•|| La Heredera de "Loftus Hall" ||•

•| 8 |•

Rápidamente salio de su habitación caminando hacia aquella oficina del fondo, lentamente volteo a ver la puerta del lugar en donde dormía y miro que todo estaba normal, aunque la imagen de aquella mujer peli roja seguía en su cabeza, decidió ya no pensar más en eso así que sólo se dio la vuelta y retomó su camino.
Al llegar aquella puerta algo vieja miro a ambos lados para asegurarse que nadie estuviera cerca.

Lentamente entro a aquella oficina cerrándola nuevamente mirando que estaba bacía y el frío de la mañana la estaba invadiendo por completo, los libros viejos y el estante empolvado le daban un aspecto un poco más aterrador,pero no era eso a lo que le tenia miedo.

Ahora lo que tenia que hacer era llamar al rubio, pero no sabia con exactitud como lo aria y lo único que tenia en mente sonaba real mente absurdo y no sabia si funcionaria, lentamente se dirigió aquella chimenea que estaba detrás de esa silla vieja, junto sus manos y las dirigió a su pecho mientras visualizaba al chico, piel clara, unos hermosos ojos color esmeralda que hacían que su corazón latiera sin que ella supiera la razón, un hermoso y brillante cabello rubio alborotado que le daba un aspecto tierno,un cuerpo espectacular, con aquella espalda ancha y esos brazos que la hicieron temblar las pocas veces que el la rodeo con ellos y esa sonrisa, tan única y encantadora.

Sintió como el calor de sus mejillas aumentaba tornándolas de un color rojizo, ahora lo único que estaba en su mente era el y nada mas que el sintió el latir de su corazón acelerándose y entonces lo llamo:

–Meliodas, por favor, te necesitó

Justo al momento de decir aquellas palabras las velas de aquella oficina comenzaron a encenderse una por una, y cada ves que el lugar se iluminaba todo comenzaba a lucir total mente perfecto, los libros parecían nuevos al igual que los muebles y las paredes, el frío comenzó a desaparecer y entonces la chimenea que tenia justo enfrente se encendió dándole calor, el poco aire caliente que había aparecido movió su cabello y su camisón, aquel que usaba para dormir, por el asombro retrocedió un par de pasos y entonces su espalda chocó contra el cuerpo del chico al que tanto buscaba.

–¿Si señorita? -Mencionó aquel rubio que había aparecido justo en aquel momento-

–Meliodas -una sonrisa se había formado en el rostro de la chica,así que sin pensarlo siquiera se arrojó a abrazar aquel chico mientras este la recibía total mente sorprendido- me alegro tanto de verte

–¿enserio? -su tono de voz se escuchó dulce y emocionado a la vez-  quiero decir, mi trabajo es estar para usted en el momento en que mas me necesite

La chica lo miro tierna mente mientras un brillo aparecía en sus ojos, Meliodas al ver esa mirada tan llena de inocencia y amor sintió como su corazón daba un brinco de emoción, hacia años que no sentía sensaciones así de extrañas y la ultima ves que lo hizo....aquello no término bien, tenia que reprimirse así mismo si no quiere que lo mismo vuelva a pasar, desvío la mirada hacia otro lado y eso sorprendió a la peli blanca, el chico tan sólo dio un suspiro para mirarla nuevamente, la tomo de su mano delicadamente para dirigirla a la parte de enfrente del escritorio, con amabilidad la sentó para después ofrecerle una taza de su famoso té de menta, sabía que era el preferido de la chica por esa razón lo preparaba cada ves que ella venia a verlo, aunque esta mañana lo tomo por sorpresa.

Sin desaparecer su sonrisa de su rostro se sentó justo enfrente de ella mientras colocaba sus codos sobre el escritorio y admiraba con detalle como la chica bebía con calma del té y en cuanto sus ojos azules volvieron a cruzarse con los esmeralda del chico supo que era momento de hablar con ella.

–Bien señorita, aun no me dice cual era la razón de llamarme

El escucharlo hizo que ella recordara la razón por la que había ido desde un principio, en cuanto lo vio se había olvidado de todo, asta de esas estúpidas pesadillas,incluso de que se quería ir de aquella casa, Elizabeth solo dio un suspiro pesado, dejo aquella taza de te sobre el escritorio mientras colocaba sus manos sobre sus piernas y agachaba la cabeza, el verla tan pensativa asusto a Meliodas,después de que ella le había dicho la noche pasada que quería irse, lo llenaba de terror que ella haya venido a verlo con la única razón de despedirse de el.

–Yo....tuve otra pesadilla

–ah? -algo dentro de el se lleno de alivio al saber que no era lo que estaba pensando pero aun así no dejaba de estar preocupado por ella-

–anoche, después de que te fuiste me aliste para dormir y después de unos minutos de batallar logre hacerlo pero...la pesadilla empezó

–y que paso? -el noto que el labio de la chica estaba temblando, estaba asustada y le costaba hablar sobre eso, con una pequeña sonrisa en su rostro tomo la mano de la chica con la suya provocando así que esta lo mirara- Elizabeth, puedes contarme, tranquila

Sintió como una calidez y seguridad recorrían su cuerpo, el tener con ella el tacto del chico en su mano la hacia sentir demasiada calma, ahora que lo recuerda, esa misma sensación la tuvo en el momento que el la salvaba de morir en manos de Ban o de aquél zorro como Meliodas lo llamaba.

–en mi sueño, aparecieron dos personas, a la primera no pude verle el rostro ya que lo único visible fueron sus ojos violeta pero se que fue una mujer porque ella me hablo

–¿te hablo?

–si, dijo algo como...te encontré

Meliodas no dijo absolutamente nada, pero sabia perfectamente de quien se trataba su rostro reflejaba enojo y estaba demasiado serio, pero a pesar de eso no dejo de ser dulce con la peli blanca.

–y ¿quien era la otra mujer?

Nuevamente la chica suspiro y apretó un poco la mano del rubio, lo que lo sorprendió un poco.

–habia un espejo y yo me acerque a el, pensé que vería mi reflejo pero...en ves de eso -lentamente levantó la cabeza y por tercera ves sus miradas se encontraron- había una mujer peli roja muy idéntica a mi...

–¿Que? -y entonces sus expresiones volvieron a cambiar, pero esta ves a unas de tristeza y...culpa-

♥........♥