es el padre de Aylin Mendez?—Llego el mismo reclutador de hace rato, solo que ahora con Luke.

—Si soy yo.

—Intente hablar con su esposa.

—¡QUE GRACIOSO ESPOSA!—Lo grito Mario.

—Perdón la madre de Aylin, pero no quizo escucharme.

—Apuesto que le dijo que se iria a Londres.

—Asi es, intente explicarle el programa que le ofrecemos a Aylin pero me escucho.

—Lo se, asi es ella.—Pobre de esa familia, esa señora solo llego a arruinarles todo.

—No podemos hablar con Aylin sin su concentimiento por ser menor de edad, cree que usted nos permita y poder convencerla de que se quede.

—Mire si yo doy ese concentimiento tendrian que buscar mi cuerpo en lo mas profundo del mar.—Que drastico.—Mejor te doy información valiosa. Ella quiere ir a su universidad y cumple la mayoría en dos meses.—El reclutador solo sonrio.—Usa bien esa informacion.

—Por supuesto que si. Este es el plan que nosotros le ofrecemos, lealo, digame que no le puede gustar y lo cambiamos de inmadiato.—Le entrego unas hojas y se fue.

—Tu chica tiene oportunidad de quedarse, solo tenemos que hacer que se enamore de nuestra universidad.—ambos tenemos una mirada de complicidad y esa misma la tenemos en este momento.

Promesa StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora