Capítulo 6.

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Mi cuerpo cayó encima del de él, así que después de disculparme muchas veces y de darle miles de abrazos y besos por toda la cara, ahora me encuentro curandole los moretones y raspones que le deje por la caída.

-Pues vaya forma de dar un abrazo.- Dice él de manera risueña...

-No te quejes tanto y da gracias, que no te maté- se me escapa una risita.
Al instante el se empezó a reír también

-Así los tuyos no son nada sexis, si casi me matas de la caída... - me dice con una mirada burlona.

- Oye pues esta que está delante tuya, es la mujer más bonita e inteligente y la que da los mejores abrazos que tu conocerás en tu vida- le indico señalandome con una sonrisa divertida.

-Si sobrevives a ellos...- dice en un susurro, que oí perfectamente.

-Te escuché- le miré con mala cara.

-Parece que no, pero es complicado sobrevivir a semejante fuerza...-

-Es de las ganas que tenia de verte y en parte porque estaba un poco enfadada contigo, por no llamarme o escribirme en tanto tiempo- le digo con cara de cachorro. Mi cara de corderito degollado cambia cuando le doy un golpe fuerte en el hombro derecho.
-¡Auch!- dice quejándose a la vez que se toca el hombro

-Eso es para que te sigas quejando- le digo con los brazos cruzados y la barbilla levantada, ya un poco molesta.

Me levanto con la intención de irme a mi habitación y dejarlo ahí plantado cuando me coje de la muñeca y acerca su torso muy bien trabajado a mi espalda, susurrandome al oído.

-Venga nena no te molestes conmigo, solo te molestaba- me dice levemente. Y luego de eso me da un beso, que se prolonga unos segundos, en mi cuello.

Y por si os preguntáis, no, no somos novios ni estamos saliendo, si no que somo muy cariñosos y hay mucha confianza.

-Bueno... ¿Tienes algo que hacer entre ahora y las- mira un momento su reloj- dos de la tarde de mañana?

-Si mi plan es dormir-digo bostezando. -A menos que alguien me proponga ir de fiesta- le digo mandándole una indirecta. Sé que antes dije que no me gustaban las fiestas, bueno, el caso es que no me gusta ir a las fiestas con Olivia pues porque siempre acaba emborrachándose y luego se mete en líos y después quien los tienes que solucionar soy yo. Con Olivia no puedo relajarme y beber tranquilamente, si no que tengo que estar pendiente de ella para que no haga ninguna locura. Pero con León es distinto, pues el procura que Olivia se comporte. No sé cómo lo hace porque ella a mí no me hace caso, será que hace  magia . En fin, continuemos.

-¿Decías dormir? Que pena, me tendré que ir de fiesta sólo con Olivia que está bastante despierta.- Fingió no haber escuchado mi otro comentario, odio cuando hace eso pero a la vez me encanta, digamos que sabe como picarme

-Vale vete, yo disfrutaré de mi preciosa y espaciosa cama- Le digo haciéndome la inocente.

En verdad tengo ganas de irme de fiesta, pero también me gusta molestarlo haciéndome la desentendida.

-Tú tan molesta cómo siempre, ni gastarte una broma se puede... ¿Te vienes o qué?

-Pues claro bobo, la duda ofende- le hecho una mirada tipo, como si no me conocieras.

-Bueno, prepárate, iré a por Olivia.- Se despide con un beso en la mejilla. Ahora hay un problema, ¿que ropa me pongo?

Después de un buen rato buscan algo decente, decido ponerme un top blanco de encaje y una falda corta vaquera, de color gris tirando para negro que me llega unos dedos más arriba de las rodillas con unas playeras Adidas básicas. Me liso el pelo y me lo recojo en un coleta alta, me pongo mis aretes en las orejas y me maquillo con un color vino en los labios y con un poco de delineador negro en los ojos.

Una vez he terminado de prepararme, salgo por la puerta. Veo que aparecen León y Olivia camino a la puerta de mi casa. Cómo siempre León llega puntual, incluso convence a Olivia para que lo haga, y ya sabemos como es Olivia...

Abro rápidamente y me acerco corriendo a ellos. Salto encima de los dos feliz de estar juntos por fin.

-Por fin los tres mosqueteros juntos al fin- nos reímos los tres a carcajadas.

-Todos para uno- grita Oli- y uno para todos- le seguimos León y yo.

Nos levantamos del suelo rápidamente, escepto León que todavia se está quejando del abrazo que le dí

- Levanta ese culo y deja de quejarte, Rocky - le tiendo la mano para que se levante.

- Lobezna, eso no vale, tu y campanilla tienen super fuerza y super velocidad yo no tengo la capacidad para hacer lo que ustedes hacen- dice cogiendome la mano que le extendí para levantarse del suelo.

- Me vuelves a decir Campanilla y te ahogo- le dice Oli con una mirada asesina.

Le pusimos el apodo De Rocky a León, porque antes de ser compositor y cantante el era un boxeador de mucho prestigio. El me puso a mí Lobezna por mi parte loba y a Olivia campanilla por ser mitad hada e incluso a veces le dice Ariel por su parte sirena.

Nos fuimos a la fiesta a paso ligero o bueno... Nos fuimos al aeropuerto. Al parecer la fiesta estaba un "poquito" más lejos de lo que pensábamos.

- Oye León, que diablos hacemos en el aeropuerto?- Olivia estaba tan extrañada cómo yo y de hecho hizo la pregunta que rondaba por mi cabeza.

- Se me olvidó mencionarlo, la fiesta no es aquí al lado esta vez.- Añadió con total tranquilidad.
Al final decidí divertirme un poco e intervenir.

- Pero Rocky, si se enteran de que no estoy en casa me matarán. ¡¡A mis tíos les dará un infarto y me castigarán de por vida!!- Por supuesto esto no era verdad, llevo muchos años con libertad de ir donde quiera. Así que tras oír esto me miró burlonamente y nos reímos todos un poco. Con todo ya estábamos a punto de subir al avión...

El avión es impresionante. Nada más entrar nos encontramos con una puerta plegable a la derecha, que supongo serán los baños, a nuestra izquierda hay cuatro sillones color crema conjuntado con una mesita de centro, la cual tienes encima tres copa con champagne, detrás de los sillones hay una mini cocina y dos puertas más, que una supongo que será la cabina de mando y la otra una habitación donde poder descansar.

Una vez dentro del avión, empieza una animada conversación en la que sobre todo Olivia y yo intentabamos dilucidar que nos depararía la fiesta. Por supuesto no podía faltar alguna intervención ocasional por parte de León para enfriar un poco los ánimos sobre la fiesta, siempre le ha gustado rebajar nuestras expectativas acerca de estas cosas. Supongo que porque querrá impresionarnos, aunque no es necesario en realidad, estamos más que encantadas con él.

Pero la paz y la tranquilidad duró poco. Solo llegué a escuchar un golpe fuerte en la puerta de salidad y un silbido, como el de una pistola, y de pronto, todo se volvió oscuro, sin rastro de luz alguna, caí en una profunda oscuridad.

¿Que creen que ha pasado?

Cleo❤️

Loba BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora