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La noche había llegado nuevamente, más fria que de costumbre, el viento soplaba con tanta fuerza que hacia que las ramas de los árboles se movieran bruscamente, las hojas cayendo al suelo y el aullar de los perros ponían nerviosa a la mayor de las...

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La noche había llegado nuevamente, más fria que de costumbre, el viento soplaba con tanta fuerza que hacia que las ramas de los árboles se movieran bruscamente, las hojas cayendo al suelo y el aullar de los perros ponían nerviosa a la mayor de las Liones.

Su hermana no había despertado aún y la fiebre no le bajaba, su hermana Verónica se había quedado con ella mientras Margaret bajaba por más agua, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas al pensar en el estado de hermanita, ella nunca se había enfermado de esa manera, no sabia que hacer, tenía tanto miedo de que algo de la pasará, cuando una de ellas enfermaba su madre era la que se ocupaba de sus cuidados junto a su padre,después de que su adorada madre muriera ella fue la que se tuvo que hacer cargo de sus hermanas, su padre no podía hacerlo todo el solo y Margaret se convirtió en una segunda figura materna para las dos menores.

Siempre vio por ambas y ellas siempre vieron por ella,cuando Margaret era la que se encontraba mal, Verónica y Elizabeth hacían asta lo imposible por hacerla sentir mejor, su padre siempre les dió apoyo y cariño y ellas estaban muy agradecidas con el por haberles dado todo lo que necesitaban y por nunca dejarlas solas...pero ahora lo estaban.

Ahora ella se encontraba perdida y sola con sus dos hermanas, no sabía que hacer con Elizabeth, su miedo era tanto que asta las manos le temblaban, su cuerpo estaba frío y al escuchar lo gritos de Verónica salió de su trance,limpio las lágrimas de sus mejillas  para después tomar la jarra de agua y así subir asta al segundo piso.

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Después de aquel cálido beso junto su frente con la del rubio sin dejar de mirar sus bellos ojos verdes, ella le sonreía con ternura y al ver aquel brillo en su mirar la preocupación del chico volvió lo que lo hizo suspirar.

–Esta todo bien? —Pregunto la chica sin dejar de mirarlo—

–El tiempo estaba avanzando y falta poco para la media noche —La miro— ¿Estás segura de querer hacer esto?

–Meliodas —Despacio tomo sus manos— tomé mi decision y estoy más que segura que quiero hacerlo....quiero permanecer a tu lado

Los ojos del chico brillaron mientras sentia cómo sus mejillas se calentaban y se sonrojaban, algo que no le había pasado en mucho tiempo, Elizabeth era alguien que despertaba aquellas emociones que pensó alguna ves que jamás tendria nuevamente.

–Entonces ¿Estás lista?

La peli plateada soltó un suspiro algo pesado, sabía que no iba a ser fácil para sus hermanas y para ella tampoco pero no podia echarse para atrás, lentamente asiento con la cabeza para volver a mira al rubio, Meliodas trono sus dedos haciendo que su fuego rodeará a la chica,sacándola de aquel oscuro lugar y llevándola de regreso a su habitación.

 •|| La Heredera de "Loftus Hall" ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora