Capítulo 8

9 1 0
                                    

Vitany

Me duele todo el cuerpo, la cabeza me va a estallar, no puedo abrir los ojos y la única compañía que tengo es la insólita oscuridad que me abarca en este momento. No hay ruidos solo... Silencio.

Mis piernas están entumecidas al igual que mis brazos, intento mover los dedos de las manos y los de los pies sin éxito alguno. Intento comunicarme con mi loba para poder transformarme, pero no lo consigo la llamo desesperadamente pero solo el silencio me contesta. No lo entiendo, esta sensación... Nunca había ocurrido antes, me es desconocida. Empiezo a asustarme con cada nuevo intento sin respuesta hasta que finalmente destrozada, apenas me doy cuenta de que están cayendo algunas lágrimas por mi rostro. En este momento daría lo que fuera por ver a alguien, hablar con él, sin embargo solo estoy en presencia de la oscuridad, junto con su impenetrable misterio y silencio fantasmal...

El nítido silencio se convierte en un pitido constante proveniente de la habitación en la que me encuentro. De pronto la pesadez en mis ojos desaparece y los abro de golpe volviéndolos a cerrar por la molesta luz. Alguien me agarra, no tengo idea de quién pero parece ser bastante fuerte, pues me está cargando con relativa facilidad. Cuando mis ojos se acostumbran a la luz intento girar la cabeza para reconocer a mi salvador, pero sin éxito. Noté que me dormía poco a poco y sólo alcancé a decir en un susurro una palabra.

-Gracias -  logro pronunciar antes de caer en un sueño profundo.

Una niña corre sonriente por una colina llena de flores, sonrío al verla tan feliz. Es una hermosa niña de cabello castaño claro y ojos azules vestida con un vestido rosa muy pomposo, lleva encima de su cabeza una bella diadema de rosas blancas y su mano derecha sostiene una rosa de un tono un poquito más oscuro que el de su vestido. Parece una bella princesita... Pero la dulce escena desaparece ante mis ojos cuando intenti alcanzar a la niña. Ahora me encuentro delante de dos tumbas, en las cuales en dichas inscripciones pone: Ayelen Artiles Santana y Pablo López Anaya, recordados por ser unas grandes personas y los mejores padres del mundo. Se me hace un nudo en la garganta al descubrir que son los nombres de mis padres y las lágrimas amenazan por salir.

Un dolor se instala en mi pecho y un sentimiento de soledad se apodera de mi en este oscuro, sombrío y deprimente lugar...

Abro los ojos entre lágrimas y busco desesperadamente esas tumbas que había visto antes, empiezo a girar la cabeza a ambos lados en un afán intenso por encontrar algo. Quizá por eso no me di cuenta de que estaba en un bosque ni de esa figura humana, que apoyada contra un árbol me observaba con tranquilidad. A pesar de no poder verle la cara tengo la sensación de que me examina de arriba a abajo, cómo si estuviera mirando un cuadro. Poco a poco me voy tranquilizando más y caigo en la cuenta de que fue una maldita pesadilla.

-¿Dónde estoy? ¿Y quién eres tú?- pregunto asombrada. Lo último que recordaba era haber estado sola rodeada de oscuridad...

-Oh, pero si ya sabes quién soy- a pesar de no reconocerle su voz me resultaba familiar. Se sentía como el más dulce néctar. Podría haber seguido hablando y sin embargo tuve que intervenir de nuevo.

-La sombra te tapa la cara imbécil y por alguna razón apenas puedo mantener los ojos abiertos- y era cierto, no sabía que me pasaba, esto no era normal.

-Te han sedado, sé lo que estás pensando, pero ese sedante está especialmente desarrollado para neutralizar a los tuyos. Tardarás un par de minutos en tener fuerzas para andar si no me equivoco.

-Y bueno chico misterioso ¿cómo es que sabes tanto?- esta pregunta era más con el fin de hacer pasar el tiempo que de otra cosa, pero admito que había cierto interés personal de fondo.

-Sencillamente lo sé. Además... ¿No has oído que es mejor no hacer preguntas cuyas respuestas no queremos escuchar?- su tono era mucho más suave esta vez. Y yo, como la ingenua qeu soy, solo tenía ganas de seguir escuchándolo.

De repente, sin ningún tipo de motivo salió de las sombras y se empezó a acercar hacia mí, ya empezaba a vislumbrar su ropa, mi vista fue subiendo y... Joder, esto es imposible, no puede ser...Solo soy capaz de exclamar sorprendida:

-¿Nathan...?- digo con los ojos muy abiertos.

Hago un amago de levantarme, pero las piernas no me responden, me apoyo en un árbol para poder reposar mis espalda y mi cabeza sentándome así.

- Tu... Pero yo... ¿Qué?, no entiendo nada - digo casi gritando muy confundida. -¿Por qué me has traído aquí? , mejor dicho, ¿qué hacemos aquí?- estoy muy dudosa y confundida. Ahora mismo desearía estar en casa con León y Olivia, viendo una película en Netflix tapados con una mantita de corazones y comiendo palomitas y golosinas.
Espera un momento ¡León! Y ¡Olivia.

- Donde están mis amigos - demando cabreada, a la espera de su repuesta.

-No tengo ni idea- su respuesta parecía sincera.

-¿Y qué cojones pasó?¿Como llegué hasta aquí?- pregunto confundida recordando el avión.

-Al parecer te capturaron, habrás sido muy descuidada- me estaba empezando a cabrear pero algo de razón tenía.

-¿Capturarme? ¿Quién?- cada vez estaba más sorprendida.

-No tengo ni idea- en ese momento creí lo que me decía, ya que en todo momento que le preguntaba agudisaba mi oido para ver si los latidos de su corazón se alteraban, pero siempre tenía un ritmo constante.

-Bueno, si nosotros estamos aquí tal vez León y Olivia estén cerca. Vale la pena correr el riesgo y explorar un poco los alrededores- dije intentando imponer autoridad.

-Cómo quieras- lo dijo sin ninguna emoción, con total apatía...

Me apoyo en el árbol para ponerme de pie, me tambaleó un poco y casi me caigo de bruces al suelo, pero mantuve el equilibrio. Vi acercarse al chico a un lateral mío para sostenerme, pero cuando vió que estaba bien se alejó.

Estoy muy sorprendida de que Tiana no haya saltado encima de Nathan ya.

- ¿Estas bien?- le pregunto internamente a mi loba.

- Sí, solo mantente alerta cuando estes cerca de él,  tiene un aura negra que grita peligro- ruedo los ojos ante su comentario.

-Ves, lo que yo decía, ¿por qué nunca me haces caso? - bufo cansada.
No recibo respuesta por su parte.

Voten y comenten.
¿Qué les está pareciendo la historia?

Cleo👑😜

Loba BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora