Tras sellar un trato de amor, ella se volvió su prioridad, la protegeria de todos e incluso de el mismo.
Asta que ella misma decíde dar su alama al mismo demonio tan solo para permanecer siempre a su lado.
✨ Historia 100% mía, cualquier copia o adap...
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Meliodas: Hola..
Al verlo, ahí, la chica peli plateada se quedo estática, no sabia si creer que el era real o no, se puso derecha y tan sólo cerro los ojos.
Elizabeth: estoy soñando otra ves, si eso es, voy a contar asta tres y entones ya no estarás aquí – suspira – 1...2...3...
Y en cuanto los abrió, efectivamente el ya no estaba, se sintió relajada por unos segundos asta que sintió que alguien tocaba su hombro,soltó un pequeños grito y cuando se dio la vuelta ahí estaba aquel chico rubio.
Meliodas: eso no va a funcionar,no importa cuanto lo intentes,yo seguiré aquí
Con una sonrisa en su rostro el chico paso a su lado y camino nuevamente hacia el elegante escritorio y volvió a tomar asiento.
Elizabeth; qui...quien eres tu....
Meliodas: ya lo olvidaste? Pensé que ese zorro tonto había dejado bien en claro mi nombre.
Elizabeth: eh?
Meliodas: entiendo, estas confundida no es cierto? Porque no te relajas un momento linda
El chico trono sus dedos y unas llamas obscuras rodearon a la mujer, ella se asunto un poco y de un momento a otro sus pies dejaron de tocar el suelo,se dio cuenta que era cargada por aquellas llamas que la llevaron a sentarse en una de las sillas que estaban justo enfrente de el escritorio y después de que desparecieron se quedo aun sin decir ninguna palabra.
Meliodas: gustas té?
Y nuevamente las llamas aparecieron haciendo un pequeño remolino enfrente de ella apareciendo una tasa de té recién echo lo que la dejo aun mas sorprendida,así que miro al chico algo dudosa.
Meliodas: y bien?
Con gran calma y delicadeza tomó la pequeña taza en sus manos y sin dejar de ver al hombre que tenia enfrente de ella dio un sorbo, pensó que tal ves sería una trampa o algo malo, pero, en realidad no.
Elizabeth: es té de menta
Meliodas; si, eso te ayudara a relajarte un poco
Ella levanto la mirada y se perdió en el hermoso color de sus ojos, eran verdes, tan brillantes, tan únicos que por un momento, se olvido de todo lo de anoche y se sintió bien con ella misma.
Meliodas: oye, te vas a quedar ahí viéndome o....me aras nuevamente la pregunta
Elizabeth: eh?
Ella no entendía a que se refería, así que el solo solto un suspiro, se puso de pie y camino hacia ella quedando detrás suyo, coloco sus manos sobre sus hombros y se agachó para después susurrar en su oído con una voz gruesa.
